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Día Mundial del SIDA 2021El Día Mundial del SIDA 2021 tiene como lemas “Pon fin a las desigualdades. Pon fin al SIDA. Pon fin a las pandemias”. Es una oportunidad para para apoyar a aquellos involucrados en la lucha contra el VIH y para mejorar la comprensión del VIH como un problema de salud pública mundial.

En nuestro país el VIH también es un problema de salud pública. De acuerdo con el MINSA, en el 2020 se estimaron en 31,000 las personas viviendo con VIH/SIDA. La mayoría de ellos el sexo masculino (67%) y en un rango de edad entre 20 y 49 años. Por otro lado, de acuerdo con el INEC, cada año fallecen un promedio de 525 personas por el SIDA, de las cuales el 75% corresponden al sexo masculino. No obstante, Panamá tiene las fortalezas para detener la epidemia de SIDA. Contamos con los recursos humanos, financieros, y una población que, bien orientada y venciendo la apatía, se puede convertir en la pieza clave para marcar la diferencia en la lucha contra la enfermedad por el VIH. Para ayudarnos a enfrentar este flagelo, comparto a continuación un breve resumen dela Nota Conceptual emitida hoy en forma conjunta por OPS y ONUSIDA, y los invito a conocer más sobre esta campaña aquí.

Día Mundial del SIDA 2021

El objetivo de la campaña conjunta de OPS/OMS y ONUSIDA en 2021, basado en el lema “Pon fin a las desigualdades. Pon fin al Sida. Pon fin a las pandemias”, es comunicar sobre el día mundial de la importancia del acceso equitativo a servicios de salud y el fortalecimiento de las acciones en el primer nivel de atención de salud, en especial la prevención combinada del VIH y servicios de tratamiento, así como la promoción del trabajo con las comunidades para alcanzar a las personas más vulnerables al VIH y otras pandemias.

La campaña también hace un llamamiento a tomar medidas urgentes para el mantenimiento de servicios esenciales de prevención y atención al VIH que la pandemia por el COVID-19 y su respuesta haya podido causar en los países. Asimismo, la pandemia ha dejado lecciones aprendidas que se pueden aprovechar; en este sentido tanto la implementación de dispensación de medicamentos para varios meses como la implementación de la auto prueba para VIH y la utilización de la telemedicina han demostrado ser estrategias efectivas para incorporar de manera rutinaria.

Objetivos específicos

  • Movilizar a las poblaciones vulnerables a la infección por el VIH y otras ITS para que tomen acciones dirigidas a la generación de demanda relacionada con prevención, provisión de servicios de pruebas de forma segura y continua y tratamiento adecuado y oportuno.
  • Generar y difundir mensajes dirigidos a las personas más vulnerables a la infección por VIH para aumentar la demanda de pruebas del VIH, así como su mayor y mejor accesibilidad.
  • Promover intervenciones novedosas como la auto prueba cuyos beneficios están basados en evidencia, facilita la confidencialidad y es útil para el testeo de poblaciones que usualmente no son alcanzadas con testeos convencionales de VIH.

América Latina es la región con más desigualdades en el mundo y la “Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al Sida” así como la “Declaración política sobre el Sida” adoptada en la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de las Naciones Unidas de 2021 tienen como objetivo principal acabar con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales que obstaculizan el avance contra esta enfermedad. Sin embargo, acabar con las desigualdades relativas al VIH exige un cambio. Las medidas políticas y de toda índole deben proteger los derechos de todas las personas y prestar especial atención a las necesidades de las comunidades más marginadas y menos favorecidas (afectadas en gran manera por el estigma y la discriminación que crean barreras en el acceso a los servicios) y necesitan de cambios estructurales que tracen un camino factible y justo para la disminución de la inequidad en salud.

Para poner fin al SIDA en el 2030 se precisa un acceso equitativo al diagnóstico de VIH ampliando las oportunidades de acceso a la prueba e implementando la auto prueba, así como el ofrecimiento de PrEP (profilaxis pre exposición al VIH) y PEP (profilaxis post exposición al VIH) de forma equitativa y universal a todas aquellas personas en riesgo sustancial de adquirir el VIH, además de iniciar el tratamiento antirretroviral de forma inmediata haciendo uso de esquemas basados en Dolutegravir y apoyando el acceso con medidas de dispensación de medicamentos durante varios meses.

Los efectos de la pandemia por el COVID-19 han retrasado también los planes de implementación de la profilaxis preexposición (PrEP). Actualmente, hay 10 países en la región que cuentan con políticas públicas de provisión de PrEP, un aumento de sólo 2 países desde el año 2019. Incluso en algunos de estos países que ya ofrecían la PrEP este servicio se ha interrumpido. Sin el impulso de la PrEP a la escala suficiente en las poblaciones clave, no se logrará la reducción del número de nuevas infecciones hasta terminar con el Sida como problema de salud al 2030. Los servicios de atención de salud se redujeron en comparación con los años anteriores al COVID-19 y una serie de factores, como las medidas de confinamiento, impidieron que las personas que viven con VIH acudieran a los servicios de forma regular.

Uno de los principales retos observados del año 2019 al 2020 es la reducción del 34% en el número de pruebas de VIH realizadas, así como una disminución del 27% en el número de pruebas con resultado positivo y del 7% en la cobertura de pruebas en embarazadas. Al reducir el testeo y el número de resultados positivos encontrados existe un riesgo de retroceso en el avance de las metas de eliminación. Por lo que acelerar las acciones, innovar y romper paradigmas convencionales será necesario para retomar el rumbo y encaminar el paso hacia las metas de eliminación para el 2030.

Por último, un informe de la OMS confirma que la infección por VIH es un factor de riesgo independiente para la presentación de cuadros graves deCOVID-19, ingreso y mortalidad hospitalarios. América Latina y el Caribe están en camino de alcanzar la meta de la OMS del 40% de vacunación de COVID-19 para el final del año 2201. Se debe asegurar que las personas vulnerables y de más alto riesgo reciban la vacunación por COVID-19, entre ellas las personas que viven con el VIH.

Día Mundial del SIDA 2021: mensajes clave

  • La pandemia de COVID-19 en las Américas ha dejado en evidencia la importancia de transformar los sistemas de salud de América Latina y el Caribe para brindar servicios de salud basados en la atención primaria y garantizando el acceso universal a la salud para todos, así como un compromiso multisectorial para la eliminación de esta enfermedad.
  • Nuevas estrategias innovadoras como son la dispensación de medicamentos durante varios meses y los nuevos modelos de atención dirigidos por la comunidad han ayudado al mantenimiento de los servicios de VIH durante COVID-19. Sin embargo, ha habido una disminución en el diagnóstico de personas que viven con VIH, así como la postergación de la implementación de la PrEP.
  • Se deben fortalecer los servicios basados en la comunidad y financiarlos suficientemente para que sean la primera línea de batalla contra el estigma, colocando a los derechos humanos en el centro de la respuesta a la pandemia.
  • Se recomienda que las personas con riesgo de contraer el VIH se realicen la prueba y se vinculen a servicios de atención y tratamiento en caso de resultar positivas. Es importante trabajar en conjunto para el aumento de la demanda de servicios de VIH y asociados por parte de las poblaciones vulnerables, así como la actualización de las intervenciones de testeo implementadas por los programas y los servicios de pruebas del VIH, impulsando estrategias de auto testeo en los países de las Américas.
  • La vacunación de COVID-19 debe alcanzar las personas que viven con el VIH como parte de los programas de vacunación nacionales.
  • Los programas de VIH deben recuperar los logros adquiridos hasta ahora y avanzar hacia los objetivos 95-95-95 para 2025, definidos en la nueva Estrategia Mundial del Sida.

 

 

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