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Impacto de la política en los determinantes de la salud

Importancia de abordar las cuestiones de salud desde una perspectiva interdisciplinaria, considerando tanto los factores médicos como los sociales, económicos y ambientales.

Impacto de la política en los determinantes de la salud

El impacto de la política en los determinantes de la salud subraya la importancia de abordar las cuestiones de salud desde una perspectiva interdisciplinaria, considerando tanto los factores médicos como los sociales, económicos y ambientales.

Por lo tanto, ahora que nuestro nuevo Presidente anunció oficialmente los nombres de quienes formarán parte de su gabinete, considero obligatorio reflexionar sobre el impacto de la política en los determinantes de la salud, subrayando de entrada la importancia de abordar las cuestiones de salud desde una perspectiva interdisciplinaria, considerando tanto los factores médicos como los sociales, económicos y ambientales.

En ese contexto, le dedico esta glosa a señalar algunos de los principales determinantes de la salud, cómo la política puede afectarlos, y reflexiono al final sobre los políticos que necesitamos pues, para garantizar la salud y el bienestar de todos los panameños necesitamos que nuestros mejores hombres y mujeres estén al frente de las instituciones que conforman nuestro gobierno.

Impacto de la política en los determinantes de la salud

Para poner en contexto el impacto de la política en los determinantes de la salud, la OMS nos recuerda que, “las fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana incluyen políticas y sistemas económicos, programas de desarrollo, normas y políticas sociales y sistemas políticos. Las condiciones anteriores pueden ser altamente diferentes para varios subgrupos de una población y pueden dar lugar a diferencias en los resultados en materia de salud. Es posible que sea inevitable que algunas de estas condiciones sean diferentes, en cual caso se consideran desigualdades, tal como es posible que estas diferencias puedan ser innecesarias y evitables, en cual caso se consideran inequidades y, por consiguiente, metas apropiadas para políticas diseñadas para aumentar la equidad”. Veamos algunas consecuencias directas e indirectas del impacto de la política en los determinantes de la salud

En última instancia, la salud es un fenómeno complejo y multifacético, y abordar sus determinantes requiere enfoques integrados que consideren factores sociales, económicos, ambientales y políticos. La formulación de políticas efectivas y equitativas en el ámbito de la salud implica la colaboración entre múltiples sectores y la consideración de la diversidad de contextos sociales y culturales.

Breve reflexión sobre los políticos que necesitamos

De entrada, tengamos claro que, la mayoría de los políticos están afiliados a un partido político, y _principalmente_ por esa razón, fueron electos en las pasadas elecciones u ocuparán algún cargo público. Lo cual, en ninguno de los dos casos significa que el 100% de los panameños los escogimos. De hecho, solo el 34.2% de los panameños votó por nuestro presidente, lo que significa que el 65.8% de los votantes preferían otra persona en el Palacio de las Garzas. Pero todos lo aceptamos y lo apoyaremos _siempre que cumpla con las promesas de campaña_ porque es la esencia de la Democracia que respetamos. Además confiamos en que los procesos de selección garanticen que los nombrados en los diferentes ministerios e instituciones públicas posean la idoneidad para el cargo.

En ese contexto, lo más importante es que, los políticos que necesitamos, ya sea ocupando un puesto en el Gabinete, o electo para ser diputado a la Asamblea Nacional, posean las competencias y velen por el interés general de los ciudadanos, el bien común, y se mantengan dentro de una ética profesional de servicio al pueblo y no hacia sí mismo.

Los políticos que necesitamos deben poseer los tres elementos obligados de la ética pública: probidad en el uso de los recursos públicos, equidad en sus modalidades de operación y eficiencia en su manejo, de manera que se logre el mayor impacto posible en el bienestar social, finalidad última del Estado. Por ende, es obligatorio comenzar nuestro ejercicio preguntándonos: ¿Han estado presentes la probidad, equidad y eficiencia en las administraciones de los últimos quinquenios? La respuesta no es fácil. No basta con afirmar cómodamente que “todo ha estado y está mal”. No es cierto, hay en el presente y hubo en el pasado, muchos ejemplos del buen gobierno que queremos.

En todo caso, los políticos que necesitamos y queremos, deben ser hombres y mujeres de bien, íntegros y honrados. Caracterizados por un actuar apegado siempre a los principios y valores de probidad. Fundamental es que su gestión se caracterice por la búsqueda de la equidad en la distribución de la riqueza nacional, lo cual no es nada fácil en un país reconocido como uno de los países con mayor desigualdad en el planeta. Finalmente, y no por eso menos importante, el desempeño de ese político que ocupa cargos públicos o es un diputado electo, debe ser eficiente y eficaz en la administración de los billones de dólares que están a disposición de nuestros gobernantes para alcanzar ese necesario bien común.

 

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