
La obesidad en el mundo representa un desafío importante de salud pública, y Panamá no escapa a esa realidad. Se trata de una enfermedad crónica relacionada directamente con la morbilidad y mortalidad por enfermedades no transmisibles, ENT, en especial: cánceres (neoplasias), enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y diabetes. Cada una de estas condiciones está asociada y acelerada por el sobrepeso y la obesidad.
En Panamá, 71% de la población adulta presenta obesidad o sobrepeso, por lo que la obesidad también representa un desafío significativo de salud pública que ha estado aumentando en las últimas décadas _debido a una combinación de factores dietéticos, de estilo de vida, económicos y sociales_ ocasionando miles de muertes cada año por estas ENT.
En ese contexto, comparto con ustedes información internacional relevante sobre la obesidad en el mundo, una mirada a la situación nacional, y subrayo la necesidad de que las próximas autoridades integren la prevención y el control de la obesidad en las prestaciones básicas de nuestro sistema de salud.
Obesidad en el mundo: estudio publicado por The Lancet
Principales hallazgos
De acuerdo con los datos de un reciente estudio sobre la obesidad en el mundo, publicado en The Lancet, cuya lectura completa recomiendo, más de 1,000 millones de personas tenían obesidad en 2022.
- De 1990 a 2022, la prevalencia combinada de bajo peso y obesidad en adultos disminuyó en 11 países (6%) para las mujeres y 17 (9%) para los hombres, con una probabilidad posterior de al menos 0,80 de que los cambios observados fueran verdaderas disminuciones.
- La prevalencia combinada aumentó en 162 países (81%) para las mujeres y 140 países (70%) para los hombres, con una probabilidad posterior de al menos 0,80.
- En 2022, la prevalencia combinada de bajo peso y obesidad fue más alta en las naciones insulares del Caribe, la Polinesia y Micronesia, y en los países de Medio Oriente y el norte de África.
- La prevalencia de la obesidad fue mayor que la del bajo peso, con una probabilidad posterior de al menos 0,80 en 177 países (89%) para las mujeres y 145 (73%) para los hombres en 2022, mientras que lo contrario fue cierto en 16 países (8%) para las mujeres y 39 (20%) para los hombres.
- De 1990 a 2022, la prevalencia combinada de delgadez y obesidad disminuyó entre las niñas en cinco países (3%) y entre los niños en 15 países (8%) con una probabilidad posterior de al menos 0,80, y aumentó entre las niñas en 140 países (70%) y niños en 137 países (69%) con una probabilidad posterior de al menos 0,80.
- Los países con mayor prevalencia combinada de delgadez y obesidad en niños en edad escolar y adolescentes en 2022 fueron la Polinesia, Micronesia y el Caribe para ambos sexos, y Chile y Qatar para los niños.
- La prevalencia combinada también fue alta en algunos países del sur de Asia, como India y Pakistán, donde la delgadez siguió siendo prevalente a pesar de haber disminuido.
- En 2022, la obesidad en niños y adolescentes en edad escolar era más prevalente que la delgadez, con una probabilidad posterior de al menos 0,80 entre las niñas en 133 países (67%) y los niños en 125 países (63%), mientras que ocurría lo contrario en 35 países (18%) y 42 países (21%), respectivamente.
- En casi todos los países, tanto para adultos como para niños en edad escolar y adolescentes, los aumentos de la doble carga fueron impulsados por aumentos de la obesidad, y las disminuciones de la doble carga por la disminución del bajo peso o la delgadez.
Interpretación
- La carga combinada de bajo peso y obesidad ha aumentado en la mayoría de los países, impulsada por un aumento de la obesidad, mientras que el bajo peso y la delgadez siguen prevaleciendo en el sur de Asia y partes de África.
- Se necesita una transición nutricional saludable que mejore el acceso a alimentos nutritivos para abordar la carga restante de peso insuficiente y al mismo tiempo frenar y revertir el aumento de la obesidad.
Una mirada al World Obesity Atlas 2024
The acuerdo con el World Obesity Atlas 2024 (cuya lectura completa recomiendo), todos los países se ven afectados por un Indice de masa corporal elevado, IMC, y algunos países de ingresos más bajos muestran los mayores aumentos en la última década. Recordemos que el índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
Panamá no escapa a esa realidad, pues aquí también el IMC ha ido aumentando y se estima que para el 2035 cerca de tres millones de panameños se verán afectados por obesidad o sobrepeso.

Por otro lado, según el estudio sobre la carga mundial de enfermedades de 2024 (IHME, 2024), estimaciones recientes indican que más de 56 millones de personas (adultos y niños) mueren cada año y que se pierden 2.500 millones de años de vida saludable debido a enfermedades, lesiones u otras causas de enfermedad. (AVAD o años de vida ajustados en función de la discapacidad). De ellas, alrededor de 42 millones de muertes y 1.600 millones de AVAD son causados por enfermedades no transmisibles (ENT). Dos tercios de estas muertes por ENT y el 40% de los AVAD por ENT son causados por solo cuatro afecciones: cánceres (neoplasias), enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y diabetes. Cada una de estas condiciones está asociada y acelerada por el sobrepeso y la obesidad.
La importancia de un IMC alto como riesgo de obesidad en el mundo, que contribuye a las principales ENT ha aumentado gradualmente en relación con otros factores de riesgo conocidos en las últimas dos décadas.
Obesidad y sobrepeso en Panamá

En Panamá la obesidad y sobrepeso, también es un grave problema de salud pública, como lo demuestran los últimos resultados de la última Encuesta Nacional de Salud de Panamá (ENSPA), que evidencian la prevalencia de obesidad y sobrepeso en todos los grupos de edad. Y es muy posible que la situación sea peor después de dos años de pandemia.
Y no olvidemos que, en Panamá, las enfermedades no transmisibles, ENT, constituyen la principal causa de muerte, ocasionando más de 15 mil defunciones cada año en el territorio nacional producto de: hipertensión, los infartos, la diabetes, enfermedades pulmonares, y todos los tipos de cánceres.

Estas enfermedades crónicas no transmisibles están relacionadas en forma directa con estilos de vida asociados a factores de riesgo para la salud y la vida, entre los cuales destacan la obesidad y sobrepeso, así como la insuficiente capacidad de nuestro sistema público de salud para la promoción de la salud, prevención y tratamiento oportuno y apropiado.
Plan de aceleración de la OMS para frenar la obesidad

Finalmente, los invito a la lectura y aplicación del plan de aceleración de la OMS para detener la obesidad. Está diseñado para estimular y apoyar la acción multisectorial nacional para enfrentar la obesidad en el mundo. Basándose en políticas que ya han sido probadas y basadas en la ciencia de su implementación y ejecución, el plan ofrece la perspectiva de un cambio radical en la ejecución y el impacto en el esfuerzo por abordar la creciente crisis de la obesidad.
El plan establece pasos graduales para un enfoque integral y sistemático para abordar la obesidad. En el centro del plan se encuentra un conjunto consolidado de políticas que han sido seleccionadas en función de su potencial demostrado para lograr resultados. A continuación, el plan prioriza las recomendaciones de políticas existentes para centrarse en aquellas que tienen más probabilidades de resultar impactantes, factibles, aceptables, asequibles y escalables.
El documento subraya la necesidad de formular y aplicar políticas y acciones multisectoriales que vayan más allá del sector de la salud para la prevención y el control de la obesidad. Estas políticas y acciones se implementan a través de un enfoque coordinado de toda la sociedad con una variedad de ministerios y asociaciones, al mismo tiempo que se gestionan los conflictos de intereses y se salvaguarda la salud pública. Incluyen acciones estructurales, fiscales y regulatorias destinadas a crear entornos alimentarios saludables que hagan que las opciones alimentarias más saludables estén disponibles, sean accesibles y deseables.
Los enfoques respaldados en el plan incluyen: políticas integrales para proteger a las personas del impacto dañino de la comercialización de alimentos; políticas de etiquetado nutricional (incluido el etiquetado frontal del paquete); políticas fiscales (incluidos impuestos y subsidios para promover dietas saludables); políticas públicas de compra y reformulación de alimentos; actividad física; así como políticas escolares de alimentación y nutrición (incluidas las normas alimentarias escolares, el suministro de alimentos y la educación nutricional).
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El informe WHA-75 es muy elocuente:
1. “Objetivos perdidos = oportunidades perdidas = vidas perdidas”
2. “En medio de la crisis de la salud púbica, puede prevenirse la obesidad?”
3. Pienso que podría incorporarse el combate a la DCI como una de las múltiples medidas preventivas. La DCI predispone en la edad adulta a la obesidad y ECNT.
4. Y este mensaje contundente: “¡Ningún país está cumpliendo los objetivos globales para detener el aumento de la obesidad!”
Gracias amigo. En efecto: “¡Ningún país está cumpliendo los objetivos globales para detener el aumento de la obesidad!”