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Desechos eléctricos y electrónicos

Los desechos eléctricos y electrónicos constituyen un serio probema mundial como lo demuestra la reciente Nota de Prensa de la OMS sobre la publicación “monitoreo regional de los residuos electrónicos” realizado por NNUU, esperando motivarlos a reflexionar y actuar en consecuencia, pues la situación de los desechos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Panamá también es muy preocupante.

Según la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), los RAEE representan entre el 1% y el 5% de los desechos que van a dar al principal vertedero de la ciudad (Cerro Patacón), pero al mismo tiempo representan el 70% de los metales contaminantes, como el plomo y el mercurio. Representan un grave riesgo para la salud humana y el medio ambiente, pues los metales pesados que contienen pueden contaminar el suelo, el agua y el aire, lo que puede provocar problemas de salud como cáncer, malformaciones congénitas y trastornos neurológicos.

Desechos eléctricos y electrónicos: panorama general

De acuerdo con Nota de Prensa de la OMS sobre Desechos eléctricos y electrónicos, “cada año, millones de aparatos eléctricos y electrónicos se desechan porque se rompen o se quedan obsoletos. Estos desechos eléctricos y electrónicos pueden convertirse en una amenaza para el medio ambiente y la salud humana si no se tratan, eliminan y reciclan correctamente”.

“Algunos de los desechos eléctricos y electrónicos más habituales son los ordenadores, los teléfonos móviles y los grandes electrodomésticos, así como los equipos médicos. Cada año, millones de toneladas de este tipo de residuos se reciclan con técnicas poco respetuosas con el medio ambiente y, a menudo, se acumulan en casas y almacenes, se vierten, se exportan o se reciclan en condiciones inadecuadas; lo que puede liberar al medio ambiente hasta 1,000 sustancias químicas diferentes, algunas de ellas neurotóxicas, como el plomo”.

“Las embarazadas y los niños son especialmente vulnerables a estas sustancias por estar expuestos por vías específicas y por su estado de desarrollo”, como lo pongo de relieve en mi artículo previo sobre los desechos electrónicos y la salud de los niños. En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó en 2020 que 16.5 millones de niños trabajaban en el sector industrial, incluido el subsector del tratamiento de desechos.

Exposición a los desechos eléctricos y electrónicos

Los artículos eléctricos y electrónicos contienen muchas sustancias tóxicas diferentes. Aunque la exposición a ellas es poco probable al utilizar los productos que los contienen, su eliminación mediante prácticas y actividades incorrectas puede liberar sustancias tóxicas al medio ambiente. En los vertederos de desechos eléctricos y electrónicos se han observado varias prácticas que entrañan riesgos:

  • personas que rondan los vertederos para llevarse aparatos desechados;
  • vertidos en tierra o en masas de agua;
  • descarga en vertederos junto con los desechos habituales;
  • quema o calentamiento al aire libre;
  • baños de ácido o lixiviación ácida;
  • descompactación y trituración de revestimientos plásticos; y
  • desmontaje manual de equipos.

Estas actividades se consideran peligrosas para el medio ambiente y la salud humana, ya que liberan contaminantes tóxicos que dañan el aire, el suelo, el polvo y el agua en los lugares de reciclaje y en las comunidades vecinas. La quema o calentamiento se considera una de las actividades más peligrosas debido a los humos tóxicos que generan los desechos eléctricos y electrónicos. Una vez en el medio ambiente, los contaminantes tóxicos procedentes de los desechos eléctricos y electrónicos o producidos a través de actividades de reciclado inadecuadas pueden recorrer distancias considerables desde el punto de contaminación y afectar a la salud de la población de zonas lejanas.

Los niños son los más vulnerables

Se ha señalado una serie de resultados adversos para la salud relacionados con las actividades de reciclaje de estos desechos. La exposición a este tipo de desechos puede causar los siguientes efectos en la salud del feto, los lactantes y los niños:

  • resultados neonatales adversos, incluido el aumento de las tasas de mortinatos y nacimientos prematuros;
  • problemas de neurodesarrollo, aprendizaje y comportamiento, causados sobre todo por el plomo liberado a través de las actividades no oficiales de reciclaje de este tipo de desechos; y
  • reducción de la función pulmonar y respiratoria y aumento de la incidencia del asma, que pueden estar relacionados con los altos niveles de contaminación del aire propios de muchos lugares de reciclaje de este tipo de desechos.

Prevención y manejo de los desechos eléctricos y electrónicos

Es fundamental adoptar medidas nacionales e internacionales (Convenio de Basilea, la Convención de Bamako y la Convención de Waigani) destinadas a proteger a las comunidades de las peligrosas actividades de reciclado de estos desechos, como las siguientes:

  • adoptar y aplicar acuerdos internacionales de alto nivel;
  • elaborar y aplicar legislaciones nacionales sobre gestión de desechos eléctricos y electrónicos que protejan la salud pública;
  • incorporar medidas de protección de la salud a las legislaciones nacionales;
  • vigilar los vertederos de este tipo de desechos y las comunidades circundantes;
  • ejecutar y supervisar intervenciones que mejoren las actividades extraoficiales de reciclaje de desechos eléctricos y electrónicos, proteger la salud pública y garantizar fuentes vitales de ingresos para la comunidad;
  • formar a los trabajadores de la salud en todos los niveles sobre los problemas de salud infantil relacionados con estos residuos; y
  • eliminar el trabajo infantil.

Respuesta de la OMS

La Iniciativa de la OMS sobre desechos eléctricos y electrónicos y salud infantil está contribuyendo al desarrollo de una serie de programas internacionales sobre este tipo de desechos y a proyectos piloto en países de América Latina y África. Estos proyectos piloto están estableciendo marcos para proteger la salud infantil de la exposición a los residuos eléctricos y electrónicos que pueden adaptarse y reproducirse en otros países y entornos. Los objetivos de la Iniciativa son:

  • aumentar el acceso a pruebas, conocimientos y concienciación sobre las repercusiones de los residuos eléctricos y electrónicos en la salud;
  • mejorar la capacidad del sector de la salud para gestionar y prevenir riesgos;
  • facilitar el seguimiento de la exposición a los residuos eléctricos y electrónicos y las intervenciones que protegen la salud pública.

Situación de los desechos eléctricos y electrónicos en Panamá

La situación de los desechos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Panamá es preocupante. Según la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), los RAEE representan entre el 1% y el 5% de los desechos que van a dar al principal vertedero de la ciudad (Cerro Patacón), pero al mismo tiempo representan el 70% de los metales contaminantes, como el plomo y el mercurio.

Esto se debe a que los desechos eléctricos y electrónicos suelen ser mezclados con otros tipos de desechos, lo que dificulta su tratamiento y reciclaje. Además, la mayoría de los RAEE son importados, por lo que se desconoce su procedencia y composición.

¿Qué podemos hacer?

En primer lugar, para mejorar la situación de los RAEE en Panamá, es necesario tomar medidas para reducir la generación de estos desechos, aumentar la recolección selectiva y promover el reciclaje.

Algunas medidas que se pueden tomar son:

  • Promover la compra de productos electrónicos duraderos y reparables.
  • Ofrecer incentivos a las empresas que reciclen RAEE.
  • Educar a la población sobre los riesgos de los RAEE.

En 2020, la Asamblea Nacional de Panamá aprobó la Ley 164 de 2020, que regula la gestión de los desechos eléctricos y electrónicos (RAEE) en el país. Esta ley establece un marco legal para la recolección, transporte, tratamiento y reciclaje de los RAEE.

La ley también crea el Fondo para la Gestión Integral de RAEE, que se financiará con contribuciones de los productores, importadores y comercializadores de productos electrónicos. Este fondo se utilizará para financiar programas de educación, sensibilización y promoción del reciclaje de RAEE.

La implementación de esta ley es un paso importante para mejorar la situación de los desechos eléctricos y electrónicos en Panamá. Sin embargo, es necesario que se tomen otras medidas para reducir la generación de estos desechos y aumentar su reciclaje.

Resumen de acuerdo con el Monitoreo regional de los residuos electrónicos para América Latina, 2021

De acuerdo con el monitoreo regional de los desechos eléctricos y electrónicos realizado por NNUU, los desechos eléctricos y electrónicos alcanzan cada año 15.2 Kg por habitante, cifra muy por encima del promedio regional. Además, en materia de recolección presentamos un índice de 0.02 Kg.

A continuación graficas de la publicación “monitoreo regional de los residuos electrónicos” realizado por NNUU, que ilustran la situación de Panamá.

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