
¡Sin desarrollo sostenible no hay paz! Así lo manifestó recientemente el Secretario General de la ONU ante el Consejo de Seguridad.
Aunque nuestro país no se desarrolla una guerra; mantenemos indicadores de pobreza multidimensional y grandes inequidades que afectan principalmente a nuestras comarcas indígenas y provincias más pobres. Por esa razón comparto las palabras de Guterres. Deben servirnos como llamado de atención para redoblar nuestro compromiso con erradicar la pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible para todos.
Sin desarrollo sostenible no hay paz
Refiriéndose a la situación actual en el mundo _y Panamá no escapa a dicha tendencia_, el titular de la ONU subrayó que, “la pobreza, la desigualdad y la falta de desarrollo alimentan las guerras”, advirtiendo que, “de continuar las tendencias actuales, dos tercios de los pobres del mundo vivirán en países frágiles o afectados por conflictos para 2030”.
Según el titular de la ONU “las llamas del conflicto a menudo se encienden y alimentan por la pobreza persistente y las crecientes desigualdades”. Lo afirmó en un debate abierto del órgano de seguridad sobre pobreza, subdesarrollo y conflicto, en el que afirmó que la paz duradera requiere de un desarrollo sostenible e instó a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos con el fin de combatir la desigualdad y la pobreza en aras de la estabilidad internacional.
La pobreza genera desesperación
“La pobreza genera desesperación; la desesperación alimenta el malestar. Y el malestar desgarra el tejido social, generando desconfianza, miedo y violencia”, explicó Guterres.
Agregó que, “a estos factores se suman las violaciones de derechos humanos, la delincuencia y la corrupción que surgen en contextos de inestabilidad y emergencia, y los desastres climáticos provocados por las actividades humanos, dando lugar a un ambiente propicio para el terrorismo”.
Guterres destacó que “nueve de cada diez países con los indicadores de desarrollo humano más bajos están en conflicto”, añadiendo que “de los 700 millones de personas que viven en extrema pobreza, el 40% está en zonas de conflicto o inestabilidad, y el número de desplazados internos en todo el mundo supera los 120 millones”.
Desconfianza y desunión geopolítica
El Secretario General reconoció que, “las soluciones son cada vez más escasas debido a la desconfianza y la desunión geopolítica global. “La economía mundial se está desacelerando, las tensiones comerciales están aumentando y la ayuda se está reduciendo, mientras que el gasto militar se dispara”.
No hay mejor prevención que invertir en desarrollo sostenible
En este contexto, Guterres recordó que, “la prevención es la mejor cura para la inestabilidad y el conflicto, por ello no hay mejor prevención que invertir en desarrollo”
Guterres también argumentó que “el desarrollo constituye la primera línea de defensa contra los conflictos. Sin embargo, lamentó, el avance hacia el desarrollo sostenible está perdiendo impulso”.
Recordemos que diez años después de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dos tercios de las metas están retrasadas, y los países en desarrollo carecen de los recursos financieros para alcanzarlas.
En este sentido, Guterres también subrayó que “los países en desarrollo sufren un espacio financiero limitado, una carga de deuda insostenible y un rápido aumento de los precios”. Por ello, “el motor del desarrollo se está asfixiando”.
Conclusión
Para concluir, el Secretario General de la ONU, se refirió a la Conferencia sobre Financiamiento al Desarrollo, que iniciará el 30 de junio próximo, como un “momento clave para reparar y fortalecer este motor vital”.
En ese sentido, urgió una vez más a “aliviar la deuda de los países que se hunden para pagar sus intereses, y conminó a reformar la arquitectura financiera global para que refleje la realidad y las necesidades de imperativas de los países en desarrollo”.
Asimismo, pidió que se dé prioridad a “garantizar la seguridad alimentaria, la educación, la salud, el trabajo decente y la protección social”.
También llamó a la “inversión en tecnologías verdes y resiliencia ante las crisis climáticas; por la construcción carreteras, sistemas de agua y alimentación; por proporcionar electricidad e internet a todos; por crear sistemas de justicia y gobernanza confiables; y por abrir las puertas a la participación de las mujeres y los jóvenes”.
Finalmente apuntó que, “la paz no se construye en salas de conferencias. La paz se construye en las escuelas, en las clínicas, en las comunidades. La paz se construye cuando las personas tienen esperanza y la oportunidad de participar en la construcción de su futuro”.
