Los panameños necesitamos y podemos tener un sistema de salud resiliente. Un sistema que tenga la capacidad de adaptar su actividad a fin de mantener su funcionalidad básica cuando se producen dificultades, fallas y cambios en el entorno y, lo más importante en mi opinión, es un atributo que le permite funcionar bien y avanzar hacia el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud. También implica la sostenibilidad de los servicios y la recuperación de los logros alcanzados en cuanto a la salud de la población que se han visto afectados por la pandemia.
En ese contexto le dedico esta glosa a compartir un breve resumen de la estrategia que aprobamos en el pasado 59.ºConsejo Directivo de OPS, complementando con el documento de posición de la OMS sobre la Generación de resiliencia en los sistemas de salud en pro de la cobertura sanitaria universal, y una reflexión final sobre nuestra capacidad para desarrollar un sistema de salud resiliente.
Generación de resiliencia en los sistemas de salud en pro de la cobertura sanitaria universal y la seguridad sanitaria durante y después de la pandemia de COVID-19
La Cobertura universal de salud y la seguridad sanitaria son objetivos complementarios; en el presente documento de posición de la OMS se exponen las razones y las recomendaciones para generar un sistema de salud resiliente y tratar de integrar la promoción de la CSU y la garantía de la seguridad sanitaria por los siguientes medios:
- la recuperación y transformación de los sistemas nacionales de salud mediante la inversión en las funciones esenciales de salud pública y los cimientos del sistema de salud, con énfasis en la atención primaria de salud y la incorporación de la seguridad sanitaria;
- la gestión de riesgos de emergencias causadas por cualquier tipo de peligro, a fin de garantizar y acelerar la aplicación sostenible del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI (2005)), y
- la adopción de un enfoque pan gubernamental para asegurar la participación de la comunidad y la implicación de toda la sociedad.
En el documento se presentan a los dirigentes y responsables políticos, tanto en el ámbito nacional como el local, recomendaciones a medio y largo plazo que ayudarán a situar la salud en los debates más amplios sobre recuperación y transformación socioeconómicas. Ver el documento completo aquí
Estrategia para el establecimiento de un sistema de salud resiliente y la recuperación en la etapa posterior a la pandemia de COVID-19 a fin de mantener y proteger los logros de la salud pública
En el documento que aprobamos el 10 de agosto de 2021 (este año), se proponen cuatro líneas de acción estratégica interdependientes para guiar a los Estados Miembros, según corresponda al contexto y a las prioridades nacionales, en la transformación de los sistemas de salud a fin de aumentar su resiliencia. El fortalecimiento del liderazgo, la rectoría y la gobernanza son fundamentales en cada una de ellas. Estas líneas de acción complementan otras actividades para transformar y fortalecer los sistemas de salud señaladas en otras estrategias de la OPS, planes de acción y marcos de ejecución, entre ellos la Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud (documento CD53/5, Rev.2) y la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030. Comparto a continuación las ideas centrales del contenido de cada línea y los invito la lectura del documento completo al final.
Líneas de acción estratégica para el establecimiento de un sistema de salud resiliente
- Línea de acción estratégica 1: Transformar los sistemas de salud, con base a un enfoque de atención primaria de salud, y el abordaje de los determinantes sociales, para acelerar la recuperación después de la pandemia, recuperar y mantener los logros en salud pública y retomar el camino hacia la salud universal.
- Línea de acción estratégica 2: Fortalecer el liderazgo, la rectoría y la gobernanza mediante un énfasis renovado en las funciones esenciales de salud pública.
- Línea de acción estratégica 3: Fortalecer la capacidad de las redes de servicios de salud para ampliar el acceso y mejorar la preparación y respuesta frente a las emergencias de salud pública.
- Línea de acción estratégica 4: Aumentar y sostener el financiamiento público para la salud y la protección social, incluidas las medidas encaminadas a abordar los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud.
La transformación del sistema de salud en Panamá
Al inicio de la actual administración, manifesté que estábamos en el momento propicio para aprovechar las fortalezas internas del sistema y las oportunidades externas para desarrollar el sistema público de salud. Como si fuera escaso, también contamos con un gran acervo bibliográfico y experiencia nacional acumulada para desarrollar la transformación y hacer nuestro sistema de salud resiliente.
Y ahora, complementando lo anterior, luego de dos meses de una exhaustiva revisión de todos los aportes que sobre salud subió la ciudadanía a la plataforma Ágora del Pacto Bicentenario, la Comisión de Salud del Pacto, logró formular un conjunto de Acuerdos sobre salud que resumen los principales problemas sentidos por la población, así como las soluciones que propone el ciudadano para transformar el sistema de salud.
La lectura de los acuerdos sobre salud me permite identificar como principal asunto por resolver, la necesidad de avanzar hacia una cobertura universal de salud mediante la estrategia de Atención Primaria de Salud, APS, el abordaje de los determinantes sociales y el fortalecimiento de las Redes Integradas de Servicios de Salud, en un sistema de salud público en su financiamiento, público en su gestión administrativa, y público en la provisión de la atención de salud.
Hoy, luego de dos años de pandemia, reitero que tenemos las fortalezas para transformar nuestro sistema de salud. Es la hora de capitalizar la experiencia que nos va dejando esta crisis para acabar con la segmentación y fragmentación que afecta nuestro sistema de salud, convirtiéndolo en un sistema de salud resiliente.
Estrategia para el establecimiento de sistemas de salud resilientes y la recuperación en la etapa posterior a la pandemia de covid-19 a fin de mantener y proteger los logros de la salud pública
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En el bloque 33, de la línea de acción 3, definida por el 59 Consejo Directivo de la OMS, se señala que “…Es necesario producir información en tiempo real sobre indicadores clave de los servicios de salud y sobre el impacto de las enfermedades…”
Hoy más que nunca se advierte la imperiosa obligación de acelerar al máximo la transformación digital del sistema sanitario, Con apoyo de un Ministerio de Digitalización en el desarrollo de instrumentos que utilizan la inteligencia artificial y la computación en la nube para acceder a las bases de datos masivas que permitan a los prestadores la consulta de los registros médicos de diagnóstico y tratamiento de los pacientes y el acceso a la información sobre prescripción y disponibilidad de medicamentos.
Las tecnologías de salud digital mejoran la calidad de la atención, incrementan el costo beneficio de los servicios y reducen los riesgos provenientes de la repetición de pruebas.
La digitalización podría requerir 3 niveles de exigibilidad
1. Desarrollo de herramientas digitales cívicas para transferir a la comunidad la responsabilidad en la generación de información veraz y comprobada del estado de riesgos físicos y mentales familiares y de salud individual.
2. Rendición de cuentas y estadísticas en tiempo real, de las autoridades sanitarias sobre la calidad de la atención y la plena satisfacción humana.de los usuarios.
3. Transformación legislativa con actualización permanente para hacer efectivo el derecho a la salud
Gracias José, excelente y necesario comentario. Como siempre!