
Me refiero en esta entrega a ofrecer argumentos para la integración funcional y progresiva de los servicios de salud. Uno de los aspectos más sensibles y, al mismo tiempo, más malinterpretados _o desconocidos_ por las autoridades, gremios y la población en general.
En ese sentido, subrayo de entrada que para desarrollar este artículo me he aprovechado de la información pública, escrita y divulgada plenamente por la Comisión de Alto Nivel para la Transformación del Sistema Público de Salud de Panamá es una instancia temporal, consultiva y técnica, creada por el Órgano Ejecutivo el 8 de enero de 2016, con el mandato de analizar de manera integral los problemas estructurales del sistema público de salud y proponer una hoja de ruta para su transformación.
Integración funcional y progresiva de los servicios de salud
Antes de entrar de lleno en el tema es necesario aclarar para todos que, no se trata, y lo subrayo, de una fusión institucional automática ni, mucho menos, de la desaparición de la CSS. Y, no olvidemos que, Panamá ya financia un sistema público de salud con recursos de todos, pero lo opera como si fueran dos sistemas separados. El resultado es ineficiencia, inequidad y frustración ciudadana.
¿Por qué integrar MINSA y CSS?
Como señalé en mi artículo previo titulado “¿Unificación o integración y coordinación en salud?, la integración tiene los siguientes beneficios:
- Mejora de la eficiencia: Al evitar la duplicidad de servicios y optimizar los recursos, se puede lograr una mayor eficiencia en el uso de los recursos disponibles.
- Mayor acceso y equidad: La integración facilita el acceso a los servicios de salud para toda la población, especialmente para aquellos que viven en zonas rurales o que tienen dificultades para acceder a la atención.
- Mejor calidad de la atención: La coordinación entre los diferentes niveles de atención y el uso de protocolos estandarizados pueden mejorar la calidad de la atención y los resultados de salud.
- Mayor satisfacción del paciente: Los pacientes se benefician de una atención más coordinada, continua y centrada en sus necesidades.
En el contexto de Panamá, la integración del sistema de salud implicaría una mayor colaboración entre el MINSA y la CSS, así como con otros actores del sistema, como el sector privado y las organizaciones no gubernamentales.
¿En qué consiste la integración funcional?
La integración funcional significa que MINSA y CSS sigan existiendo, pero operen bajo reglas comunes y mecanismos de coordinación obligatorios, de modo que el usuario perciba un solo sistema público.
Entre las medidas necesarias, deberemos proponer y garantizar:
- Redes de servicios integradas por territorio, no por institución.
- Puertas de entrada comunes, especialmente en el primer nivel de atención.
- Sistemas de referencia y contrarreferencia unificados, para evitar duplicaciones y pérdidas de continuidad en la atención.
- Protocolos clínicos comunes, basados en evidencia.
- Sistemas de información interoperables, con historia clínica compartida.
En la práctica, esto permitiría que una persona sea atendida donde haya capacidad, no donde su carnet lo permita.
¿Cuál es el rol de la CSS en una propuesta de integración funcional y progresiva de los servicios públicos de salud?
Un punto crucial debe ser el respeto a la naturaleza y los derechos del seguro social. Subrayo entonces que, la CSS mantiene:
- Su rol como administradora de los fondos del seguro,
- Sus responsabilidades con los asegurados y pensionados,
- Y su autonomía financiera y administrativa.
La integración no busca “diluir” los recursos de la CSS, sino usar mejor la infraestructura y la capacidad instalada del Estado, evitando duplicaciones y mejorando la eficiencia del gasto.
Este punto es clave para desmontar uno de los temores más frecuentes en el debate público.
¿Cuáles son los beneficios esperados de la integración?
Una integración bien diseñada permitiría:
- Reducir tiempos de espera y listas de espera quirúrgicas,
- Aumentar la capacidad resolutiva del primer nivel,
- Optimizar el uso de recursos humanos y físicos,
- Disminuir el gasto de bolsillo,
- Y avanzar hacia una cobertura más equitativa y efectiva.
En suma, se trata de hacer rendir mejor lo que ya existe, antes de seguir expandiendo un sistema ineficiente.
¿Qué no propone la Comisión de Alto Nivel para la Transformación del Sistema Público de Salud de Panamá?
Tan importante como lo que propone la CAN, es tener bien claro _para disipar dudas_ es lo que no propone. Veamos:
- No plantea eliminar la CSS.
- No propone una estatización total del sistema privado.
- No sugiere una integración improvisada o sin reglas claras.
En ese sentido la CAN ES explícita en que cualquier proceso de integración debe ser:
- Gradual, con tres fases:
- Una primera sería la Coordinación Efectiva MINSA-CSS, donde se homologuen los procesos;
- Una segunda, sería la Integración de los Servicios Públicos de Salud, donde cada institución mantenga su identidad;
- y una tercera, o imagen objetiva, sería un Sistema Único de Salud.
- Transparente,
- Basado en evidencia,
- Y acompañado de un gran diálogo social.
En definitiva, la propuesta de integración MINSA–CSS es el corazón de la transformación, pero también su mayor desafío político e institucional. Su éxito dependerá menos del diseño técnico —que existe— y más de la voluntad política, la gestión del cambio y la confianza ciudadana.
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