
Ahora que los diferentes candidatos a puestos de elección popular están formulando sus propuestas de campaña y planes de gobierno, considero necesario hacer un recordatorio de los elementos indispensables para la gerencia estratégica del sistema de salud.
La información ha estado y está disponible desde hace décadas, por lo que es obligatorio que se incorpore en el imaginario colectivo de nuestros políticos, a fin de que le sea de utilidad para los futuros tomadores de decisiones, y nos ayude a pensar en cómo podemos mejorar.
Gerencia Estratégica del sistema de salud: ¿de qué estamos hablando?
La gerencia estratégica del sistema de salud es un enfoque que busca aplicar principios de gestión estratégica en el ámbito de la salud pública para mejorar la eficiencia, efectividad y equidad en la prestación de servicios de salud a nivel poblacional. Implica la formulación e implementación de estrategias a largo plazo para abordar los desafíos de salud pública, teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de recursos, las necesidades de la comunidad, los cambios demográficos y epidemiológicos, y los avances científicos y tecnológicos.
En ese sentido, _aunque hemos avanzado_ mantenemos un sistema de salud segmentado y fragmentado, causante de problemas sin resolver en la organización y administración del sector. Señalo tres de ellos, advierto que me quedo corto, y más adelante ofrezco ideas y argumentos para superarlos.
Cuatro grandes problemas sin resolver
- En primer lugar, es obligatorio comenzar señalando el débil desempeño de las Funciones Esenciales de Salud Pública, en especial, la reconocida debilidad del MINSA para ejercer su rol Rector. Por otro lado, sobre la Gerencia de la CSS, abundan las evidencias que demuestran que los directores de los últimos quinquenios han tenido dificultades de garantizar a los asegurados, de forma continua, con eficiencia y calidad, los servicios de salud por los que pagan y se merecen. Y no olvidemos que buena parte de las falencias de la CSS recae en su Junta Directiva, de la cual son director, el ministro de salud, el ministro de economía y finanzas y el Contralor general de la república. Por lo tanto, y subrayo, ellos también son responsables.
- Lo anterior está directamente relacionado con la escasa o nula coordinación entre las instituciones del sector, junto con un modelo de atención centrado en la enfermedad, ocasiona el malgasto de recursos evidente. La asignación inadecuada de fondos hacia intervenciones de dudosa eficiencia pone de relieve una gestión que, lejos de optimizar los recursos disponibles, los dilapida en prácticas que no contribuyen significativamente a mejorar la salud colectiva. Esto se ve agravado por una concentración desproporcionada de la inversión en hospitales de alta complejidad que, si bien son necesarios, no deben eclipsar la importancia de los servicios básicos de salud, esenciales para atender las necesidades más inmediatas y generalizadas de la población.
- Por otro lado, la centralización de los servicios en áreas urbanas refuerza las desigualdades existentes en el acceso a la salud, dejando en desventaja a las poblaciones más vulnerables, especialmente a las que se encuentran en nuestras comarcas indígenas y provincias más pobres. Esta situación perpetúa un ciclo de pobreza y enfermedad, donde las comunidades más necesitadas son las que menos recursos reciben.
- No menos importante es _en muchos casos_ la ineficiencia y el bajo rendimiento del personal, equipos e instalaciones. Además, la falta de evaluación permanente contribuye a este escenario, impidiendo que se realicen ajustes necesarios y se adopten medidas correctivas basadas en evidencia.
En este contexto, el rol del gerente de servicios de salud es crucial. Se necesita un cambio en el perfil tradicional del gerente, que comúnmente se centra en el ámbito clínico y personal, hacia uno que promueva una visión integral, el uso de datos cuantitativos y la búsqueda de soluciones innovadoras. Sin embargo, la realización de este cambio enfrenta obstáculos, como la resistencia dentro del sistema de salud, donde prevalecen prácticas ineficientes y una cultura institucional burocrática.
Variables críticas para el desarrollo de la gerencia estratégica
Para superar estos retos, existen al menos cuatro variables críticas que requieren atención sistemática para mejorar la eficiencia y satisfacer las necesidades de salud de la población: la dirección política es esencial para establecer un marco de políticas y prioridades efectivas; los estilos gerenciales deben evolucionar más allá de enfoques clínicos individualistas hacia la gestión del cambio y la mejora de servicios; la cultura institucional necesita alejarse de prácticas burocráticas que no benefician a los usuarios; los sistemas operativos deben ser optimizados para mejorar la productividad de los recursos físicos, económicos y humanos, a fin de maximizar la inversión en salud y facilitar el acceso a la atención médica.
Requisitos básicos para el desarrollo de la gerencia estratégica del sistema de salud
Para que la gerencia estratégica del sistema de salud se cumpla son necesarios, al menos, cuatro requisitos básicos:
- Genuina y sincera voluntad política, evidenciada por el compromiso explícito del nivel político del sector, el cual, desde su Nivel Central, deberá dar seguimiento a la operacionalización de la política, evitando que los mandos medios y locales, sintiéndose afectados, obstaculicen los cambios organizacionales.
- Superar la segmentación y fragmentación de los servicios de salud, mediante el desarrollo de Redes Integradas de Servicios de Salud, basadas en la APS y el abordaje de los determinantes sociales de la salud, en el ámbito de la Integración del Sistema de Servicios de Salud, avanzando hacia un verdadero Sistema Nacional de Salud.
- Transferencia efectiva de poder político y de los recursos necesarios, mediante disposiciones legales y administrativas de cumplimiento obligatorio, que le permitan al director del establecimiento de salud, tomar y hacer efectivas las decisiones que correspondan a la realidad local, asumiendo con propiedad el rol de Gerente.
- Desarrollo de la capacidad de gestión en la prestación de servicios, lo que significa capacidad técnica para la coordinación de recursos y para planificar, definir, ejecutar y evaluar las actividades de salud, contando por lo menos con: métodos e instrumentos sencillos de diagnóstico, programación, seguimiento, control y evaluación de los servicios de salud; métodos e instrumentos sencillos para la administración de recursos humanos, financieros y materiales; un proceso organizado y permanente de capacitación gerencial y administrativa de los funcionarios del nivel local.
Más allá de los conceptos básicos
Finalmente, la gerencia estratégica en salud pública, al profundizar más allá de los conceptos básicos, implica una serie de procesos y estrategias específicas que se adaptan a los desafíos únicos del sector de la salud. La implementación efectiva de estas estrategias requiere un enfoque dinámico y adaptativo, dada la naturaleza siempre cambiante de los problemas de salud pública. A continuación, se detallan algunos aspectos adicionales importantes en este campo:
- Inteligencia de Salud Pública: la recopilación y análisis de datos juegan un papel crítico en la gerencia estratégica en salud pública. Esto incluye el uso de big data, inteligencia artificial y sistemas de información geográfica para monitorear brotes de enfermedades, identificar patrones de salud en la población y predecir riesgos de salud futuros. La inteligencia de salud pública permite a los gestores tomar decisiones basadas en evidencia y adaptar rápidamente las estrategias a las necesidades cambiantes.
- Innovación y Tecnología: la adopción de nuevas tecnologías y la innovación en procesos son fundamentales para mejorar la prestación de servicios de salud pública. Esto puede incluir desde la implementación de sistemas de historias clínicas electrónicas hasta el uso de aplicaciones móviles para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. La telemedicina y la telesalud también se han convertido en herramientas clave para ampliar el acceso a servicios de salud, especialmente en áreas remotas o desatendidas.
- Enfoques de Salud Poblacional: la gerencia estratégica en salud pública enfatiza el enfoque en la salud poblacional, lo que implica una comprensión amplia de cómo los determinantes sociales, económicos y ambientales afectan la salud de las comunidades. Esto requiere estrategias que vayan más allá de la atención médica directa, incluyendo políticas públicas que promuevan entornos saludables, acceso a educación y empleo, y reducción de la desigualdad y la pobreza.
- Participación Comunitaria: involucrar a las comunidades en la planificación y ejecución de estrategias de salud pública es crucial para el éxito de cualquier intervención. La participación comunitaria asegura que las estrategias sean culturalmente apropiadas y relevantes para las necesidades específicas de la población objetivo. Además, fomenta la propiedad local de los programas de salud, lo que puede mejorar la sostenibilidad a largo plazo.
- Políticas Públicas y Abogacía: los gerentes de salud pública juegan un rol importante en la formulación de políticas y en la abogacía para cambios legislativos que promuevan la salud pública. Esto puede incluir esfuerzos para regular la industria del tabaco, promover dietas saludables a través de impuestos a bebidas azucaradas, o políticas para reducir la contaminación ambiental. La capacidad de influir en la política pública es fundamental para abordar muchos de los determinantes de la salud a nivel sistémico.
- Gestión del Cambio: finalmente, la gerencia estratégica en salud pública requiere una gestión efectiva del cambio. Los líderes en este campo deben ser capaces de guiar a sus organizaciones a través de transformaciones, enfrentando resistencias, gestionando expectativas y asegurando que los equipos se mantengan motivados y enfocados en los objetivos de salud de la población.
Cada uno de estos elementos contribuye a una gestión estratégica efectiva en el sector de la salud pública, permitiendo responder de manera proactiva a los retos emergentes y maximizando el impacto positivo en la salud de las poblaciones.
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Abruma el volumen gigante de “Problemas sin resolver, variables críticas y requisitos básicos para su desarrollo”
y su acumulación geométrica y sin soluciones oportunas.
Bajo el subtítulo “Innovación y Tecnología“ podríamos agregar la necesidad imperiosa de Implantar el expediente clínico electrónico (EMR) que utiliza el aprendizaje profundo para analizar los datos de los pacientes y proporcionar información útil para la toma de decisiones clínicas.
El aprendizaje profundo permite a los sistemas operativos aprender de los datos incorporados sin ser programados explícitamente. Y pueden mejorar progresivamente según la agregación de más datos al sistema.
Ventajas:
• Detección temprana de pacientes con mayor riesgo de enfermedades cardíacas, metabólicas y malignas.
• Mejores recomendaciones para el tratamiento profesional de enfermedades específicas
• Aumento de la calidad de la atención proporcionando información más precisa y oportuna de los pacientes
• Reducción de costos evitando la duplicación de pruebas y procedimientos y ayudando a identificar y tratar oportunamente los problemas de salud
• Participación de los pacientes en su atención: observar sus propios registros, preguntar a sus tratantes, programar citas y tomar decisiones informadas.
Dentro del subtítulo “Inteligencia de Salud Pública” podríamos mencionar la auditoría médica basada en el aprendizaje profundo. Es un campo emergente que utiliza redes neuronales artificiales para mejorar la precisión y la eficiencia de las auditorías médicas mediante el análisis de grandes cantidades de datos para identificar posibles problemas.
Ventajas:
• Identifica reclamaciones fraudulentas o incorrectas
• Detecta errores en la codificación de enfermedades, fármacos y procedimientos
• Asegura el cumplimiento de los protocolos de atención
De acuerdo. Excelente como siempre amigo!