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Invertir en las ENT hoy: un llamado a salvar vidas

Actualizo esta entrega con el contenido de mi columna de opinión en La Estrella de Panamá en la que hago un llamado a invertir en las ENT hoy para salvar vidas y ahorrar dinero en el futuro. Los invito además a la lectura completa de la hoja informativa de NCD Alliance, cuyo contenido me inspiró para este importante artículo.

El llamado forma parte de los mensajes de la Semana Mundial de Acción sobre las ENT del 5 al 11 de septiembre de 2022, y tiene especial relevancia para nosotros pues, como he señalado antes en esta bitácora, las enfermedades no transmisibles, ENT, causan la muerte a más de 12 mil panameños cada año en el territorio nacional, producto de: hipertensión, los infartos, la diabetes, enfermedades pulmonares, y todos los tipos de cánceres. Esas defunciones representan más del 60 % de todas las causas de muerte, afectan a personas que todavía estaban en edad productiva y tenían mucho que ofrecerles a sus familias y al país. Y, lamentablemente, en Panamá, las ENT no han alcanzado la suficiente y necesaria atención política para detectarlas precozmente, controlarlas y tratarlas. Les alentamos a que usen esta hoja informativa para su incidencia, y a que la compartan con sus redes de trabajo.

Invertir en las ENT hoy: un llamado a salvar vidas

¿Por qué es urgente invertir en las ENT ?

  • “Las ENT drenan la economía mundial, perpetúan la pobreza y amenazan la seguridad sanitaria”.
  • “Las ENT, también conocidas como enfermedades crónicas, cuestan a los países del mundo entre el 3.5% y el 5.9% de su producto interno bruto anual (PIB o PBI, según la región). Se estima que solo las cinco principales ENT cuestan a los países un promedio de más de US $2 billones anuales. Entre 2011 y 2025, solo los países en desarrollo perderán 7 billones de dólares, el PIB combinado de Francia, España y Alemania”.
  • “Las ENT son tanto una causa como una consecuencia de la pobreza, y los enormes gastos debidos a los pagos de bolsillo para el tratamiento de las ENT empujan a millones de personas en todo el mundo a la pobreza extrema cada año”.
  • “Aproximadamente entre el 60% y el 90% de las muertes por COVID-19 han sido de personas que vivían con una o más afecciones crónicas, como la obesidad, las enfermedades cardíacas, renales, o cardiovasculares. La acción y la inversión en ENT ya no deben verse como una idea improvisada después de las enfermedades infecciosas, ni descuidarse dentro de los servicios de salud, sino como fundamentales para la resiliencia, la seguridad, la equidad y la estabilidad económica”.

Sabemos que la mayoría de estas ENT se pueden prevenir mediante intervenciones costo efectivas, que también conocemos, para promover la reducción de los factores de riesgo comunes, tales como el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la inactividad física y comer alimentos poco saludables, entre otras. Dicho lo anterior los invito a que reflexionemos sobre los asuntos que tenemos que resolver para responder de mejor manera a la necesidad de prevenir y controlar las ENT; teniendo en cuenta la eficacia, la rentabilidad, la asequibilidad, la capacidad de ejecución, la viabilidad, y el impacto en la equidad en salud.

Asuntos que tenemos que resolver

Como señalé arriba, las intervenciones específicas _ apropiadas a nuestro contexto y altamente costo efectivas para promover estilos de vida saludables y factores protectores contra las ENT _ las conocemos, tenemos los recursos humanos capacitados para tal efecto, al igual que planes y programas específicos.

No obstante, será fundamental la efectiva y renovada comunicación social para aumentar la conciencia pública y política, la comprensión y la práctica sobre la prevención y el control de las ENT, a fin de integrar la prevención y control de estas dolencias en la agenda social y de desarrollo, y en las estrategias de alivio de la pobreza y desarrollo nacional promovidas tanto desde el sector público como del empresarial con amplia participación social.

Ese aumento de la percepción política y ciudadana nos ayudará a priorizar, aumentar y sostener, según sea necesario, las asignaciones presupuestarias gubernamentales y del sector privado para desarrollar e implementar una política y un plan nacional multisectorial _ con el lógico abordaje de los determinantes sociales, económicos y políticos de la salud _ para la prevención y el control de las ENT con la participación efectiva y comprometida de todas las partes interesadas.

Aunque señalé arriba que poseemos los recursos humanos para la implementación técnica de la propuesta; necesitamos fortalecer la capacidad nacional, incluida la capacidad humana e institucional, para el liderazgo, la gobernanza, la acción multisectorial y las alianzas para la prevención y el control de estas enfermedades.

A estas alturas de la lectura surge obligadamente la pregunta de ¿y de dónde va a salir el dinero para invertir en la prevención y control de las ENT? La respuesta fácil es que entre el Minsa y la CSS manejan un presupuesto de un poco más de 9,000 millones de balboas, equivalente al 36% del Presupuesto General del Estado, y cercano al 8% del PIB, superando el 6% del PIB que establece como referencia la OPS para desarrollar la Cobertura Universal de Salud que incluye por definición la prevención y control de las enfermedades.

Pero esta disponibilidad de recursos financieros, aunque es una condición necesaria, no ha sido suficiente, para combatir las inequidades y avanzar hacia la salud universal. Y esto ha sido básicamente por tres causas que tenemos que superar: la primera y más importante es la segmentación y fragmentación de nuestro sistema público de salud, que afecta la calidad e impide la equidad en las prestaciones de salud; a eso súmenle la prevalencia de un modelo de atención centrado en curar enfermedades, con poco o ningún enfoque de promoción de la salud y menos de determinantes sociales del binomio salud-enfermedad y; finalmente y no menos importante, está la necesidad de fortalecer la capacidad del Minsa para el ejercicio de la Rectoría y las Funciones Esenciales de Salud Pública, así como la capacidad gerencial en salud pública de muchas autoridades de la CSS.

Entonces es claro que, más que la necesidad de recursos financieros está la urgencia de transformar el sistema de salud, evaluar con indicadores objetivamente verificables su desempeño para disminuir la morbilidad y mortalidad que padecemos por causa de las enfermedades objeto de esta glosa, y mejorar de manera integral el estado de salud de la población.

Para eso, complementando nuestra Carta Magna, también tenemos suficientes leyes, reglamentos, normas, decretos, bibliografía nacional e internacional, recursos humanos y experiencia. ¡Que no nos falte la voluntad para invertir en las ENT hoy, y salvar vidas!

Próximas oportunidades para impulsar las inversiones en las ENT

“En 2025, la cuarta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las ENT evaluará los avances en un conjunto de nueve metas mundiales voluntarias para la prevención y el control de las ENT. Se organizarán muchos eventos durante el período previo a la Reunión de Alto Nivel. Algunos de estos son”:

 

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