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Amenaza de una tercera ola de COVID-19: ¡pongamos nuestras barbas en remojo!La amenaza de una tercera de COVID-19 es real y los panameños debemos poner nuestras barbas en remojo. Este llamado a “poner las barbas (o bardas como prefieren otros) en remojo”, proviene de un antiguo refrán que recomienda que, cuando ves que algo acontece a tu alrededor, lo mismo te puede pasar a ti, así que debes estar preparado o tratar de evitarlo.

Tiene mucho que ver con el control de la epidemia de COVID-19 en Panamá, pues, no son pocos los países, tanto en Europa, como en América, en los que la epidemia que parecía controlada está retomando fuerzas y provoca una tercera ola de casos y defunciones. En ese sentido, a partir de los argumentos presentados en mi artículo de opinión en La Estrella de Panamá, les presento esta versión actualizada al día de hoy, en la cual analizo el estado de la epidemia y hago recomendaciones para ayudarnos a cumplir con nuestra parte, con renovada disciplina ciudadana, evitando caer en la llamada fatiga pandémica y el jolgorio desenfrenado que nos caracteriza cada vez que tenemos una fecha de celebración. De nosotros depende el éxito en el control de esta epidemia.

En Panamá hemos avanzado de manera importante producto del esfuerzo institucional y el compromiso de la inmensa mayoría de la población, y nos encontramos en la misma situación de aparente control en la que se encontraban hace unas semanas los países europeos y algunos de América, los que ignoraron las señales de amenaza de una tercera ola de COVID-19, y hoy, de acuerdo con el último informe de la OMS (31 de marzo), la Región de Europa notificó más de 1.6 millones de casos nuevos y poco menos de 24,000 nuevas muertes en la última semana, un aumento del 11% y del 7%, respectivamente, en comparación con la semana anterior. El número de nuevos casos en la Región ha aumentado de manera constante durante las últimas cinco semanas, mientras que el número de nuevas muertes ha aumentado durante las últimas tres semanas. Esta debe ser razón suficiente para mantener la intensidad de nuestra respuesta, pues esos países descuidaron el cumplimiento de las recomendaciones, y hoy se ven desbordados por el incremento de casos, y forzados a implementar un enfoque más restrictivo para las medidas sociales y de salud pública.

Amenaza de una tercera ola de COVID-19: breve análisis y recomendaciones

Casos, defunciones y pruebas de laboratorio

Desde hace doce semanas mantengamos un reporte diario de casos y defunciones con una clara tendencia al descenso, la cual alcanzó el esperanzador promedio de 368 casos diarios y 6 defunciones por día la semana que terminó el sábado 3 de abril. En el mismo período realizamos 7,500 pruebas diarias de laboratorio y la positividad disminuyó a 4.9%, equivalente a la meta de 5% que establece la OMS para controlar la epidemia; la ocupación en salas de hospitalización y UCI va en franco descenso; estamos desarrollando un intenso programa de vacunación, que ya ha cubierto a cerca del 6% de la población, y; la economía comienza a mostrar señales de recuperación.

Tampoco podemos sentirnos confiados porque estamos acercándonos al anhelado 5% de pruebas de laboratorio positivas, pues hemos disminuido la cifra de pruebas que realizamos diariamente, pasando de 14 mil diarias la semana del 10 de enero a menos de 8 mil diarias la semana pasada. Esa disminución de casi el 50% en las pruebas, nos impide conocer el porcentaje real de personas que pueden estar positivas, esparciendo el virus sin saberlo. Además, mantenemos conglomerados de casos, especialmente en el interior del país, donde se mantiene una elevada presencia y transmisión del virus, que pueden provocar una tercera ola de covid-19. Es obligatorio incrementar (al doble) la realización de pruebas diarias, a fin de concentrar nuestras intervenciones allí donde sea más importante.

Estas cifras nos hacen estar optimistas, pero no podemos bajar la guardia. Debe ser motivo de inquietud y acción, la preocupante meseta que presentamos desde hace cinco semanas, pues ese estancamiento puede anteceder a un repunte de casos. Además, el Ministerio de Salud confirmó el pasado sábado la detección en el país de la cepa brasileña, P1 SARS Cov-2, una de las nuevas variantes de la COVID-19, y posteriormente la identificación de la otra variante brasileña, la P.2. Ya todos en Panamá sabemos que la variante P.1, tiene la particularidad de ser más contagiosa y transmisible de todas las variantes conocidas hasta ahora a nivel mundial. Además, tiene la capacidad para reemplazar rápidamente otras cepas circulantes, está ya circulando en 41 países del planeta, y puede evadir la respuesta inmune, disminuyendo en un 30% la efectividad de la vacuna y, como si fuera poco, afectar a las personas jóvenes, como ya está ocurriendo en Brasil, donde los brasileños más jóvenes están falleciendo por COVID-19 en un nuevo y alarmante cambio de comportamiento del virus.

El gobierno debe estar alerta frente al riesgo de esta “meseta”, que nos está alertando de una amenaza de una tercera ola de COVID-19. Debemos mantener un intenso programa de comunicación social para redoblar el compromiso de la población con las medidas de bioseguridad que conocemos. No es la hora de quitarnos las máscaras y abrazarnos.

Programa de vacunación contra la COVID-19

Por otro lado, aunque llevamos a cabo un exitoso programa de vacunación, el cual nos ha permitido aplicar desde el 20 de enero pasado,  452,790 dosis de la vacuna COVID-19 a nivel nacional; siempre dependeremos de que los productores cumplan con su parte y se mantenga el envío de las vacunas que necesitamos para vacunar lo antes posible a los 3 millones de panameños necesarios para alcanzar la inmunidad de rebaño que frene la circulación del virus, evite la aparición de mutaciones y nos aleje de la amenaza de una tercera ola de COVID-19. En ese sentido el gobierno está llevando a cabo las acciones bilaterales y multilaterales necesarias para garantizar el acceso a los biológicos necesarios.

En ese sentido, el Ministerio de Salud de Panamá aprobó este jueves el uso de emergencia de la vacuna rusa Sputnik V, con la cual busca prevenir el covid-19 en adultos mayores de 18 años, de acuerdo con una nota de prensa de la Dirección de Farmacias y Drogas del país. Además, el MINSA confirmó este sábado que ya inició la revisión de vacuna china Sinovac. De aprobarse el uso del fármaco chino, esta se convertiría en la cuarta vacuna que autoriza el Minsa para su uso después de las fabricadas por las empresa Pfizer (EEUU) , AstraZeneca (Reino Unido / Suecia) y Sputnik V (Rusia).

Dos opiniones internacionales sobre la amenaza de una tercera ola de COVID-19

Sobre la necesidad de no bajar la guardia, la OMS advirtió, cuando quedó claro que la variante del Reino Unido circulaba en la mayor parte de Europa, que, “una vez que se convierta en dominante, puede afectar la curva de la epidemia en general y llevar a la necesidad de un enfoque más restrictivo para las medidas sociales y de salud pública que deben implementarse para que las tasas de transmisión puedan disminuir”. Panamá por su condición de “puente del mundo”, está abierto a la llegada de viajeros de todas las latitudes, lo cual representa a la vez una ventaja económica, social y cultural, y un mayor riesgo de recibir las temidas variantes de Europa y Brasil. No hay duda de que debemos permanecer abiertos, pero debemos intensificar la vigilancia genómica, así como la trazabilidad a viajeros, y fortalecer la vigilancia centinela.

Por su parte, el renombrado científico, Anthony Fauci, refiriéndose a USA, pero claramente aplicable a nuestro país, advierte que “la fase actual de la pandemia de COVID-19, donde las nuevas infecciones diarias se han estabilizado, no es un buen lugar para estar”, pues el estancamiento de los casos representa un alto riego de que vuelva a resurgir, subrayando que “lo hemos visto con oleadas anteriores”. Por esa razón, el científico instó a las personas a “aguantar un poco más” con restricciones destinadas a mitigar la propagación de COVID-19 para que el programa de vacunación realmente pueda afianzarse y, por lo tanto, reducir la posibilidad de otro aumento y enfrentar con éxito la amenaza de una tercera ola de COVID-19.

Finalmente, como dije al inicio, sigue siendo de vital importancia que todos los ciudadanos cumplamos con nuestra parte, con renovada disciplina ciudadana, evitando caer en la llamada fatiga pandémica y el jolgorio desenfrenado que nos caracteriza cada vez que tenemos una fecha de celebración. De nosotros depende el éxito en el control de esta epidemia.

 

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