Seleccionar página

Carreteras hídricas y cosecha de agua

El desarrollo de carreteras hídricas y cosecha de agua se han incorporado con fuerza en el discurso político de nuestros candidatos a Presidente, como dos importantes estrategias para ayudarnos a enfrentar la grave crisis hídrica que padecemos producto del cambio climático y otras razones más locales, entre las que destacan, entre otras, la necesidad de modernizar el IDAAN y el desperdicio del vital líquido por parte de la ciudadanía.

En ese contexto, para que sepamos de lo que están hablando los candidatos, le dedico esta entrega a ofrecer información sobre las carreteras hídricas, y las cosechas de agua, asi como experiencias exitosas de ambas estrategias.

Carreteras hídricas: ¿de qué estamos hablando?

De acuerdo con la literatura disponible, una carretera hídrica es un concepto que se refiere al uso de vías fluviales naturales o canales construidos por el hombre para transportar agua desde lugares donde es abundante a regiones donde es escasa.

Las carreteras hídricas pueden tomar varias formas, incluyendo por ejemplo: canales de irrigación, diseñados específicamente para llevar agua a áreas agrícolas para riego, ayudando a aumentar la producción de alimentos en regiones áridas o semiáridas; estructuras (acueductos) construidas para transportar agua desde fuentes distantes a ciudades y pueblos para beber, bañarse, y otros usos domésticos o industriales; proyectos a gran escala que mueven agua de una cuenca hidrográfica a otra, a menudo a través de canales o tuberías, para equilibrar el suministro de agua; adecuación (¿modificación?) de los ríos navegables para permitir el movimiento de embarcaciones que pueden transportar no solo mercancías sino también agua para diversos usos. Por nuestra parte, contamos con 52 cuencas hidrográficas, 18 de estas ellas vierten sus aguas al Caribe; mientras los 34 restantes en el Pacífico.

En todo caso, será vital tener bien presente la importancia del agua como recurso vital y la necesidad de gestionar las carreteras hídricas de manera eficiente y sostenible, especialmente en un contexto de cambio climático y crecimiento poblacional. Es cierto que cambiar el ecosistema natural —de la forma que sea— tiene afectaciones a este. El crecimiento poblacional, ya es una disrupción a nuestros ecosistemas naturales y más aún, cuando carecemos de una planificación que ayude a mitigar el impacto de ese crecimiento y el caer en crisis adicionales. La implementación de tales proyectos debe considerar cuidadosamente los impactos ambientales, sociales y económicos para evitar dañar los ecosistemas locales, desplazar a las comunidades o alterar negativamente los patrones hidrológicos.

Tres ejemplos de carretas hídricas exitosas

Cosecha de agua: ¿de qué estamos hablando?

La cosecha de agua es una práctica que implica recolectar y almacenar agua de lluvia o escorrentía (escurrimiento del agua de lluvia por la red de drenaje hasta alcanzar la red fluvial para su uso futuro), principalmente en la irrigación, pero también para consumo humano y animal, entre otros usos.

La cosecha de agua no solo proporciona un recurso vital para consumo humano y agrícola sino que también ofrece beneficios ambientales, como la reducción de la erosión del suelo y la mejora de la biodiversidad en áreas donde se implementa. Además, al reducir la escorrentía superficial, también puede disminuir la contaminación de cuerpos de agua locales. Es una estrategia importante dentro del manejo integrado de recursos hídricos, promoviendo el uso sostenible del agua y la adaptación al cambio climático.

La cosecha de agua puede realizarse de diversas maneras, incluyendo: recolección de agua de lluvia desde techos, procediendo a canalizarla hacia tanques de almacenamiento o reservorios para su uso posterior; construcción de presas y embalses pequeños para capturar el agua de escorrentía superficial durante las lluvias para su almacenamiento y uso posterior; bancos de agua subterránea o recarga de acuíferos, implica dirigir el flujo de agua superficial hacia zonas donde pueda infiltrarse en el suelo y recargar los acuíferos subterráneos; terrazas de cultivo y barreras de contención; pozos de absorción y trincheras de infiltración para recolectar el agua de escorrentía y facilitar su infiltración en el suelo, mejorando la humedad del suelo y recargando los acuíferos.

Panamá ha decidido implementar Sistemas de Captación de Agua de Lluvia, aprovechando las abundantes precipitaciones que oscilan (hasta ahora) entre los 1,000 a 7,000 milímetros anuales y su precipitación media anual es de 2,924 litros por metro cuadrado. Con la ejecución del Programa SCALL en las comunidades rurales de Panamá se busca aumentar la disponibilidad de agua potable a partir de las lluvias y se reducir incidencias de enfermedades gastrointestinales en niños, niñas y adultos producto del consumo de agua de mala calidad.  En ese sentido, se garantizará que niños y maestros de escasos recursos sean resilientes al cambio climático y mitiguen los efectos climáticos adversos como el fenómeno del niño.

Tres ejemplos de sistemas de cosecha de agua exitosos

Dos condiciones obligatorias para enfrentar la crisis hídrica

Al margen de cualquier propuesta sobre carreteras hídricas y cosecha de agua que se le pueda ocurrir a nuestras próximas autoridades, hay dos condiciones obligatorias para enfrentar la crisis hídrica: modernizar el IDAAN y evitar el desperdicio de agua.

  • Modernizar el IDAAN es un imperativo nacional. No hay que ser un ingeniero experto en gestión de los recursos hídricos para dar fe de la necesidad urgente de mejorar la cobertura y calidad del servicio que brinda nuestra institución responsable por dotación de los servicios de agua potable en nuestro territorio. Baste con padecer los cortes frecuentes producto de daños en esta o aquella potabilizadora o; la observancia impotente de las fugas de agua en cañerías de gran calibre, medidores o hidrantes; que, junto con el mal uso que hace la población, ocasionan un desperdicio cercano al 50% del agua potable producida, y provocan pérdidas millonarias al Estado. Puedes leer más aquí.
  • No menos importante es evitar el desperdicio de agua. Quizás porque hace mucho calor y somos sabedores de que tenemos mucha agua o porque sencillamente es parte de nuestra forma de ser y estamos acostumbrados a hacer un festín con lo que nos cuesta (hasta ahora) poco. Pero esto no puede seguir así porque vamos, más temprano que tarde, a quedarnos sin agua para vivir. Puedes leer más aquí.

Descubre más desde

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo