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Por una ciudad inclusiva y sostenible

Complemente esta entrega por una ciudad inclusiva y sostenible, invitándolos a la lectura de la publicación de la CEPAL titulada “Hacia ciudades inclusivas, sostenibles e inteligentes: el enfoque del gran impulso para la sostenibilidad aplicado a la movilidad urbana”. El documento analiza la situación de la movilidad urbana en las principales ciudades de la región, considerando que el dimensionamiento de la demanda regional, el umbral de respuesta de las industrias nacionales y la articulación de productores y consumidores son claves para viabilizar las inversiones productivas en el sector. El enfoque se enriquece con aproximaciones transversales con las que se busca implementar, de forma integral, una movilidad sostenible.

Mantengo la recomendación de la lectura de Plan de trabajo de nuestro nuevo alcalde, cuya Misión es “transformar la Ciudad de Panamá en un modelo de excelencia urbana, donde la transparencia, la sostenibilidad y la calidad de vida sean los pilares fundamentales”.

Subrayo la necesidad  de abordar cuanto antes los cinco problemas imperativos que deberá resolver de forma prioritaria porque los citadinos queremos vivir en una ciudad inclusiva y sostenible, segura y resilente. Mantenfo la relevancia obligatoria de dar cumplimiento con los compromisos que adquirimos al suscribir en el año 2015 la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 con sus 17 objetivos para poner fin a la pobreza, proteger el país y garantizar que para el 2030 todos los panameños disfrutemos de paz y prosperidad.

Por una ciudad inclusiva y sostenible: cinco desafíos impostergables

Para comenzar, aunque Panamá cuenta con varias normativas en la materia de ordenamiento territorial, en nuestra ciudad, el crecimiento urbano ha sido anárquico, y sin planificación alguna, salvo en las agendas de los empresarios que construyen y la institución que proporciona los permisos. Existe un auge desordenado de construcciones desproporcionadamente inmensas para los barrios donde están ubicándose, afectando nuestra movilidad, el aire que respiramos, provocando tranques vehiculares, inundaciones, y generando estrés y accidentes. Por otro lado, tampoco hay acceso para todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles, en particular a los barrios marginales.

Con respecto a la basura, es evidente que se ha tomado la ciudad y la vemos acumulada en cualquier esquina, pues los citadinos simplemente nos deshacemos de cualquier clase de basura en las aceras, veredas, zaguanes, calles: restos de comida, latas, botellas, plásticos, colchones, televisores y refrigeradoras viejas, etc., y después esperamos que vengan los de la Autoridad de Aseo _ que alega no tener recursos _ y recojan todas las porquerías que arrojamos. Y como eso no ocurre con la frecuencia debida, sobre todo en los barrios menos favorecidos, la basura se acumula convirtiéndose en criadero de alimañas y fuente de enfermedades. Y sumemos a esta inmundicia las inundaciones al llegar las lluvias por el acúmulo de desperdicios en los cauces de nuestros ríos.

Nuestros sistemas de transporte tampoco son seguros, asequibles y sostenibles para todos, lo que ocasiona una gran inseguridad vial responsable por cerca de 15 mil accidentes de transporte cada año, la mayoría de ellos por colisiones, como consecuencia del ausencia de planificación urbana, las calles en mal estado, el manejo desordenado, la falta de consideración y la no menos importante, ausencia de autoridades.

Igualmente difícil, si no imposible es el acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad. Trate usted de llegar a un parque, tiene que salir de su oficina o de su casa, dispuesto a pasar una hora en el “tranque”, estresándose, enfermándose y sufriendo toda clase de abusos e improperios por parte de la mayoría de los conductores. ¿Cuándo fue la última vez que paseamos por cualquier parque?, ¿hay parques cerca de nuestras casas?, ¿cuánto tiempo tardamos en llegar a nuestro trabajo todos los días? ¿caminamos, lo hacemos en bicicleta, en nuestro carro, en el ineficiente sistema de transporte que padecemos? Es probable que la mayoría de los que vivimos en la ciudad de Panamá, excepción de unos pocos corregimientos privilegiados, demos respuestas desalentadoras a estas preguntas.

Como si lo anterior fuera poco, está el grave asunto de la inseguridad en nuestras calles. La mayoría de los ciudadanos nos sentimos inseguros. Mantenemos altas cifras de violencia general, doméstica y en especial contra las mujeres, el número de pandillas va en aumento, y no son raros los secuestros, asaltos a cualquier clase de negocios y empresas, y las muertes vinculadas a los ajustes de cuentas, como lo demuestran las noticias casi diarias de homicidios en cualquier sitio.

Íntimamente vinculado con la recuperación de nuestra ciudad, está la necesidad de estimular el crecimiento económico sostenible mediante el aumento de los niveles de productividad y la creación de empleo, formulando políticas que estimulen el espíritu empresarial, crucial para este fin.

Metas del ODS 11 para tener una ciudad inclusiva, segura, resiliente y sostenible: de aquí al 2030

  • Asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales.
  • Proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.
  • Aumentar la urbanización inclusiva y sostenible y la capacidad para la planificación y la gestión participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos humanos en todos los países.
  • Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo.
  • Reducir significativamente el número de muertes causadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua, y de personas afectadas por ellos, y reducir considerablemente las pérdidas económicas directas provocadas por los desastres en comparación con el producto interno bruto mundial, haciendo especial hincapié en la protección de los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad.
  • Reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.
  • Proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.
  • Apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales fortaleciendo la planificación del desarrollo nacional y regional.
  • Aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes. integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles.
  • Proporcionar apoyo a los países menos adelantados, incluso mediante asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales.

Plan de trabajo del Chacalde Mayer

Comparto la misión y Visión que propone el Plan de Trabajo y los invito a su lectura completa aquí.

MISIÓN: Nuestra misión es transformar la Ciudad de Panamá en un modelo de excelencia urbana, donde la transparencia, la sostenibilidad y la calidad de vida sean los pilares fundamentales. Trabajaremos de manera colaborativa con la comunidad para construir un entorno inclusivo, próspero y vibrante que inspire orgullo y compromiso cívico.

VISIÓN: Seremos reconocidos a nivel mundial como una ciudad innovadora y sostenible, donde la belleza natural se combina armoniosamente con el desarrollo urbano. Panamá será un faro de progreso, donde la participación ciudadana y la transparencia gubernamental sean normas, y donde cada persona tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

Conclusión

Finalmente subrayo que la recuperación de nuestra ciudad es un asunto de todos los ciudadanos, y no solamente de las autoridades y empresas. Si queremos que nuestra ciudad sea inclusiva, segura, resiliente y sostenible, debemos ejercer nuestro derecho y deber de participar activamente en la gobernanza y la gestión de nuestra ciudad, comenzando por identificar problemas, proponer soluciones, sumarnos para el desarrollo de las mismas.


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