Más allá de las desafortunadas declaraciones del Director del IDAAN sobre la “epidemia” de piscinas de plástico en los “barrios marginales”, y de la corrupción que según las denuncias cotidianas está presente en mayor o menor grado en los tres Poderes del Estado, incluyendo la adjudicación de contratos en algunas instituciones, lo cierto es que el desperdicio de agua en Panamá es un hecho real. Quizás porque hace mucho calor y somos sabedores de que tenemos mucha agua o porque sencillamente es parte de nuestra forma de ser y estamos acostumbrados a hacer un festín con lo que nos cuesta (ahora) poco. Pero esto no puede seguir así porque vamos, más temprano que tarde, a quedarnos sin agua para vivir. Veamos información importante con la esperanza que nos ayude a cambiar de actitud y cuidar nuestro recurso hídrico.
Antecedentes internacionales
Para llamar la atención sobre la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce y subrayar la importancia del recurso hídrico, cada año celebramos el Día Mundial del Agua. La creación de un día internacional dedicado al agua fue recomendada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992 en Río de Janeiro. La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió a dicha recomendación designando el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.
Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia pública a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de las recomendaciones del Programa 21. Lamentablemente en nuestro país no tuvo mayor trascendencia.
Mensaje de la Directora de la UNESCO
La importancia del agua como recurso vital para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible queda claramente establecida en el Mensaje de la Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial del Agua. Comparto un breve resumen e invito a la lectura completa del mensaje.
“La cuestión de los recursos de agua potable es uno de los principales desafíos de nuestro siglo. Sus repercusiones son múltiples: humanitarias, ecológicas, geopolíticas, etc… Algunas cifras nos permiten hacernos una idea del alcance de los problemas a los que nos enfrentamos.
De acuerdo con el último Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, 3,600 millones de personas del planeta, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven en zonas que pueden padecer escasez de agua al menos un mes al año… Los motivos de esta escasez mundial son conocidos: los recursos de agua dulce están sometidos de manera continua a las presiones combinadas del crecimiento demográfico mundial, el cambio climático, el aumento exponencial del consumo y la generalización de modos de vida que dilapidan los recursos (el subrayado es mío). Para ilustrar este derroche basta una cifra: el 80% de las aguas residuales vuelven al ecosistema sin haber sido tratadas. Esta situación provoca una degradación de los ecosistemas que acentúa aún más los desequilibrios ecológicos y la escasez de agua.
Resulta por tanto urgente encontrar soluciones que protejan, ordenen y restauren los ecosistemas naturales o modificados, y que respondan a los problemas humanos y ecológicos con eficacia y de manera sostenible, aumentando el bienestar de las personas y preservando la biodiversidad. Plantar nuevos bosques, reconectar los ríos a las llanuras inundables y restaurar los humedales, son algunas de las soluciones que permitirán hacer frente a los problemas contemporáneos de gestión del agua, especialmente con miras a desarrollar una agricultura sostenible y construir las ciudades del futuro…”
La situación en Panamá
A pesar de la demostrada importancia del recurso los panameños desperdiciamos alrededor del 50% del agua potable producida, lo cual provoca pérdidas al Estado que ya superan los 100 millones de balboas anuales.
Hace un par de años el MINSA lanzó una campaña titulada “Gota a gota, el agua se agota”. En ese entonces se hizo una declaración de emergencia y se creó un comité interinstitucional para hacer frente a una posible crisis.
El objetivo final de la campaña fue sensibilizar a todos los clientes y usuarios a contribuir con objetivos estratégicos de ahorro de agua, en nuestros hogares, lugares donde laboramos, centros de entretenimiento y de esparcimiento. El IDAAN afirmó “hemos reforzado nuestras cuadrillas de campo, para mejorar el tiempo de respuestas a los reportes de fugas de agua que a diario recibimos a través del 311. Adicionalmente, hemos implementado un programa de barrido y reparación de fugas de agua, tanto reportadas, como las que son identificadas por nuestro personal de campo destinadas a este programa…”
Como sucede con la mayoría de nuestras comisiones y campañas, no existe información del avance de sus promesas y actividades. Lo que sí puedo afirmar es que han admitido que no tienen suficientes cuadrillas de campo y para reparar un medidor que está desperdiciando agua demoran alrededor de 45 días.
En la actualidad Página Web de la Asamblea Nacional nos informa que el Director del IDAAN al rendir cuenta ante el pleno legislativo sobre la gestión administrativa, “aseguró que el plan de mejora de optimización y comercialización de agua potable, con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 250 millones de balboas, va dirigido a un servicio de calidad e ininterrumpido las 24 horas y los siete días de la semana.
Señaló que la meta es la reducción del agua no facturada del 50% al 30% en cinco años. Destacó el funcionario que este 50% de agua no facturada representa 200 piscinas al día, la que se pierde por fuga y del agua no contabilizada, por medidores y la macro medición, debido a conexiones ilegales. En cuanto a los renglones que se basa el préstamo, subrayó que son 60 millones para la asistencia técnica de la entidad, otros 183. 4 millones para la optimización del sistema de producción, comercialización y distribución, y un componente de 6.6 millones para auditoría y cumplimiento”.
Yo me pregunto si es necesario gastarnos 60 millones de balboas (el 24% del préstamo) en asistencia técnica. Acaso no hay suficientes ingenieros y técnicos en el IDAAN con la capacidad para solventar las deficiencias en la administración de la gestión de abastecimiento de agua.
¿Qué podemos hacer hasta que el flamante Director y su equipo resuelvan los problemas?
El propio IDAAN nos hace unas “consideraciones para no malgastar el agua”. Las comparto a continuación por su alta pertinencia, en particular en los periodos de escasez:
- No barrer o lavar estructuras como garajes, aceras, calles, paredes, muros, techos, etc.
- No regar calles o caminos no pavimentados y jardines.
- No compactar rellenos de tierra en obras de ingeniería, entre otras, calles, caminos, carreteras.
- No realizar pruebas de estanquidad durante la construcción de alcantarillados.
- No regar parques o usar el agua para explotaciones agrícolas o ganaderas.
- Lavar equipo automotriz o bañar animales con mangueras sin pistolas de control de presión.
- No derrochar o desperdiciar voluntariamente el agua potable por omisión intencional y/o negligente de la reparación de daños en instalaciones, tales como:
- Cerrar llaves de paso o grifos que ocasionen pérdida innecesaria de agua potable.
- No abrir hidrantes sin la previa autorización del prestador de servicio de agua potable.
¿Y qué le recomendamos el Director del IDAAN?
- Lo primero es que sea más humilde y solidario con la población
- Recupere su independencia y la capacidad para dar el mantenimiento necesario a la infraestructura y de desarrollar y retener a personal de calidad.
- Recupere rápidamente la cartera morosa que ya asciende a más de 75 millones de balboas.
- Fortalezca su capacidad institucional para actuar y resolver con eficiencia y prontitud.
- Atiendan a tiempo los reclamos por medidores dañados o tuberías rotas. Actualmente demoran más de 30 días para atender cualquier reclamo.
El Plan Estratégico Nacional con Visión de Estado “Panamá 2030”
El Eje Estratégico Sostenibilidad ambiental del Plan Estratégico Nacional con Visión de Estado “Panamá 2030” reconoce en su estrategia “Recursos Hídricos y Gestión Integrada de Cuencas” que:
- La disponibilidad de agua es un tema central ante el cambio climático.
- La gestión sostenible del agua, la infraestructura y el acceso a un suministro seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de vida, expanden las economías locales y promueven una mayor inclusión social.
- Los efectos del cambio climático afectan su disponibilidad y en gran medida su calidad.
- La calidad del agua, cobertura, recolección, tratamiento y disposición de las aguas residuales, inciden directamente en la calidad de vida de las personas, respalda el crecimiento económico inclusivo y asegura la integridad de nuestro ambiente.
- La disponibilidad del agua debe abordarse como un tema social de primer orden y su uso eficiente en todos los sectores, para asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento para hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua”.
Y se propone como objetivo “Garantizar la disponibilidad de agua potable de calidad y saneamiento básico a toda la población, según áreas geográficas, estableciendo nuevos e innovadores mecanismos de gestión integrada de cuencas con enfoque ecosistémico, así como innovadores mecanismos financieros para el manejo y protección de las cuencas”.
Nos toca a los panameños garantizar la ejecución de este Plan y ejercer nuestro derecho de controlar socialmente la gestión de todos nuestros funcionarios públicos en el cumplimiento de sus funciones. ¡Hagámoslo!