
Sobre los desafíos para transformar el sistema de salud he escrito varios artículos en este blog y estoy seguro de que son del conocimiento de la mayoría de los profesionales de la salud y, muy especialmente, de la población que padece a diario las falencias de nuestro sistema público de salud.
No obstante, aprovechado el inicio de un nuevo gobierno consideré obligatorio recordar que sigue siendo una tarea pendiente garantizar el acceso a servicios integrales de salud, centrados en la equidad y la solidaridad, teniendo como meta impulsar acciones que contribuyan a alcanzar la Cobertura Universal de Salud para todas las personas, en todas partes.
En sentido, sin entrar en detalle a describir los principales desafíos que enfrenta nuestro sistema de salud, pues están bien explicados en mi publicación previa dedicada al tema, le dedico esta entrega a describir las dos condiciones absolutamente necesarias para enfrentar con éxito los desafíos para transformar el sistema de salud, a saber: la conformación de un gobierno de unidad nacional para lograr la concertación en salud y; la selección sin clientelismo alguno de las autoridades del MINSA y de la CSS.
Desafíos para transformar el sistema de salud
Conformación de un gobierno de unidad nacional
Un gobierno de unidad nacional generalmente se forma en circunstancias donde los desafíos o crisis nacionales son tan graves que requieren un alto nivel de consenso político y colaboración que trascienda las diferencias partidistas habituales. La formación de un gobierno de unidad nacional busca combinar recursos y talentos de diferentes partes del espectro político para enfrentar conjuntamente desafíos importantes, lo que idealmente lleva a decisiones más inclusivas y representativas.
Comparto a continuación dos gráficas que reflejan claramente la fragmentación política que presentamos y obliga a pensar que un gobierno de unidad nacional puede ser la única forma de asegurar un gobierno funcional y efectivo, capaz de enfrentar los desafíos para transformar el sistema de salud y cualquier otro desafío que tengamos como país.
Elección de Presidente

Aunque el Presidente electo lidero claramente los resultados, obteniendo un 34.29% del respaldo popular, el 65.71% restante votó por otro candidato/a lo cual obligará a reunir a diferentes partidos políticos, a menudo con ideologías variadas, para trabajar conjuntamente en objetivos comunes o enfrentar desafíos nacionales importantes. La buena noticia es que el presidente electo ya manifestó su intención de llevar a cabo un gobierno de unidad nacional.
Elección de diputados

La diversidad política se aprecia claramente en la distribución de las curules de diputados y obligará a establecer alianzas para lograr la gobernabilidad que el país necesitará para enfrentar los desafíos para transformar el sistema de salud y cualquier otro desafío que tengamos para alcanzar el desarrollo pleno en nuestro país. Es obligatorio celebrar que los diputados independientes son la mayoría en la Asamblea, lo cual augura el fin del control del hemiciclo por los mismos de siempre.
Encuentra aquí más sobre los aspectos funcionales, retos y desafíos de larga duración asociados a un gobierno de unidad nacional, y estrategias de mantenimiento.
Las autoridades del Ministerio de Salud para transformar el sistema de salud
Cuando el gobierno que elegimos el 5 de mayo tome posesión deberá _como condición indispensable para la transformación del sistema de salud_ seleccionar un equipo de salud comprometido con el fortalecimiento de las capacidades institucionales necesarias para garantizar el ejercicio pleno del derecho a la salud. No es imposible encontrar a esos profesionales, solo hace falta el compromiso genuino con el bienestar de la población. Tendrá la palabra el nuevo Presidente.
Especial relevancia tendrá el fortalecimiento de la capacidad para el ejercicio de la Rectoría del sector. Es la más importante función de la autoridad sanitaria nacional. Indispensable para que el Minsa pueda influenciar de forma efectiva los principales recursos críticos (financieros, recursos humanos, servicios, medicamentos y tecnología) de nuestro sistema de salud y, lo más importante, para que ejerza con éxito el liderazgo de la construcción del sistema público de salud que queremos para alcanzar la cobertura universal de salud, superando las limitaciones institucionales de nuestro fragmentado sistema de salud.
Pero el ejercicio efectivo de la función rectora, requiere de la selección y el nombramiento de un equipo de salud _en los tres niveles del sistema_ poseedor del conjunto de habilidades, cualidades y valores éticos, que les permitan desempeñar sus funciones de manera efectiva y eficiente. Estas competencias abarcan diferentes áreas, desde la gestión y el liderazgo en un entorno cada vez más complejo y dinámico; hasta la comprensión de los sistemas de salud y las políticas públicas necesarias para mejorar la salud y el bienestar de la población.
Las autoridades de la Caja de Seguro Social para transformar el sistema de salud
Al igual que para el MINSA _ pues las dos instituciones deben funcionar en forma perfectamente coordinada_ la selección del Director de la Caja de Seguro Social será una de las primeras, y más importante decisiones que deberá tomar nuestro presidente electo.
Como he repetido en este blog; no será fácil hacerlo de acuerdo con los principios que deben guiar la gestión pública transparente y efectiva que deseamos y necesitamos, pues ha sido _en no pocas ocasiones_ un anhelado botín político para quienes apoyaron la campaña del nuevo presidente y, por ende, se sienten con derechos para “pasarle esa factura” al nuevo inquilino del Palacio de las Garzas.
Para poner en perspectiva lo apetecible de este puesto; baste con recordar que el Director de la Caja de Seguro Social manejará un presupuesto anual estimado en alrededor de 10,000 millones de balboas y una planilla de cerca de los 35,000 empleados para atender las necesidades de los asegurados y sus beneficiarios.
Esta posibilidad favorece el “clientelismo político” y el tráfico de influencias que nos ha caracterizado, como lo señalan _año tras año_ los índices de percepción de la corrupción que publica la reconocida organización “Transparencia Internacional”. Por eso, los asegurados deberemos estar vigilantes de este proceso, ejerciendo nuestro derecho de controlar la gestión de las autoridades. Y más en este caso, pues somos los verdaderos dueños de la institución.
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