La obesidad en niños y adolescentes es un grave problema de salud pública. Así lo demuestra el reciente estudio llevado a cabo por el Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud, el número de niños y adolescentes de edades comprendidas entre los cinco y los 19 años que presentan obesidad se ha multiplicado por 10 en el mundo en los cuatro últimos decenios. Si se mantienen las tendencias actuales, en 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal moderada o grave.
En ese contexto comparto las ideas centrales del citado estudio, complementadas con información nacional actualizada sobre la situación de la obesidad infantil en Panamá.
Obesidad en niños y adolescentes del mundo
Las tasas mundiales de obesidad de la población infantil y adolescente aumentaron desde menos de un 1% (correspondiente a 5 millones de niñas y 6 millones de niños) en 1975 hasta casi un 6% en las niñas (50 millones) y cerca de un 8% en los niños (74 millones) en 2016. Estas cifras muestran que, conjuntamente, el número de individuos obesos de cinco a 19 años de edad se multiplicó por 10 a nivel mundial, pasando de los 11 millones de 1975 a los 124 millones de 2016. Además, 213 millones presentaban sobrepeso en 2016, si bien no llegaban al umbral de la obesidad.
El estudio también nos dice que la comercialización, las políticas y los precios de los alimentos, son factores que explican el aumento de la obesidad en niños y adolescentes: “Estas preocupantes tendencias reflejan el impacto de las políticas y la comercialización de alimentos en todo el mundo, que han hecho que los alimentos saludables y nutritivos sean demasiado caros para las familias y las comunidades desfavorecidas. Si la tendencia actual no varía, toda una generación de niños y adolescentes crecerá con la carga de la obesidad y tendrá un riesgo más elevado de sufrir enfermedades, como la diabetes. Es preciso encontrar soluciones para que, tanto en los hogares como en las escuelas, las familias y las comunidades desfavorecidas puedan acceder a alimentos saludables y nutritivos. Además, los países también deben establecer normas e impuestos para proteger a los niños de los alimentos malsanos”.
Lamentablemente las ventas de alimentos procesados industrialmente, incluyendo la comida rápida y las bebidas azucaradas, han aumentado de manera constante en América Latina y están ayudando al incremento de las tasas de obesidad en niños y adolescentes en toda la región.
Situación de la obesidad infantil en Panamá
De acuerdo con publicación del diario La Prensa del día de hoy, el 30% de los menores en edad escolar es obeso. Al menos 3 de cada 10 niños y adolescentes en edad escolar en Panamá tienen exceso de peso, una proporción que representa el 30% de la población estudiantil del país, que pasa de 800 mil menores. Así lo informó el viceministro de Salud, basado en un reciente estudio de la Universidad Especializada de las Américas (UDELAS).
De acuerdo con este análisis, el riesgo de llegar a ser obeso cuando los miembros de la familia ya presentan esta condición es del 27.5% en los varones y del 21.2% en las niñas. Cuanto más temprano comienza la obesidad, peores pueden ser las consecuencias para la salud, detalla la investigación. De allí la importancia de prevenir el exceso de peso desde la etapa del embarazo, promover la lactancia materna y suministrar una alimentación saludable a los chiquillos desde la primera infancia, dice.
Para combatir la obesidad en niños y adolescentes, el Ministerio de Salud (MINSA) lanzó la campaña de prevención “Salva Tu Vida, come sano, muévete y vive mejor”, dirigida a la población en edad escolar. Se busca que los niños sean agentes multiplicadores de los alimentos y estilo de vida saludables. Precisó que la campaña es parte de un plan que lleva adelante el país para hacer frente a la obesidad.
Como parte de estas estrategias, Panamá ha legislado sobre esta materia y aprobado, entre otras, la Ley 75 del 15 de noviembre de 2017, que establece medidas para promover la alimentación adecuada y estilo de vida saludable en los centros educativos; y la Resolución 49 de 2018 del Minsa, que adopta la guía básica para la oferta de alimentos saludables en quioscos y cafeterías de escuelas.
De igual modo, esta semana fue aprobado por insistencia en la Comisión de Economía y Finanzas de la Asamblea Nacional el proyecto de ley 570, que crea el “plan de acción para mejorar la salud y dicta otras disposiciones para establecer el impuesto selectivo al consumo de bebidas azucaradas”. El proyecto fija un impuesto del 7% para las bebidas gaseosas; de 5% para el resto de las bebidas azucaradas, de producción nacional o importadas; y de 10% para los jarabes, siropes y concentrados para la producción de bebidas azucaradas.
¿Qué nos recomienda la OMS?
Finalmente el documento de la OMS subraya que en el 2022, la obesidad en los niños y adolescentes de cinco a 19 años de edad será más frecuente que la insuficiencia ponderal. Sin embargo, las elevadas cifras de insuficiencia ponderal moderada o grave en 2016 (75 millones de niñas y adolescentes 117 millones de niños y adolescentes varones) siguen representando un importante problema de salud pública, sobre todo en las regiones más pobres, y reflejan la amenaza que representa la malnutrición en todas sus formas, ya que en las mismas comunidades conviven niños y jóvenes con peso insuficiente con otros que presentan sobrepeso.
Por su parte la Comisión de la OMS para acabar con la obesidad en niños y adolescentes, subraya en su informe final que “Es necesario un mayor compromiso político para afrontar el problema mundial del sobrepeso y la obesidad en la niñez, ya que muchos niños crecen hoy en día en entornos que propician el aumento de peso y la obesidad. Los procesos de globalización y urbanización están contribuyendo a la creciente exposición a entornos no saludables (obesogénicos). Se ha observado que la comercialización de bebidas no alcohólicas y alimentos malsanos es uno de los principales motivos del aumento del número de niños con sobrepeso y obesos, sobre todo en el mundo en desarrollo”. Hace las siguientes recomendaciones específicas destinadas a los gobiernos:
- Promoción del consumo de alimentos saludables: Aplicar programas amplios que promuevan el consumo de alimentos saludables y contribuyan a reducir la ingesta de alimentos malsanos y bebidas azucaradas por parte de los niños y los adolescentes (por ejemplo, imponiendo gravámenes eficaces a las bebidas azucaradas y frenando la comercialización de los alimentos malsanos).
- Fomento de la actividad física: Aplicar programas amplios que fomenten la actividad física y reduzcan los hábitos sedentarios de los niños y los adolescentes.
- Atención pregestacional y durante el embarazo: Integrar y reforzar las orientaciones relativas a la prevención de las enfermedades no transmisibles con orientaciones actuales sobre atención pregestacional y prenatal (para reducir el riesgo de obesidad en la niñez mediante la prevención del bajo y el alto peso al nacer, la prematuridad y diversas complicaciones del embarazo).
- Alimentación y actividad física en la primera infancia: Proporcionar orientaciones sobre una buena alimentación, sobre el sueño y sobre la actividad física en la primera infancia y prestar apoyo a estos; promover hábitos saludables y velar por que los niños crezcan adecuadamente y adopten esos hábitos (promoviendo la lactancia materna; limitando el consumo de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal, y garantizando que los niños tengan acceso a una alimentación sana y puedan hacer ejercicio en las guarderías).
- Salud, nutrición y actividad física de los niños en edad escolar: Aplicar programas amplios que promuevan entornos escolares saludables, la educación sobre salud y nutrición y la actividad física entre los niños en edad escolar y los adolescentes (mediante el establecimiento de normas relativas a las comidas en los centros escolares, la eliminación de la venta de bebidas y alimentos malsanos y la inclusión en los planes de estudio básicos de formación sobre salud y nutrición y una buena educación física).
- Control del peso: Ofrecer a los niños y los jóvenes obesos servicios de control del peso basados en la familia y en el modo de vida y con componentes múltiples.