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Desnutrición crónica infantil

Más allá de la falta de comida...

La desnutrición crónica infantil es uno de los mayores desafíos para el desarrollo humano en el siglo XXI. Y no solo es un problema vinculado a la ingesta de alimentos, sino también una consecuencia de fallas sistémicas como la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a servicios básicos y las políticas públicas ineficaces.

En Panamá, la desnutrición crónica infantil es un grave problema de salud pública, afectando principalmente a los infantes de nuestras comarcas y provincias más pobres. Esta situación tiene graves consecuencias de pobreza, logros educativos insuficientes, acceso inadecuado a alimentos, servicios de salud y saneamiento insuficientes o ausentes. Además, el estado de nutrición de la madre, antes y durante el embarazo determina la salud de ella, y el estado de salud del feto y el recién nacido.

Para ahondar en el tema, comparto resumen de publicación en “The Conversation” titulada “Más allá de la falta de comida: las causas ocultas de la desnutrición crónica infantil” y los invito a complementar con mi publicación “Desnutrición infantil en Panamá, grave problema de salud pública”.

Más allá de la falta de comida: las causas ocultas de la desnutrición crónica infantil

Antes que todo, conozcamos a las autoras del artículo en The Conversation: María Pilar Villena Esponera, profesora de Acción Humanitaria Internacional. Coordinadora Académica del Grado en Cooperación Internacional para el Desarrollo, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja; Maria del Mar Rodríguez-Brioso Pérez, directora Área Ciencias Sociales, Facultad de Artes y Ciencias Sociales (UNIR), UNIR – Universidad Internacional de La Rioja, y; Marta Caballero García, profesora universitaria titular, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja.

Comienzan subrayando que, en 2025 vence el plazo para alcanzar las metas mundiales sobre nutrición acordadas por la Organización Mundial de la Salud, y muchas de ellas siguen lejos de cumplirse, como la reducción de la desnutrición crónica infantil. Este problema representa uno de los mayores desafíos para el desarrollo humano en el siglo XXI.

A renglón seguido, el artículo examina algunas causas _además de la falta de comida_, que suelen ser menos visibles, pero igualmente determinantes en la desnutrición crónica infantil. Comprenderlas es esencial para diseñar intervenciones efectivas que transformen la vida de millones de niños en todo el mundo.

Pobreza y acceso a una alimentación variada

“La pobreza es uno de los principales determinantes de la desnutrición crónica infantil. Esto es debido a que las familias con recursos económicos limitados a menudo no pueden permitirse una alimentación variada”.

“En ese sentido, un estudio de The Journal of Nutrition publicado en 2019 destacó que, en países con altas tasas de pobreza como Níger, las calorías provenientes del huevo son 23 veces más caras que las de los cereales”.

“En contraste, en países desarrollados como Estados Unidos esta diferencia es de solo 1,6 veces. Esta disparidad económica restringe la capacidad de elección alimentaria. Las consecuencias son una dieta monótona y deficiente en nutrientes, lo que provoca que millones de niños se encuentren en lo que UNICEF ha definido como “pobreza alimentaria infantil”.

Desigualdad de género y su impacto en la nutrición

“La desigualdad de género desempeña un papel crucial en la perpetuación de la desnutrición infantil. En muchas culturas las mujeres son las principales responsables de la alimentación y el cuidado de los hijos, pero a menudo carecen de autonomía financiera y acceso a recursos como la tierra y el crédito”.

“Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres rurales que disponen de recursos adecuados, servicios básicos y oportunidades económicas se transforman en catalizadoras para combatir el hambre, la malnutrición y la pobreza. Su empoderamiento genera un efecto multiplicador que beneficia a familias y comunidades completas”.

“Además, la falta de políticas de apoyo a la maternidad y lactancia en el ámbito laboral dificulta que las madres proporcionen una nutrición óptima durante los primeros años de vida de sus hijos. Existe una amplia evidencia científica acerca de los beneficios del amamantamiento para combatir la desnutrición infantil”.

“Sin embargo, según Naciones Unidas, en unos 50 países las mujeres carecen de permisos por lactancia. Y donde los hay, generalmente duran solo seis meses, a pesar de que se recomienda la lactancia durante dos años o más”.

Acceso insuficiente a servicios básicos

“La carencia de acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento, así como a sistemas de educación y salud de calidad, agravan el problema”.

“Las enfermedades infecciosas, especialmente las que causan diarrea, están estrechamente relacionadas con la desnutrición infantil. Según Acción contra el Hambre, cada día mueren 1 000 niños debido al consumo de agua contaminada, saneamiento deficiente y condiciones de higiene inadecuadas”.

“Estas cifras subrayan la necesidad de mejorar los sistemas de agua potable y saneamiento, así como de fortalecer la atención primaria de salud, para prevenir enfermedades que contribuyen a la desnutrición”.

“Por otro lado, en ocasiones las familias desconocen prácticas clave para garantizar una alimentación adecuada y prevenir la desnutrición crónica infantil. La falta de educación nutricional, tanto en las escuelas como en programas dirigidos a las familias, puede perpetuar mitos y prácticas alimentarias inadecuadas”.

Aumento de las crisis humanitarias y alimentarias

“Estos determinantes sociales se ven agravados aún más ante un panorama humanitario global muy desalentador. Los conflictos armados y las crisis humanitarias, cada vez más frecuentes e intensas por los efectos del cambio climático, exacerban la desnutrición infantil”.

“En situaciones de emergencia la disponibilidad de alimentos se reduce drásticamente y la inseguridad alimentaria se convierte en un problema urgente. La escasez de alimentos, la destrucción de infraestructuras y la interrupción de los servicios básicos crean un entorno donde la desnutrición pone en riesgo la vida de los niños”.

Un problema complejo que requiere cooperación global

“Esta complejidad de la desnutrición exige respuestas integrales y coordinadas. Es fundamental que las políticas públicas aborden de manera simultánea los diversos factores que contribuyen a este problema. Para ello, se requiere la colaboración de gobiernos nacionales y locales, empresas, organizaciones sociales y sociedad civil”.

“Estas son algunas de las acciones que, en conjunto, reducirían significativamente la prevalencia de la desnutrición crónica infantil”:

  1. Garantizar el acceso a servicios de salud de calidad.
  2. Impulsar programas de educación nutricional.
  3. Asegurar el acceso a agua segura.
  4. Implementar medidas de reducción del riesgo de desastres.
  5. Garantizar la disponibilidad de alimentos nutritivos a precios asequibles.

“Para lograr avances y cumplir las metas mundiales vinculadas a la nutrición necesitamos mirar más allá de las soluciones inmediatas y comprender las causas estructurales que perpetúan el problema. Solo mediante un enfoque multisectorial podremos romper el ciclo de la desnutrición crónica infantil y garantizar un futuro más saludable y equitativo para las nuevas generaciones”.

Desnutrición crónica infantil en Panamá, grave problema de salud pública

La reducción del hambre, la desnutrición infantil en Panamá, y la mal nutrición pasa por amplificar las formas de seguridad alimentaria centradas en las medidas socioeducativas dirigidas hacia los núcleos de población en los cuales existe prevalencia de prácticas nutricionales que no fomentan el adecuado desarrollo en la primera infancia. El énfasis está en la población vulnerable como, por ejemplo, la desnutrición y los programas de alimentación complementaria para niños, mujeres y adultos mayores en riesgo. Busca reducir la desnutrición infantil, así como los indicadores de mortalidad infantil y materna, principalmente en comarcas y zonas rurales.

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