
Garantizar el futuro sostenible del territorio que ocupaba la mina será la primera tarea que tendremos los panameños ahora que la Corte Suprema de Justicia declaro inconstitucional le Ley 406 que aprueba el contrato entre el Estado y Minera Panamá. Pero, eso sí, no olvidemos que tan importante como el cierre de la mina será llevar a la justicia a todos los responsables _actuales y pasados_ por esta situación, y prepararnos para enfrentar con éxito el arbitraje internacional que solicitará la compañía minera.
En ese contexto, y en seguimiento a mi artículo previo sobre cómo debería ser el Plan de cierre de la Mina de Cobre Panamá, le dedico esta entrega a compartir mi columna de opinión de hoy en La Estrella de Panamá, en la cual expreso algunas ideas para recuperar de forma sostenible, eficiente y productiva, las 12,955 hectáreas de nuestro territorio concesionadas a la empresa minera por el gobierno.
Condiciones preliminares para el futuro Sostenible del territorio que ocupaba la mina
El proceso _como señala la CEPAL_ comienza con la ejecución de un plan de cierre sólido, el cual cumpla con los cuatro pasos obligatorios para el cierre adecuado de la mina. A saber: la limpieza del área contaminada a niveles seguros mediante la eliminación o aislamiento de contaminantes; la estabilización física del terreno, el paisajismo, la restauración de la capa superior del suelo y el retorno de la tierra a un propósito útil; la reconstrucción del ecosistema que existía en el sitio de la mina antes de que fuera perturbado y; el establecimiento de un ecosistema estable y autosustentable, pero no necesariamente el que existía antes de que comenzara la minería.
No menos importante será que esta proceso sea llevado _de forma participativa, transparente y blindado contra el clientelismo y la corrupción_ por una amplia gama de partes interesadas, incluidos el gobierno, las empresas mineras, las comunidades locales y las organizaciones ambientales; a fin de mitigar el impacto negativo de la minería y asegurar un desarrollo sostenible posterior al cierre de la mina.
Algunas opciones que recomiendan los expertos en el tema
Dicho lo anterior, veamos qué podríamos hacer en el terreno que ocupaba la mina, teniendo claro que, las posibilidades para garantizar el futuro sostenible del territorio que ocupaba la mina son variadas, y dependen de por lo menos cinco factores: las características y ubicación del terreno, que determina las posibilidades, el acceso y oportunidades de desarrollo económico; los objetivos de los responsables de la planificación; el costo de recuperación, que en nuestro caso será importante pues el terreno puede estar contaminado con metales pesados, por lo que será necesario realizar un proceso de recuperación antes de que pueda ser utilizado para otros fines; el impacto ambiental que tendrán los posibles usos del terreno y; la percepción de la comunidad sobre la propuesta.
En todo caso, la elección del uso del terreno es una decisión importante que deberemos tomar con cuidado, eligiendo el mejor uso que sea beneficioso para el medio ambiente, la comunidad local, y la economía del país. Veamos algunas opciones que recomiendan los expertos en el tema.
Reforestación: este es un uso muy común, ya que ayuda a restaurar el medio ambiente del territorio que ocupaba la mina, y a mitigar los impactos ambientales de la minería. La reforestación puede llevarse a cabo con especies nativas o exóticas, según las condiciones del terreno y el objetivo de la restauración.
Uso agrícola: el terreno puede ser utilizado para el cultivo de diversos productos, como pastos, frutas, verduras, o árboles frutales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el suelo puede estar contaminado con metales pesados, por lo que es necesario realizar un estudio de suelo antes de iniciar cualquier actividad agrícola.
Uso industrial: el terreno puede ser utilizado para la construcción de nuevas instalaciones industriales, como fábricas, almacenes, o centros de distribución. Y en nuestro caso podríamos aprovechar el puerto existente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el terreno puede tener un alto costo de recuperación, y que puede ser necesario realizar un relleno sanitario para eliminar los residuos mineros.
Uso recreativo: el terreno que ocupaba la mina también puede ser utilizado para el desarrollo de actividades recreativas, como la pesca, la caza, o el senderismo. Este es un uso que puede ser muy beneficioso para la comunidad local, ya que crea oportunidades de empleo y de turismo. El uso recreativo debe concentrarse en las áreas que no están contaminadas con metales pesados.
Otras posibilidades de uso del terreno de una mina de cobre pueden incluir: la construcción de nuevas viviendas; la construcción de centros comerciales, oficinas, u hoteles; la construcción de museos, teatros, o centros culturales.
En todos los casos es importante tener en cuenta que el terreno puede estar contaminado con metales pesados, por lo que reitero la necesidad de realizar un estudio de suelo antes de iniciar cualquier actividad.
No menos importante es subrayar que el cierre de la mina y el desarrollo posterior debe evitar el desplazamiento de comunidades locales que han vivido en la zona durante generaciones. Si no se maneja adecuadamente, este proceso puede resultar en la pérdida de viviendas, tierras y medios de vida para las personas afectadas, generando tensiones sociales y problemas humanitarios.
