
La prevalencia del retraso de crecimiento y la emaciación es grave y compleja, afectando a millones de personas en América y el Caribe.
Para ilustrar esta realidad comparto resumen de los mensajes principales del capítulo 2 de la publicación Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición 2023 dedicado a la prevalencia del retraso de crecimiento y la emaciación, complemento con gráficas que evidencian que nuestro país no escapa a esa realidad, e invito a nuestras autoridades a leer todo el documento para ayudarnos tomar muy en cuenta esta realidad y modificarla, junto con la empresa privada y la sociedad en general, en los cinco años que tendrán para hacerlo.
Prevalencia del retraso de crecimiento y la emaciación: ¿de qué estamos hablando?
La prevalencia del retraso de crecimiento y la emaciación en América Latina y el Caribe ha mejorado en las últimas décadas, pero sigue siendo una preocupación significativa en varias regiones.
Retraso de crecimiento (talla baja para la edad)
El retraso de crecimiento, que refleja la desnutrición crónica, sigue siendo un problema en América Latina y el Caribe, aunque con variaciones entre países y dentro de regiones específicas.
Emaciación (bajo peso para la talla)
La emaciación, que indica desnutrición aguda, es menos prevalente que el retraso de crecimiento, pero sigue siendo un problema crítico en ciertas áreas.
Mensajes principales en el capítuo 2: ODS 2.2: Malnutrición
El retraso del crecimiento y la emaciación son indicadores críticos de la salud y el desarrollo infantil, reflejando problemas de desnutrición crónica y aguda respectivamente. La prevalencia de estos problemas varía entre regiones, con las tasas más altas en África subsahariana y Asia meridional. Abordar estos problemas requiere un enfoque integral que combine intervenciones nutricionales, mejoras en los servicios de salud, educación, y políticas que promuevan la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
Se requiere una acción coordinada a nivel regional para abordar las causas subyacentes, mejorar la producción agrícola, fortalecer las redes de seguridad social y combatir la pobreza. Las políticas deben enfocarse en mejorar el acceso a alimentos nutritivos y en promover una mayor resiliencia ante los impactos climáticos y económicos. Veamos algunas gráficas que ilustran los mensajes principales del capítulo.
Mensajes principales sobre la prevalencia del retraso de crecimiento y la emaciación
- América Latina y el Caribe se enfrenta a un complejo problema de malnutrición que abarca tanto la desnutrición —retraso del crecimiento, emaciación infantil y carencias de vitaminas y minerales— como el sobrepeso y la obesidad. La región experimentó un aumento en la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años entre 2000 y 2022, y en la prevalencia de la obesidad en adultos entre 2000 y 2016. Además, ambas prevalencias superan las tasas mundiales estimadas, al mismo tiempo que, algunos países de la región todavía presentan una alta prevalencia del retraso del crecimiento en niños y niñas menores de 5 años.
- En 2022, la prevalencia del retraso del crecimiento en niños y niñas menores de 5 años en la región fue del 11,5 %. Si bien se ha logrado una reducción significativa desde el año 2000, la disminución se ha desacelerado en los últimos años. En efecto, entre 2000 y 2012, la prevalencia disminuyó en cerca de 5 puntos porcentuales, mientras que entre 2012 y 2022 la reducción fue de solo 1,2 puntos porcentuales. Por otro lado, entre 2020 y 2022 la prevalencia de este tipo de malnutrición se redujo muy levemente, del 11, 7 % al 11,5 %, respectivamente.
- Aunque se han logrado avances, ninguna subregión está en camino de alcanzar los objetivos de reducción del retraso del crecimiento establecidos por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) para 2025 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, se observan diferencias entre subregiones. En Sudamérica, la prevalencia del retraso del crecimiento en niños y niñas menores de 5 años fue del 9 % en 2022, mientras que en Mesoamérica fue del 16,9 % y en el Caribe de 11,3 %.
- La prevalencia de la emaciación en América Latina y el Caribe fue del 1,4 % en 2022, significativamente inferior a la estimación mundial del 6,8 %. Todas las subregiones y la mayoría de los países están en vías de alcanzar la meta del ODS que busca mantener los niveles de emaciación entre los niños y niñas menores de 5 años por debajo del 3%.
- En América Latina y el Caribe, la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años alcanzó el 8,6 % en 2022, es decir, 3 puntos porcentuales por encima de la estimación mundial. Esta prevalencia ha aumentado más rápidamente en la región en comparación con las cifras a nivel mundial. Además, es la única región donde ningún país con datos disponibles está en camino a alcanzar el objetivo de reducir el sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años a menos de 3 % para el año 2030.
- Entre 2020 y 2022, en el contexto de la pandemia, la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años aumentó ligeramente del 8,3 % al 8,6 % con un incremento mayor en Sudamérica, un aumento más leve en Mesoamérica y manteniéndose estable en el Caribe. En el año 2022, la prevalencia del sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años fue del 9,7 % en Sudamérica, 6,7 % en Mesoamérica y 6,6 % en el Caribe.
- En la región, un 17,2 % de las mujeres de 15 a 49 años sufrieron anemia en 2019, una cifra significativamente menor a la estimación mundial del 29,9 %. Sin embargo, se aprecian diferencias por subregiones. En el Caribe, afectó al 29,2 % de las mujeres en este grupo etario, en Sudamérica al 17,3 %, y en Mesoamérica al 14,6 %.
