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El rol del sector privado en el desarrollo de nuestra niñez: ¡puede hacer mucho más!Sobre el rol del sector privado en el desarrollo de los niños, subraya el Banco Interamericano de Desarrollo en su serie “Primeros Pasos”, que: “las empresas privadas tienen múltiples herramientas para contribuir a garantizar el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo de niños y niñas de hoy (y la productividad de los/as empleados/as del futuro). Además, tienen la responsabilidad corporativa de respetar los derechos de niños y niñas y el compromiso corporativo de promoverlos”. Agrega el BID, que lo anterior no pretende bajo ningún motivo sustituir el rol del Estado, madres, padres y cuidadores, en quienes recae la responsabilidad primordial. Pero el Estado y el sector privado deben contribuir juntos al desarrollo de nuestra niñez.

Esta propuesta tiene gran importancia para Panamá, pues, como se ha señalado hasta la saciedad en esta bitácora; nuestro modelo económico beneficia principalmente a unos pocos, en perjuicio (y lo subrayo) del 20% de nuestra población que padece pobreza multidimensional, coartando el potencial de desarrollo y progreso productivo de nuestra niñez. Veamos un resumen del excelente artículo, complementado con algunos comentarios personales.

Invertir 1000 días es invertir para toda la vida

La abogada especialista en derechos humanos, género y derechos de la infancia, Agustina Pérez, autora de la publicación, comienza destacando que:

 “la inversión que se haga en los primeros tres años de vida de los niños, no solo es necesaria para garantizar derechos, también es costo-efectiva”. Nos recuerda que “según datos de UNICEF, el 18% de los niños y niñas de Latinoamérica menores de 5 años están en peligro de no alcanzar su potencial de desarrollo”. Y subraya que “el cerebro de los niños es producto de los genes, pero también del entorno. Una combinación de lo innato y lo adquirido. Comienza a desarrollarse antes del nacimiento, y crece durante los primeros 1000 días y hasta los 5 años. Durante los primeros 1000 días las neuronas pueden formar hasta mil nuevas conexiones cada segundo. Ello no volverá a repetirse en la vida. El tipo y calidad de tales conexiones determinará el desarrollo cognitivo, social y emocional de niños y niñas, e incluso su bienestar actual y futuro”.

Esto es particularmente importante para Panamá, como lo ratifica el documento “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018”, publicado al final del año pasado por varias agencias de las Naciones Unidas (FAO, OPS/OMS, PMA, UNICEF), el cual informa que el 19% de los niños panameños menores de cinco años padecen de desnutrición (68,000 infantes), superando en esta penosa estadística, a países con un crecimiento económico muy inferior al nuestro, lo que demuestra, una vez más, que el modelo económico del que tanto nos vanagloriamos, beneficia principalmente a una minoría de panameños. No menos importante es destacar que la falta de trabajo, o la precariedad del trabajo, contribuye con el 20% de la pobreza multidimensional que padece alrededor de 800,000 panameños.

A renglón seguido, la autora pregunta: ¿Qué se necesita?, y subraya que:

queremos niños y niñas felices y naciones prósperas. Para ello necesitamos brindarles cuidados adecuados. Esto es: atención sanitaria; nutrición; protección contra todo tipo de violencia física o emocional, malos tratos y abandono, pero también contra contaminación y afectaciones al medio ambiente, catástrofes naturales, conflicto o guerra; estimulación positiva y cuidados responsables; y abundantes oportunidades de aprendizaje”.

¿Qué puede hacer el sector privado para contribuir al desarrollo de nuestra niñez?

La autora señala que sector privado tiene un rol fundamental en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y particularmente en el compromiso de no dejar a nadie atrás. Propone las siguientes ideas sobre los aspectos en los cuales puede actuar el sector privado para el desarrollo de nuestra niñez:

  1. Reducir la informalidad laboraly ofrecer condiciones de trabajo dignas para padres y madres que permitan el acceso a la seguridad social y niveles salariales adecuados para costear gastos de cuidado y educación de niños y niñas contribuye, por ejemplo, a los ODS 1, 2, 4, 5, 8 y 10.
  2. Establecer políticas de conciliación laboral para hombres y mujeresen tanto las mujeres no son las únicas responsables de cuidar. Establecer licencias por maternidad, paternidad y parentales acordes a los estándares y buenas prácticas internacionales; promover la lactancia materna, habilitar lactarios, facilitar el acceso a servicios de cuidado infantil, promover horarios de trabajo flexible y teletrabajo; y permitir a padres y madres acudir a citas médicas prenatales y posnatales contribuye a los ODS 3, 5, 8 y 10.
  3. Garantizar productos y servicios seguros y asequibles, con marketing y publicidad responsablecontribuye al ODS 2, 3, 5 y 9. Por ejemplo, generando hábitos de alimentación saludable y produciendo alimentos asequibles, convenientes y deseables, hace que niños/as y familias tomen mejores decisiones alimentarias, así como campañas de publicidad no sexista y prácticas de marketing que respeten la madurez y capacidad de discernimiento de niños y niñas.
  4. Liderar con el ejemplo realizando ejercicios de debida diligencia y haciendo seguimiento de sus cadenas de valor a través de controles sobre proveedores, sus políticas y espacios de trabajo; garantizar análisis de impacto medioambiental sobre niños y niñas y establecer políticas de energía, transporte y consumo sostenible; e incorporar los derechos de niños y niñas en las políticas de derechos humanos y de RSE contribuye sin dudas al cumplimiento de los ODS 2, 6, 7, 11, 12 y 17.
  5. Invertir en la primera infancia a través de recursos económicos, políticos y sociales para el cumplimiento equitativo y sostenible de derechos de niños y niñas, por ejemplo, apoyando programas de respuesta a emergencias y conflicto armado, de educación de calidad y sensible a la cultura, de recuperación de espacios verdes, etc. contribuye a los ODS 4, 10, 11, 13, 16 y 17.

El rol del sector privado en el desarrollo de los niños: Conclusiones

Como este es un artículo para destacar el rol del sector privado en el desarrollo de los niños, no voy a ahondar en la necesidad de mejorar la precariedad del mercado laboral, caracterizado por salarios que no se corresponden con un monto que permita cubrir las necesidades básicas del trabajador y su familia, la inestabilidad laboral, falta de prestaciones sociales, informalidad laboral. No obstante, lo subrayo como un gran pendiente ético y moral, directamente relacionado con la capacidad del trabajador para proteger el desarrollo de nuestra niñez.

Como afirma la autora “Con intervenciones tempranas, las inequidades y disparidades sociales pueden erradicarse. Los niños y las niñas de hoy, serán los y las trabajadores/as cualificados de mañana”. Y nos recuerda que “el 65% de la riqueza de las naciones es su capital humano”.

Tiene la palabra nuestro sector privado, y nuestro gobierno para disminuir el desempleo, mejorar efectivamente las condiciones laborales de nuestros trabajadores, y promover estas alianzas estratégicas en pro del desarrollo de nuestra niñez.

“La inversión que hagamos hoy definirá nuestro futuro”

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