
Al cumplirse diez años de la Agenda 2030 como hoja de ruta para el desarrollo sostenible, el Secretario General de las Naciones Unidas señaló este lunes que sólo el 35% de las metas “van por buen camino” o progresan moderadamente.
Aunque el informe anual de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible refleja algunos avances, como el aumento del número de personas que tienen acceso a la electricidad, la cocina limpia e internet, así como a la protección social y a la educación, Guterres advirtió que casi la mitad de las metas avanzan “demasiado despacio” y un 18% va “a la inversa”.
Comparto resumen de Nota de Prensa de la ONU y los invito a la lectura del informe de los ODS. ¡no estamos donde tenemos que estar!
Diez años de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible
De acuerdo con el Secretario General de las Naciones Unidas “Nos encontramos en una emergencia mundial de desarrollo. Una emergencia que se mide en los más de 800 millones de personas que siguen viviendo en la pobreza extrema”, quien también hizo referencia a la intensificación de los impactos climáticos y la deuda, la cual “agota los recursos que los países necesitan para invertir en su gente”.
En ese sentido, enfatizó que, “el progreso es imposible sin desbloquear la financiación a escala”, reiterando su llamamiento a una reforma de la arquitectura financiera internacional, la adopción de medidas de alivio de la deuda y la triplicación de la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo.
La presentación del informe de los ODS coincide con la inauguración de un foro político de alto nivel de dos semanas que busca hacer un balance de los progresos realizados desde la adopción de los ODS en 2015.
Avances innegables pero desiguales
El nuevo informe no solo es pesimista. También destaca varios avances significativos: la tasa de acceso a la electricidad ha alcanzado ya el 92% en el mundo. El declive del matrimonio infantil continúa.
Más niñas asisten a la escuela y la protección social cubre a más de la mitad de la población mundial. El auge de la tecnología digital, con un acceso mundial a internet del 40% al 68% desde 2015, ha permitido a millones de personas acceder a la educación, el empleo y la vida cívica.
Desde 2015, otros 110 millones de niños y jóvenes han sido matriculados en la escuela, y 54 países han eliminado al menos una enfermedad tropical desatendida. “Este progreso demuestra que invertir en desarrollo e inclusión está dando sus frutos“, subrayó el Secretario General.
Pero estos resultados positivos no deben ocultar la realidad de la pobreza persistente, la creciente desigualdad y la crisis climática. En 2024, el año más caluroso registrado, más de 800 millones de personas seguían viviendo en la pobreza extrema. Casi 38 millones son refugiados y 1120 millones de personas viven en barrios marginales sin servicios básicos. Miles de millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable. Y el monto de la deuda de los países pobres de ingresos medios alcanzó un nivel récord de 1.4 billones de dólares en 2023.
Una hoja de ruta en seis áreas
En un intento por corregir la trayectoria negativa, el informe identifica seis áreas en las que más esfuerzos pueden producir efectos sistémicos: sistemas alimentarios, energía, digital, educación, empleo y acción climática. Subrayó Guterres que, “las transformaciones estructurales […] son nuestra hoja de ruta. Los avances en un área pueden multiplicar el progreso en todas ellas”.
Conclusión a los diez años de la Agenda 2030
A cinco años de la meta establecida por la Agenda 2030 el mundo enfrenta importantes desafíos para alcanzar los ODS, especialmente los relacionados con la erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades. De hecho, como señaló el secretario general de la ONU, casi la mitad de las metas avanzan “demasiado despacio” y un 18% va “a la inversa”.
Panamá no escapa a esta situación
Esta situación tiene especial relevancia para nosotros pues, aunque el promedio nacional muestra avances, la pobreza está muy concentrada en áreas rurales e indígenas, como las comarcas Guna Yala, Ngäbe-Buglé y Emberá-Wounaan, donde la pobreza supera el 70%; lo que indica claramente que nuestro país es uno de los más desiguales de América Latina. La pobreza multidimensional, que incluye factores como salud, educación, y vivienda, sigue siendo alta en estos territorios.
Mas en el Tercer Informe Nacional Voluntario de los ODS Panamá
