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Minería metálica a cielo abierto en PanamáLos defensores de la minería metálica a cielo abierto en Panamá afirman: “La minería bien administrada no causará mayor impacto ambiental, ni afectará la salud de trabajadores, indígenas, campesinos y población en general de nuestro país”. Sin embargo, las voces autorizadas de la Sociedad Panameña de Salud Pública, de la cual formo parte, manifestaron hoy por medio de un comunicado a la nación, que, “experiencia reciente con empresas mineras que han dejado atrás un lastre de destrucción ecológica, impacto sobre cuencas hidrográficas y hasta compromisos laborales y de seguridad social no saldados, también son un ataque a la salud pública”.

En ese contexto, comparto con ustedes el comunicado de la SPSP, presentado hoy en Rueda de Prensa, en el cual se denuncia la intención de ampliar la actividad minera a áreas de mayor extensión lo que expande aún más su impacto devastador en el ambiente y, por ende, en la salud de toda la población del país tanto ahora, como para las futuras generaciones.

¿Qué es la minería a cielo abierto?

Antes de entrar al contenido del comunicado de la SPSP, considero necesario compartir un par de párrafos que nos ofrece la Wikipedia sobre el asunto

  • “Se conoce como minería a cielo abiertominería a tajo (o rajo) abiertocantera, a aquellos aprovechamientos mineros o explotaciones mineras, que se desarrollan en la superficie del terreno, a diferencia de la mina subterránea o de perforación. La minería a cielo abierto se aplica cuando los depósitos comercialmente útiles se encuentran cerca de la superficie. Se emplean medios mecánicos o explosivos para remover los terrenos que recubren o rodean la formación geológica que forma al yacimiento, o banco de materiales. Estos materiales se denominan, genéricamente, estéril, mientras que a la formación a explotar se le llama mineral. El estéril excavado es necesario apilarlo en escombreras fuera del área final que ocupará la explotación, con vistas a su utilización en la restauración de la mina”.
  • Antes de iniciar cualquier proyecto de extracción de materiales, se debe revisar y considerar el cumplimiento de la normativa en las diversas materias: fiscal, laboral, de salud y de seguridad social, realizando también, de ser requerido, el estudio de Impacto Ambiental, y presentarlo para su evaluación ante las autoridades estatales y federales en materia de ecología y medio ambiente, quiénes se encargarán de establecer las medidas de restauración, recuperación, sostenimiento y mantenimiento para amortiguar el impacto ambiental de la actividad extractiva”.

Extracto del comunicado de la SPSP

Subraya la Sociedad Panameña de Salud Pública que, “los derrames, deslaves y contaminación de cuencas hidrográficas y acuíferos subterráneos provocados por la minería metálica a cielo abierto han caracterizado nuestro pasado reciente con absoluta impunidad e irresponsabilidad de la industria minera, haciendo caso omiso al hecho de que Panamá que tiene la segunda mayor precipitación pluvial del mundo, lo cual nos coloca en una situación crítica muy grave frente a este tipo de intervenciones ambientales”.

En ese sentido, de acuerdo con el comunicado, “un informe de la organización EARTHWORKS de los Estados Unidos señala que la mayoría de las minas de cobre a cielo abierto están ubicadas en desiertos y lugares áridos, donde las precipitaciones son limitadas y la comunicación entre los recursos hídricos superficiales y subterráneos es limitada. Pero aún en tales condiciones favorables, el informe señala que “En el 100% de las minas de cobre en los Estados Unidos ocurrieron derrames de las tuberías u otros derrames accidentales,” y que “El 98% de las minas habían causado contaminación de cuencas hidrográficas y acuíferos subterráneos, algunos de los cuales van a requerir tratamiento a perpetuidad para poder ser consumidos”.

El mismo informe concluye que se podrían esperar impactos aún más significativos en la calidad del agua para consumo humano y para la agricultura en minas ubicadas en climas más húmedos, (como es el nuestro) con abundante agua superficial y agua subterránea poco profunda, debido a la alta generación de ácido y otros compuestos tóxicos en las proximidades de las aguas superficiales y subterráneas.

Pero, agregan los expertos, la exposición aguda y crónica a aire, agua y suelos contaminados no solo impacta la salud en forma directa a trabajadores y poblaciones cercanas a las minas, sino que su impacto se extiende a áreas de varios cientos de kilómetros de distancia por las cuencas hidrográficas y acuíferos subterráneos hasta llegar al mar, generar lluvia ácida y alimentos contaminados que se consumen en cualquier parte del mundo.

A pesar de ello, una revisión de la página del Ministerio de Comercio e industrias, MICI, nos permite detectar la cantidad de solicitudes y contratos de minerales metálicos otorgados por nuestro gobierno.

Consideraciones finales

De acuerdo con la sociedad de salubristas, “la información disponible demuestra que, la contaminación y los consecuentes daños a la salud persisten muchísimo después del cierre de las minas. Nuestras generaciones futuras corren el riesgo de sufrir una deteriorada calidad de vida, discapacidad y mortalidad precoz”. Agregan que, “el costo de la minería metálica a cielo abierto en Panamá, externalizada a ellos para el disfrute de ganancias obtenidas con la riqueza subterránea que pertenece a todos los habitantes actuales y futuros del país”.

Por otro lado, los defensores de minería a cielo abierto proclaman que la minería a cielo abierto representa para el país el 4 % del producto interno bruto (PIB), en producción nacional, subrayando que es un empleador importante, que genera miles de empleos directos e indirectos, con beneficios colaterales a cientos de proveedores panameños que brindan sus bienes y servicios.

Finaliza el comunicado de la SPSP subrayando que, “nuestra posición como gremio multiprofesional de especialistas en Salud Pública es de oponernos enérgicamente a esta iniciativa del país para el nocivo desarrollo de la minería metálica a cielo abierto en nuestro territorio, basados en los enormes daños permanentes a la salud humana, la flora, la fauna, el agua y todo el ambiente que esta actividad provocaría.  Apoyamos la posición de declarar a Panamá, por Ley, en país Libre de minería metálica a cielo abierto”. Definitivamente, subraya el comunicado de la SPSP, “Panamá vale más sin minería y la Sociedad Panameña de Salud Pública hace un llamado a toda la población a mantenerse alerta ante los planes del gobierno a favor de la explotación de las minerías”.

Al final yo coincido con lo planteado con la Sociedad Panameña de Salud Pública, pero si detenemos la minería a cielo abierto, las preguntas obligatorias son: ¿cómo recuperamos y sanamos el ambiente devastado por la minería?, ¿cuál es la inversión suplementaria para mantener esos miles de empleos que genera esta empresa?, ¿cuál debe ser el rol de la empresa privada y el gobierno en esa generación de empleos? Debe ser parte del debate.

 

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