A pesar del amplio rechazo ciudadano al oprobioso contrato minero, el gobierno y sus aliados _ empresarios nacionales y de la minera _ optó por la antidemocrática opción de intentar convertirnos en un país minero. Para ello, luego de un aceleradísimo debate en la Asamblea Nacional, se produjo la Ley 406 que aprueba el contrato de concesión minera celebrado entre el Estado y la sociedad Minera Panamá, S.A. Como era de esperarse, dicha acción ha provocado el masivo rechazo ciudadano y nos coloca en un escenario de confrontación que pone en peligro nuestra democracia y obligará _ ahora o en el próximo gobierno _ a la derogación de la mencionada Ley 406 sobre el contrato minero y decidir qué es lo que queremos y cómo lo queremos.
En ese sentido, de acuerdo con los abogados expertos, la Ley 406 no puede ser derogada unilateralmente por el Estado, ya que es un contrato. Para derogarla tendría que existir un acuerdo con la minera. Sin ese acuerdo, todo depende de la Corte Suprema de Justicia y de las demandas de inconstitucionalidad que recibió. Mientras tanto, el gobierno debería verificar el cumplimiento exacto de las normas que tiene el contrato actual y presentar un proyecto de ley de moratoria minera a nivel nacional que cancelara las otras 15 concesiones autorizadas y 104 solicitudes de minería metálica a cielo abierto en el país.
Dicho lo anterior, en seguimiento a mis artículos previos, le dedico esta glosa a proporcionar información sobre lo que significa ser un país minero, subrayando los posibles beneficios y riesgos asociados,a fin de que,en algún momento decidamos si podemos y queremos ser un país minero.
¿Qué significa ser un país minero?
Para comenzar, de acuerdo con los expertos, ser un país minero significa que la minería es una de las principales actividades económicas del país. Esto puede significar que el país posee grandes reservas de minerales, que la minería es una fuente importante de empleo y exportaciones, o que la minería juega un papel importante en el desarrollo económico y social del país.
Ese parece ser nuestro caso, pues poseemos grandes cantidades de minerales de valor económico, como el cobre y el oro; contamos _ aunque no es nuestra _ con una empresa minera que cuentan con la capacidad y la tecnología para extraer y procesar minerales; la minería es una fuente importante de empleo, creando puestos de trabajo directos e indirectos en todo el país; esa minería es una fuente importante de exportaciones, generando ingresos para el país y; puede jugar un papel importante en el desarrollo económico y social del país, generando empleo, ingresos y oportunidades de desarrollo.
Pero no todo es color de rosa pues la minería también tiene impactos negativos en la salud de las personas, es causa de contaminación ambiental y desplazamiento de comunidades. Además, en un país con elevada precipitación pluvial como es el nuestro, el drenaje ácido de minas es un problema ambiental grave que puede causar contaminación del agua y la pérdida de biodiversidad. La lluvia también puede causar inundaciones y deslizamientos de tierra, que pueden dañar las instalaciones mineras y poner en peligro a los trabajadores.
Beneficios asociados al desarollo de la industria minera
Ser un país minero puede proporcionar varios beneficios económicos y sociales significativos. A continuación, enumero algunos de los beneficios más comunes y los invito a ver más aquí.
- Ingresos fiscales y gubernamentales
- Generación de empleo
- Desarrollo de infraestructura
- Inversión extranjera
- Diversificación de ingresos
- Mejora de la calidad de vida
- Fomento de la inversión local
- Exportaciones y balanza comercial positiva
- Desarrollo de habilidades y capacitación
- Fomento de la innovación
- Incentivos para la exploración y descubrimiento
- Mejora de las condiciones de vida en áreas rurales
- Diversificación de exportaciones
- Creación de mercados laborales especializados
- Reservas estratégicas
Es importante destacar que los beneficios de ser un país minero pueden variar según la gestión, la política gubernamental y otros factores. La sostenibilidad, la equidad y la planificación a largo plazo son fundamentales para aprovechar al máximo los beneficios de la industria minera.
Riesgos asociados al desarollo de la industria minera
Ser un país minero conlleva varios riesgos y desafíos. A continuación, enumero algunos de los riesgos más comunes asociados a depender en gran medida de la industria minera y los invito a ver más aquí.
- Volatilidad de precios
- Dependencia económica
- Agotamiento de recursos
- Impactos ambientales
- Conflictos sociales
- Corrupción y mala gobernanza
- Dependencia de inversión extranjera
- Desindustrialización
- Inestabilidad política
- Efecto enclave
- Daños a la salud y seguridad
- Recurso no renovable
- Impacto en comunidades indígenas
- Falta de diversificación económica
En resumen, ser un país minero conlleva varios riesgos y desafíos, desde la volatilidad de precios y la dependencia económica hasta los impactos ambientales y sociales.
Para mitigar estos riesgos, los países mineros a menudo buscan diversificar su economía, fortalecer la regulación y supervisión de la industria minera, promover la inversión en infraestructura y educación, adoptar prácticas sostenibles en la explotación de recursos y promover la equidad en la distribución de beneficios. La gestión adecuada de los recursos minerales es esencial para equilibrar los beneficios económicos con los impactos sociales y ambientales.
Conclusión
La minería metálica en Panamá es una industria en desarrollo que tiene el potencial de contribuir al desarrollo económico del país. Sin embargo, la actividad minera también puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Es importante que la actividad minera se desarrolle de manera sostenible, para que se minimice el impacto en el medio ambiente.
Para ello deberemos desarrollar un efectivo sistema de medición de los principales indicadores de sostenibilidad de la minería metálica, a fin de medir el desempeño del sector minero en términos de su impacto económico, social y ambiental; evaluar el progreso de la industria minera hacia la sostenibilidad, e identificar las áreas en las que se necesitan mejoras.
Con eso en mente, este gobierno, o el que venga en el 2024 deberá convocar a una consulta popular directa (plebiscito) sobre si queremos ser un país minero. Mi opinión es que podemos serlo, siempre y cuando cumplamos con las condiciones éticas, morales, políticas, técnicas y financieras para garantizar una industria minera sostenible.