
El rechazo a la privatización de la CSS como punto de partida obligado para el rescate de nuestro fondo de pensiones debe ser el Norte que guíe los debates del diálogo que esperamos sea convocado muy pronto.
En ese sentido comparto los argumentos que manifesté en mi Columna de Opinión de La Estrella de Panamá el día de ayer, y subrayo de entrada que: “así como me opongo a la privatización, tenemos que ser responsables y estar dispuestos a hacer sacrificios y apoyar las reformas que sean necesarias para salvar nuestro fondo de pensiones”. No podemos, como dueños de esa empresa que se lama CSS, esperar que el gobierno nos financie las pensiones con fondos del presupuesto general del Estado. Vengan de donde vengan…
Rechazo a la privatización
La semana pasada representantes de los gremios de trabajadores se reunieron con el presidente de la República para abordar los problemas financieros y de salud que enfrenta la Caja de Seguro Social (CSS), así como el proyecto de reformas a la Ley 51 Orgánica de la entidad. En esa reunión le manifestaron al primer mandatario su contundente rechazo a la privatización de la CSS y la aplicación de medidas paramétricas para salvar el fondo de pensiones de la institución.
Por su parte, el presidente manifestó _como buen político_ que le preocupa la Caja y va a hacer lo que tenga que hacer para salvarla, invitando a los diversos sectores del país a conformar una “cruzada nacional” para salvar la CSS.
Yo espero que esta vez _ sin agendas de ninguna índole_ seamos capaces de dialogar y alcanzar el consenso nacional que necesita la seguridad social para superar esta crisis. En ese sentido, le dedico esta glosa a ofrecer _para el beneficio de los convocados al futuro diálogo y, por ende, los asegurados_ algunos argumentos en relación con la privatización y a las medidas paramétricas.
Comenzaré subrayando la necesidad de oponernos rotundamente a la privatización de las pensiones, y _haciéndome eco de lo manifestado por los trabajadores_ también rechazo el nombramiento de un director con reconocida preferencia por el manejo privado de las pensiones, pues no estará en su naturaleza avanzar hacia la reconstrucción de nuestro sistema público de pensiones.
Profundizando en mis argumentos sobre el rotundo rechazo a la privatización, es recomendable aprovechar los argumentos _e invitar a la lectura completa_ del informe de la Organización Internacional del Trabajo, ILO, titulado: “La reversión de la privatización de las pensiones: Reconstruyendo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina”.
El informe ofrece información contundente sobre el fracaso de los sistemas privados de pensiones obligatorios para mejorar la seguridad de ingresos en la vejez, y su bajo desempeño en términos de: cobertura, niveles de beneficios, desigualdades de género y de ingresos, incremento de los costos administrativos, lo que resultó en menores niveles de prestaciones, costos de transición, e impactos sociales y fiscales, entre otros.
Como si fuera poco, en muchos casos, la privatización eliminó la participación de los trabajadores en la gestión, y en muchos casos, las funciones de regulación y supervisión fueron capturadas por los mismos grupos económicos responsables de la gestión de los fondos de pensiones, lo que creó un grave conflicto de intereses; además, la industria de seguros, quien en última instancia se beneficia de los ahorros previsionales, avanzó hacia la concentración, con efectos limitados en los mercados de capitales y en el crecimiento nacional.
El documento de la ILO también documenta los procesos de reversión de la privatización de las pensiones: aspectos de legislación, gobernanza, nuevos derechos a prestaciones, financiamiento y tasas de cotización de los nuevos sistemas públicos de pensiones y; se identifican los pasos necesarios para revertir la privatización de las pensiones, para aquellos países que consideren retornar a un sistema público. Todo está escrito pues. No es la hora de ponernos a inventar y provocar un conflicto social con graves consecuencias para nuestro país. Rechacemos la privatización de la CSS.
Medidas paramétricas, inversiones sostenibles y transparencia
Como subrayé en mi artículo previo sobre el tema, “otro asunto es la consideración de las medidas paramétricas pues _en mi opinión_ para rechazar la privatización de la CSS, rescatar nuestro fondo solidario de pensiones y hacerlo sostenible, es necesario _sin esperar que el gobierno nos financie_ considerar la aplicación de medidas paramétricas, desarrollar inversiones sostenibles y garantizar la transparencia en la gestión del fondo”.
Para comenzar parece ineludible considerar la aplicación de medidas paramétricas que permitan _sin perjudicar a los asegurados_ generar suficientes ingresos para cubrir los gastos futuros. Comparto, sin entrar en detalles, las que señalan los expertos en el tema, y recomiendo debatir si nos conviene considerarlas y adecuarlas a nuestra realidad para mejorar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones: (i) incremento gradual de la edad de jubilación, alineado con el aumento de la esperanza de vida para mantener el equilibrio entre los años de contribución y los años esperados de recepción de la pensión; (ii) incremento de las tasas de contribución de trabajadores y empleadores, complementando con la ampliación de la base contributiva; (iii) aumento del número de años de contribución necesarios para acceder a la pensión completa; (iv) establecer mecanismos automáticos de ajuste de los parámetros del sistema de pensiones en función de la evolución demográfica y económica y; (vi) asegurar que los ajustes paramétricos no afecten desproporcionadamente a los trabajadores de bajos ingresos o a aquellos con carreras laborales intermitentes.
Tan importante como la aplicación de estas medidas, y soportar nuestro rechazo a la privatización de la CSS, es implementar inversiones sostenibles que equilibren adecuadamente el riesgo y el retorno, diversifiquen las carteras de inversión, y aseguren liquidez y rentabilidad a largo plazo, teniendo en cuenta las obligaciones futuras del fondo de pensiones. En ese sentido son necesarias _al menos_ las siguientes estrategias:
- Considerar factores ambientales, sociales y de gobernanza al tomar decisiones de inversión.
- Diversificar la cartera: invertir en diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, bienes raíces y efectivo; invertir en diferentes sectores, empresas y países.
- Invertir a largo plazo: a corto plazo, los mercados pueden ser volátiles, pero a largo plazo, las acciones han tendido a tener un buen rendimiento;
- Invertir en activos de calidad: buscar empresas con sólidos fundamentos financieros, buen historial de gestión y perspectivas de crecimiento a largo plazo; evitar invertir en empresas con altos niveles de deuda o que operen en industrias volátiles.
- Reinvertir las ganancias: reinvertir tus ganancias permite aprovechar el poder del interés compuesto y aumentar tu riqueza con el tiempo.
- Reequilibrar la cartera periódicamente: a medida que las inversiones crezcan, es importante reequilibrar la cartera para mantener tu nivel de riesgo objetivo; eso implica vender algunos de activos que han tenido un buen rendimiento y comprar más de los que han tenido un rendimiento inferior.
Finalmente, el rechazo a la privatización de la CSS va de la mano con la gestión transparente _libre de corrupción y clientelismo_ del sistema de pensiones. Solo así podremos garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema solidario de pensiones, y mantener la confianza de la ciudadanía. Señalo las recomendaciones que considero más importantes para este efecto, subrayando que todas deben ser accesibles y comprensibles para la población.
- Establecer una estructura de gobierno corporativo _junta directiva_ eficiente, clara y robusta para el ente gestor del sistema de pensiones, incluyendo roles, responsabilidades y procesos de toma de decisiones;
- publicar informes periódicos que detallen los ingresos, gastos, inversiones y rendimientos del fondo de pensiones;
- realizar auditorías regulares por parte de firmas independientes para evaluar la gestión financiera y el cumplimiento de las políticas de inversión;
- publicar y actualizar regularmente las políticas y estrategias de inversión, incluyendo los criterios de selección de inversiones, los objetivos de diversificación y la tolerancia al riesgo;
- difundir proyecciones financieras a largo plazo, incluyendo escenarios de estrés, para mostrar cómo se espera que el sistema responda a diferentes condiciones económicas y demográficas y;
- crear espacios de participación para que los asegurados, empleadores y otros actores interesados puedan expresar sus opiniones y propuestas sobre la gestión del sistema de pensiones.
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