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Salud cardiovascular

En seguimiento a mi artículo previo, comparto resumen del episodio 13 del podcast Hablemos de Salud, dedicado a la salud cardiovascular con el Dr. Pedro Ordúñez, asesor principal de la OPS, y los invito a ver el podcast compleo en e sitio de la OPS.

Tiene gran relevancia para nosotros, pues las enfermedades del sistema cardiovascular siguen siendo la principal causa de muerte en nuestro país, causando cada año un promedio de 6,500 defunciones. Constituyen un grave problema de salud pública y requiere que avancemos hacia el desarrollo de un nuevo modelo de atención, basado en la promoción de la salud, la atención preventiva y el abordaje integral e intersectorial de los determinantes sociales de la salud.

Salud cardiovascular: resumen del episodio 13 del podcast “Hablemos de Salud

En este episodio de Hablemos de Salud, Sebastián Oliel (OPS) conversa con el Dr. Pedro Ordúñez, asesor principal de la OPS, sobre la hipertensión arterial, los infartos y los accidentes cerebrovasculares. El DR. Ordúñez ofrece respuestas para prevenir estos padecimientos, por qué es vital medir correctamente la presión arterial, y qué está haciendo la OPS para mejorar el acceso a tratamientos en la región. Un episodio esencial para entender cómo cuidar el corazón.

Introducción: la magnitud del problema

El episodio abre con una cifra contundente: cada hora, más de mil personas mueren en el mundo por infartos o ataques cardíacos vinculados con hipertensión arterial. En la Región de las Américas, las enfermedades cardiovasculares (ECV) causan 2.2 millones de muertes al año, lo que equivale a 6,000 muertes diarias. Además, por cada fallecimiento, se estima que ocurren otros seis eventos cardiovasculares no fatales, lo que multiplica el sufrimiento humano y la carga social y económica.

El doctor Ordúñez enfatiza que la hipertensión arterial es el factor central de la salud cardiovascular: afecta al 35%-40% de los adultos (y hasta al 50% si se adopta la definición de EE. UU. y Europa con valores de 130/80 mmHg). Muchas personas desconocen que son hipertensas porque la condición suele ser silenciosa, sin síntomas evidentes hasta que se produce un infarto, un accidente cerebrovascular (ACV) o un daño irreversible en órganos vitales como los riñones, la vista o el cerebro.

La hipertensión: un asesino silencioso

El especialista recuerda que la hipertensión explica entre 50% y 60% de todos los eventos cardiovasculares. Su efecto en el organismo es devastador: obliga al corazón a trabajar con más presión, lo que provoca crecimiento cardíaco anormal, daña arterias, acelera la aterosclerosis y contribuye a la demencia en etapas avanzadas.

El gran problema es que la mayoría de las personas no se mide la presión arterial regularmente o no lo hace de forma correcta. Esto se debe a tres factores:

  1. Falta de percepción de riesgo en la población.
  2. Servicios de salud que no miden la presión o la miden mal.
  3. Uso de equipos no validados que dan lecturas incorrectas.

Ordúñez subraya la importancia, para tener una buena salud cardiovascular, de medirse la presión anualmente a partir de los 40 años, siguiendo protocolos adecuados y con equipos clínicamente validados. Sin una medición precisa, se corre el riesgo de recibir diagnósticos erróneos y tratamientos inadecuados.

La cascada del tratamiento

El especialista introduce el concepto de “cascada del tratamiento”, que incluye:

  • Detección correcta de la presión alta.
  • Prescripción del medicamento adecuado.
  • Cumplimiento del tratamiento por parte del paciente.
  • Control efectivo de la presión en el tiempo.

Lamentablemente, en la región muchas personas interrumpen el tratamiento al ver mejoras, y perjudican su salud cardiovascular. No saben que los medicamentos deben tomarse de por vida. Otros acceden a fármacos, pero no tienen seguimiento ni control adecuados. El resultado es que una gran proporción de hipertensos permanece sin control, lo que mantiene elevadas las tasas de mortalidad y discapacidad.

Equipos de medición: un cuello de botella

Un tema crítico para apoyar la salud cardiovascular, es la validación de los equipos para medir la presión arterial. Ordúñez revela que menos del 20% de los aparatos disponibles en farmacias y plataformas digitales cumplen criterios clínicos de validación. Esto significa que millones de personas podrían estar tomando decisiones de salud basadas en cifras erróneas.

La OPS impulsa regulaciones para garantizar que solo se comercialicen equipos confiables. También desarrolla cursos y protocolos de capacitación para el personal de salud y campañas educativas para la población.

Infartos y accidentes cerebrovasculares (ACV)

El episodio aborda en detalle los dos eventos cardiovasculares más comunes y mortales:

  • Infarto agudo de miocardio: causado por obstrucción del flujo sanguíneo en las arterias coronarias, con síntomas clásicos como dolor en el pecho, dificultad para respirar y malestar general. Puede presentarse también en personas menores de 70 años: de hecho, el 30% de las muertes cardiovasculares ocurre antes de esa edad.
  • Accidente cerebrovascular (ACV): puede ser hemorrágico (menos frecuente pero más letal) o isquémico (causado por obstrucción arterial en el cerebro). Los síntomas de alerta incluyen debilidad en un brazo o pierna, desviación de la comisura labial y alteraciones del lenguaje. La acción rápida es crucial, pues cada minuto de retraso aumenta el daño irreversible.

El especialista recomienda que quienes están en riesgo (hipertensos, fumadores, diabéticos, personas obesas o mayores de 60 años) estén preparados junto a sus familias para reconocer estos signos y acudir inmediatamente a los servicios de emergencia.

Estrés, mitos y factores de riesgo

Ordúñez aclara mitos frecuentes:

  • No solo los mayores tienen infartos. Un porcentaje significativo ocurre en personas de 50 a 70 años, el grupo poblacional más numeroso.
  • El estrés crónico sí daña el corazón. Aunque el estrés ocasional es natural, la exposición prolongada eleva el riesgo de hipertensión y enfermedad cardiovascular.
  • La edad es un factor inevitable, pero no el único. La alimentación poco saludable, el exceso de sal, el tabaco, la obesidad y el sedentarismo son factores modificables que marcan la diferencia.

La acción de la OPS y la iniciativa HEARTS

Frente a este panorama, la OPS trabaja en dos frentes principales para promover la salud cardiovascular:

  1. Mejorar la calidad de la medición de la presión arterial mediante protocolos estandarizados, cursos de formación y regulación de equipos validados.
  2. Garantizar el acceso a medicamentos esenciales a través de políticas farmacéuticas, listas básicas de fármacos y mecanismos como el Fondo Estratégico, que permite compras consolidadas a precios más bajos y con estándares de calidad.

El esfuerzo más emblemático es la iniciativa HEARTS en las Américas, adaptación regional del programa global de la OMS. Este modelo busca integrar la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares en la atención primaria de salud mediante:

  • Protocolos estandarizados.
  • Trabajo en equipo más allá de los médicos (incluyendo enfermeras y promotores de salud).
  • Acceso garantizado a medicamentos y equipos validados.
  • Monitoreo y evaluación de resultados.

Actualmente, 33 países participan en HEARTS, con más de 6.3 millones de personas en tratamiento y mejoras significativas en el control de la hipertensión.

Prevención en personas sanas y en hipertensos

El doctor establece dos escenarios:

  • Persona sana: debe mantener una alimentación nutritiva, reducir la sal, evitar el tabaco, controlar el peso y realizar actividad física. La edad aumenta el riesgo, pero un estilo de vida saludable puede retrasar o reducir la aparición de hipertensión y complicaciones cardiovasculares.
  • Persona hipertensa: requiere diagnóstico adecuado, tratamiento continuo, seguimiento y control riguroso de la presión. Suspender el medicamento es un error grave.

La clave es asumir que la hipertensión sí se puede prevenir y controlar, siempre que haya compromiso personal y políticas públicas que lo respalden.

Mensaje final: Día Mundial del Corazón

Con motivo del Día Mundial del Corazón (29 de septiembre), Ordúñez recuerda que las enfermedades cardio vasculares son la primera causa de muerte en hombres y mujeres en la región. Sin embargo, también son altamente prevenibles. En los últimos 50 años, la mortalidad por enfermedades cardíacas ha disminuido entre 80% y 90% en varios países gracias a la prevención y al tratamiento efectivo.

El mensaje central es claro: no debemos normalizar la muerte por problemas del corazón. Medirse la presión regularmente, acceder a medicamentos y adoptar hábitos saludables puede salvar millones de vidas.

Conclusión

El episodio deja tres grandes aprendizajes para cudar de la salud cardiovascular:

  1. La hipertensión es el factor de riesgo más letal y frecuente, y a menudo pasa desapercibida.
  2. La detección correcta y el control sostenido requieren equipos validados, protocolos estandarizados y acceso permanente a medicamentos.
  3. La prevención es posible y efectiva mediante cambios en la dieta, ejercicio, abandono del tabaco y políticas públicas coordinadas como HEARTS.

El doctor Ordúñez insiste en que no se trata solo de responsabilidad individual: los sistemas de salud deben garantizar la detección, el tratamiento y el seguimiento adecuado. En sus palabras, “morirse del corazón no es normal y se puede prevenir”.


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