
La preparación y respuesta frente a las emergencias sanitarias es un pilar esencial de la salud pública y la seguridad nacional. Consiste en la capacidad de los Estados para anticipar, detectar, contener y recuperarse de amenazas sanitarias como epidemias, pandemias, desastres naturales o brotes biológicos. La experiencia reciente con la COVID-19 evidenció que la falta de preparación cuesta vidas, recursos y estabilidad social.
En este sentido comparto resumen de noticia de la Asamblea Mundial de la Salud, importantes documentos conexos y recomendaciones para nuestro país.
Preparación y respuesta frente a las emergencias sanitarias
De acuerdo con noticia de la 78 Asamblea Mundial de la Salud, los días 21 y 22 de mayo de 2025, la Asamblea Mundial de la Salud examinó la labor de la OMS en las situaciones de emergencia sanitaria.
Los Estados Miembros tomaron nota del informe del Director General de la OMS sobre la aplicación del marco de prevención, preparación, respuesta y resiliencia frente a emergencias sanitarias. En él se presentan los progresos realizados en temas importantes como la colaboración en la vigilancia de las enfermedades, la protección comunitaria, la atención segura y ampliable, el acceso a contramedidas y la coordinación de emergencias, y se subraya que la insuficiencia y la falta de previsibilidad de la financiación constituye un riesgo considerable para los sistemas de salud de todo el mundo.
También se presentó a los delegados el informe del Comité Independiente de Asesoramiento y Supervisión (IOAC) para el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. En el informe se formulan varias recomendaciones al Director General con el fin de reforzar la labor de la OMS frente a las emergencias. El presidente del IOAC destacó el liderazgo de la OMS, en particular, la contribución del Dr. Mike Ryan, que ha sido Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias, por su papel determinante y sus valiosas aportaciones a la salud mundial.
Además, el Director General se dirigió a la Asamblea para referirse al Examen Universal de la Salud y la Preparación, una herramienta que los Estados Miembros pueden usar para evaluar su disposición operativa frente a las emergencias sanitarias. Gracias a este mecanismo, que se puso a disposición en noviembre de 2020, los países pueden realizar voluntariamente autoevaluaciones teniendo en cuenta las primeras enseñanzas adquiridas durante la pandemia de COVID-19.
En el mismo sentido, los invito a la lectura de mi publicación previa sobre la Caja de herramientas para contribuir al desarrollo de los preparativos y alistamiento para la respuesta frente a las emergencias de salud y desastres.
Documentos conexos en la 78AMS
- A78/13: Labor de la OMS en emergencias sanitarias
- A78/12: Preparación y respuesta frente a emergencias sanitarias: Comité Independiente de Asesoramiento y Supervisión para el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS
- A78/9: Fortalecimiento de la arquitectura mundial para la prevención, preparación, respuesta y resiliencia frente a emergencias sanitarias
- A78/4: Informe consolidado del Director General (incluido el Examen Universal de la Salud y la Preparación)
Información sobre Panamá
Para mayor información sobre Panamá, los invito a complementar con la lectura de la publicación del MEF titulada: “inventario de las incidencias de los desastres en la república de Panamá al 2022” y el Plan Estratégico Nacional de Gestión Integral del Riesgo 2022–2030
Preparación y respuesta frente a las emergencias sanitarias: conclusiones para Panamá
La preparación y respuesta frente a las emergencias sanitarias es fundamental para la protección de la población panameña. La experiencia con la pandemia de COVID-19 dejó en evidencia debilidades estructurales en el sistema de salud del país, desde la falta de insumos médicos y personal especializado, hasta deficiencias en la coordinación interinstitucional. A pesar de los esfuerzos realizados, Panamá enfrentó serios desafíos para contener la propagación del virus y garantizar una atención adecuada, especialmente en las zonas más vulnerables.
Fortalecer la preparación implica mejorar la vigilancia epidemiológica, ampliar la cobertura y la equidad en la atención primaria de salud, y garantizar la capacitación continua del personal sanitario. Además, se requiere institucionalizar planes de contingencia que contemplen escenarios diversos, así como establecer protocolos claros de actuación en todos los niveles del Estado. La inversión en infraestructura de salud y tecnología, junto con la participación ciudadana y la transparencia en la comunicación, son claves para generar confianza y resiliencia social.
Panamá debe priorizar una agenda de salud pública preventiva, sostenible y equitativa, que integre las lecciones aprendidas y prepare al país para futuras crisis. La preparación no puede depender solo de la emergencia: debe convertirse en una política de Estado con visión a largo plazo.
Hoy más que nunca, es vital consolidar mecanismos permanentes de preparación que no solo respondan a emergencias, sino que también fortalezcan la resiliencia de los países frente a futuras crisis sanitarias. La salud no puede seguir siendo un componente reactivo: debe ser una prioridad estratégica del desarrollo sostenible.
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Buenas tardes. Hoy desde la Organización Mundial de la Salud hasta el Ministerio de Salud de Panamá, se sabe lo que hay que hacer. La causa principal de que no se aprueben y desarrollen la políticas públicas correspondientes esta en la clase política y los gobiernos que utilizan el poder priorizando en los intereses personales y de grupos. Un modelo económico que no desarrolla a todo el país, sino , a los sectores que se benefician del transitismo, el comercio y el centro financiero internacional. La salud pública es una de las victimas de esta situación ancestral y anacronica.
Gracias por su comentario. Estamos de acuerdo!