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Transmisión aérea del SARS-CoV-2Comparto un breve resumen de traducción libre de publicación en The Lancet en la cual los autores nos ofrecen diez argumentos a favor de la transmisión aérea del SARS-CoV-2, como principal vía de propagación de la enfermedad COVID-19.

La publicación comienza poniendo de relieve que, la revisión sistemática efectuada por C. Heneghan y sus colegas, financiada por la OMS, publicada en marzo de 2021, como preimpresión, afirma: “la falta de muestras recuperables de cultivos virales de SARS-CoV-2 impide sacar conclusiones firmes sobre la transmisión aérea”. A partir de ese primer argumento, se subraya que, “esta conclusión y la amplia circulación de los hallazgos de la revisión son preocupantes debido a las implicaciones para la salud pública”. Vayamos pues sin más preámbulos a una mirada a los diez argumentos que nos ofrece el artículo de The Lancet y los invito a su lectura completa.

Poniendo en perspectiva la transmisión aérea del SARS-CoV-2

Si un virus infeccioso se propaga predominantemente a través de gotas respiratorias grandes que caen rápidamente, las medidas de control clave son reducir el contacto directo, limpiar superficies, barreras físicas, distanciamiento físico, uso de máscaras dentro de la distancia de las gotas, higiene respiratoria y uso de protección de alto grado solo para los denominados procedimientos sanitarios que generan aerosoles. Tales políticas no necesitan distinguir entre interiores y exteriores, ya que un mecanismo de transmisión impulsado por gravedad sería similar para ambos entornos. Esas son las medidas que hemos venido considerando para contener la transmisión del SARS-CoV-2.

Pero si un virus infeccioso se transmite principalmente por el aire, una persona podría potencialmente infectarse cuando inhala los aerosoles producidos cuando una persona infectada exhala, habla, grita, canta, estornuda o tose. La reducción de la transmisión de virus por el aire requiere medidas para evitar la inhalación de aerosoles infecciosos, incluida la ventilación, la filtración de aire, la reducción del hacinamiento y el tiempo que se pasa en el interior, el uso de máscaras en el interior, la atención a la calidad y el ajuste de las máscaras y una protección de mayor grado para el personal sanitario y trabajadores de primera línea.

Transmisión aérea del SARS-CoV-2

Los hallazgos mixtos de estudios que buscan detectar patógenos viables en el aire no son motivos suficientes para concluir que un patógeno no se transmite por el aire si la totalidad de la evidencia científica indica lo contrario. En ese sentido, diez argumentos con sólida base científica apoyan colectivamente la hipótesis de que el SARS-CoV-2 se transmite principalmente por vía aérea. Conozcamos los argumentos.

  • “Primero, los eventos de superpropagación (conciertos de coros, cruceros, mataderos, residencias de ancianos e instalaciones correccionales, entre otros entornos), explican la transmisión sustancial del SARS-CoV-2; de hecho, tales eventos pueden ser los principales impulsores de la pandemia”.
  • “En segundo lugar, la transmisión a largo plazo del SARS-CoV-2 entre personas en habitaciones adyacentes, pero nunca en presencia de otras personas, se ha documentado en hoteles en cuarentena.”
  • “En tercer lugar, es probable que la transmisión asintomática o presintomática del SARS-CoV-2 de personas que no tosen o estornudan represente al menos un tercio, y quizás hasta el 59%, de toda la transmisión a nivel mundial y es una forma clave del SARS-CoV -2 se ha extendido por todo el mundo, en apoyo de un modo de transmisión predominantemente aerotransportado.”
  • “En cuarto lugar, la transmisión del SARS-CoV-2 es mayor en el interior que en el exterior y se reduce sustancialmente con la ventilación interior. Ambas observaciones apoyan una ruta de transmisión predominantemente aérea”.
  • “En quinto lugar, se han documentado infecciones nosocomiales en organizaciones de atención de la salud, donde se han tomado precauciones estrictas contra el contacto y las gotas y el uso de equipo de protección personal (EPP) diseñado para proteger contra la exposición a las gotas, pero no a los aerosoles”.
  • “En sexto lugar, se ha detectado SARS-CoV-2 viable en el aire. En experimentos de laboratorio, el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta por 3 h con una vida media de 1.1 h. Se identificó SARS-CoV-2 viable en muestras de aire de habitaciones ocupadas por pacientes con COVID-19 en ausencia de procedimientos de atención médica que generen aerosoles y en muestras de aire del automóvil de una persona infectada. Por otro lado, aunque otros estudios no han logrado capturar SARS-CoV-2 viable en muestras de aire, es de esperar. El muestreo de virus en el aire es un desafío técnico por varias razones, incluida la efectividad limitada de algunos métodos de muestreo para recolectar partículas finas, deshidratación viral durante la recolección, daño viral debido a fuerzas de impacto (que conducen a la pérdida de viabilidad), reaerosolización del virus durante la recolección y retención en el equipo de muestreo. El sarampión y la tuberculosis, dos enfermedades principalmente transmitidas por el aire, nunca se han cultivado a partir del aire ambiental“.
  • “Séptimo, se ha identificado SARS-CoV-2 en filtros de aire y conductos de edificios en hospitales con pacientes con COVID-19; tales lugares sólo pueden ser alcanzados por aerosoles”.
  • “En octavo lugar, los estudios en los que participaron animales enjaulados infectados que se conectaron a animales no infectados enjaulados por separado a través de un conducto de aire han demostrado que la transmisión del SARS-CoV-2 solo puede explicarse adecuadamente mediante aerosoles“.
  • “Noveno, hasta donde sabemos, ningún estudio ha proporcionado pruebas sólidas o consistentes para refutar la hipótesis de la transmisión aérea del SARS-CoV-2. Aunque algunas personas han evitado la infección por SARS-CoV-2 cuando han compartido aire con personas infectadas, esta situación podría explicarse por una combinación de factores, incluida la variación en la cantidad de diseminación viral entre individuos infecciosos en varios órdenes de magnitud y diferentes condiciones ambientales, especialmente ventilación”.
  • “Décimo, hay evidencia limitada para apoyar otras vías de transmisión dominantes, es decir, gotitas respiratorias o fómites. Se ha citado la facilidad de infección entre personas cercanas entre sí como prueba de la transmisión respiratoria por gotitas del SARS-CoV-2. Sin embargo, la transmisión de proximidad en la mayoría de los casos junto con la infección a distancia para algunos cuando comparten aire es más probable que se explique por la dilución de los aerosoles exhalados con la distancia de una persona infectada. A veces se argumenta que, dado que las gotitas respiratorias son más grandes que los aerosoles, deben contener más virus. Sin embargo, en enfermedades donde las concentraciones de patógenos se han cuantificado por tamaño de partícula, los aerosoles más pequeños mostraron concentraciones de patógenos más altas que las gotas cuando se midieron ambos”.

Conclusión

Los autores proponen que “es un error científico utilizar la falta de evidencia directa del SARS-CoV-2 en algunas muestras de aire para poner en duda la transmisión aérea mientras se pasa por alto la calidad y solidez de la base de evidencia general a favor de la transmisión aérea del SARS-CoV-2. Existe evidencia sólida y consistente de que el virus se propaga por transmisión aérea. Aunque otras rutas pueden contribuir, opinan que es probable que la ruta aérea sea la dominante

Por mi parte, opino que debe mantenerse el uso de mascarillas en interiores, deben utilizarse de forma adecuada, que estén bien ajustadas y tengan la calidad suficiente. Especial atención debe dársele a fortalecer las medidas para limitar o detener la inhalación de partículas infecciosas suspendidas en el aire, como lo son la ventilación adecuada y filtración del aire, la reducción de la aglomeración y la cantidad de tiempo que la gente pasa en el interior.

En este contexto, cobra especial relevancia garantizar el acceso oportuno a las vacunas para todos en todos los lugares. Para nosotros, sin contar a los menores de 15 años, eso significa vacunar a más de dos millones de ciudadanos en los próximos meses. Y tiene que ser rápido por la elevada circulación del SARS CoV-2 en la comunidad, a lo que se le suma ahora la aparición de mutaciones que han demostrado ser más virulentas que la versión original.

La comunidad de salud pública debe actuar en consecuencia y sin más demora.

 

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