Hace más de 20 años, cuando iniciaba mi carrera en OPS, escribí un sencillo libro en el cual desarrollé los elementos de la gerencia estratégica en salud como un enfoque racional para servicios de salud de base. El libro estuvo basado en mi experiencia previa, y fue posible, así como lo es esta publicación, gracias a los aportes, las orientaciones y revisión final de mi amigo y mentor, Eduardo Carrillo, lo cual subrayo, porque aquel libro fue básicamente el producto de sus enseñanzas y bien pudo haber sido escrito por él. Conté además con el auspicio del Programa de Desarrollo para Desplazados, Refugiados y Repatriados, PRODERE, de Naciones Unidas en El Salvador.
Anoche me lo encontré en el “baúl de los recuerdos” y comparto con ustedes su parte inicial, por su extrema pertinencia para esta publicación, además como un recordatorio de que la información ha estado y está disponible, nos ha faltado, por decir lo menos, el entusiasmo suficiente y necesario… Espero que les agrade y nos ayude a pensar el cómo podemos avanzar.
Destacaba en la “introducción” del material, que existía entonces (y existe hoy en muchos casos) una deficiente Organización y Administración del Sector Salud, la cual era evidente en: (más…)

Corbatas y Casimires. Ernesto Bertani
Esta breve y (espero) provocadora entrega tiene el propósito de enfocarme en los asuntos que tenemos que resolver, refiriéndome con mayor profundidad, a dos condicionantes íntimamente relacionados, que tenemos que abordar como país para poder alcanzar la Cobertura Universal en Salud.
Inicio, para evitar equívocos, haciendo mías las palabras de Rigoberto Centeno, en su atinado comentario, el cual agradezco: “creo que el tema no es si es posible alcanzar la CUS, si no de qué tipo de CUS podemos financiar y como diseñarla lo más equitativamente y dentro del estricto marco de cumplimiento del derecho humano y universal a la salud”. Como recordarán, eso lo señalé con amplitud en mi segunda publicación y creo que todos estamos de acuerdo.
No obstante, mi intención en esta publicación, es poner de relieve que, aunque estemos de acuerdo, hay temas pendientes que no hemos resuelto: el fortalecimiento de la capacidad de Gestión Pública y la necesidad de eliminar la injerencia nociva de los intereses políticos, económicos, y gremiales en las cuestiones públicas… (más…)
Hola amigos: luego de haber cerrado esta especie de periplo introductorio, me enfocaré a partir de esta publicación en el desarrollo de los temas específicos de la Cobertura Universal de Salud (Modelo de atención y de gestión, financiamiento, etc.). Lo primero que propongo, es que la pregunta inicial es absolutamente legítima, pues abundan las experiencias que demuestran la dificultad para alcanzarla, a pesar del discurso exaltado y el aparente compromiso político.
Personalmente creo que “sí es posible”, pero fortaleciendo de manera importante la capacidad de Gestión Pública, limitando (ojala eliminando) la injerencia de los intereses políticos y económicos y gremiales. O, en el mejor de los casos, administrando (o manipulando) esta injerencia para el logro de los objetivos de salud, es decir haciendo una gestión “tecno-política” pero estratégica, efectiva, transparente y enfocada en la equidad. Es la condición indispensable para alcanzar la Cobertura Universal.
Considero que esa gestión “tecno-política” pero efectiva, es más fácil de alcanzar para el gerente del nivel regional y local, como lo puede señalar cualquier Director Regional de Salud, y como lo hicimos todos los que fuimos Directores de Sistemas Integrados de Salud en la década de los 80. Hicimos las alianzas estratégicas con las dos cabezas del nivel central, y con los líderes políticos y organizaciones locales, y pusimos la salud en la agenda de los políticos. Otra realidad es la del Director y/o Directora General de Salud, quien se enfrenta todos los días con los intereses políticos partidistas y económicos de turno, haciendo la gestión pública efectiva un reto cotidiano, donde la negociación y la resolución de conflictos se vuelven sus mejores aliadas. O donde en algunos casos, no queda otro camino que tomar distancia y apartarse para no ser parte de la corrupción, dejando las ideas y los sueños para mejores tiempos…
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