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Ni una muerte más por tuberculosis: es hora de actuarLa Tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo. Cada día mueren casi 4,500 personas a causa de la TB y aproximadamente 30,000 personas contraen esta enfermedad prevenible y curable. Aunque tenemos que hacer mucho más para que no haya ni una muerte más por tuberculosis, se calcula que los esfuerzos mundiales por luchar contra la TB han salvado 54 millones de vidas desde 2000 y han reducido la tasa de mortalidad por TB en un 42%.

En Panamá la tuberculosis sigue siendo un importante problema de salud pública, responsable por más de 190 muertes cada año, la mayoría en nuestras comarcas indígenas y provincias más pobres. Pero la tuberculosis debería ser una enfermedad del pasado. Es prevenible y curable; por lo tanto, no hay duda de que podemos y debemos lograr mejores resultados y no permitir ni una muerte más por tuberculosis.

En ese contexto comparto con ustedes información internacional, complementada con datos nacionales sobre la enfermedad. Será otro reto que enfrentarán las próximas autoridades, pues ningún panameño debe morirse por tuberculosis en el siglo XXI.

Día Mundial de la Tuberculosis

El pasado 24 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la Tuberculosis para incrementar la concientización pública sobre las devastadoras consecuencias, sociales y económicas de la tuberculosis en quienes padecen esta enfermedad prevenible y curable. La OPS/OMS invita a intensificar los esfuerzos dirigidos a poner fin a la epidemia mundial y no permitir ni una muerte más por tuberculosis.

La campaña de este año se centra en acelerar el compromiso para terminar con la tuberculosis en seguimiento a la Declaración de la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre TB del 2018; no solo a nivel político con los jefes de estado y de gobierno sino también con gobernadores, alcaldes, parlamentarios, líderes comunitarios, personas afectadas con tuberculosis así como médicos, enfermeras y demás trabajadores de salud, organizaciones no gubernamentales, miembros de la sociedad civil, y otros socios.

Situación de la tuberculosis en Panamá

De acuerdo con el Ministerio de Salud, en el 2016 se notificaron 1,837 casos nuevos de Tuberculosis; 1,588 de los casos (86.4%) fueron Tuberculosis pulmonar y 249 (13.5%), TB extrapulmonar. La tasa de incidencia de Tuberculosis en todas sus formas fue de 45.5, casos por 100,000 habitantes a nivel nacional. Seis regiones registraron incidencias superiores a la nacional: Kuna Yala, Bocas del Toro, Ngäbe Buglé, Panamá Este, Colón y la Metropolitana. La tasa más elevada fue en Kuna Yala 208.0 casos por 100,000 habitantes; 4.6 veces la tasa nacional, Bocas del Toro y Ngäbe Buglé ocuparon la segunda y tercera posición con incidencia de 156.5 y 84.2 casos por 100,000 habitantes. Las regiones con el menor riesgo de enfermar fueron: Herrera, Veraguas y Los Santos. Lamentablemente no hay datos para la comarca Emberá.

El jefe nacional del Programa de Tuberculosis del MINSA (de acuerdo a reportaje de La Prensa), reconoció que en Panamá las poblaciones indígenas son las que más casos de TB registran, aunque ha ocurrido un aumento en las regiones de salud de Panamá Metro, Panamá Este y Panamá Oeste. Explicó que en las comarcas existen determinantes sociales que contribuyen a que los casos no disminuyan, como la pobreza y aspectos muy ligados a ella: la desnutrición, la nutrición inadecuada, el hacinamiento en las viviendas y tener que recorrer largas distancias para buscar atención médica o tener acceso a medicamentos.

No obstante, según el funcionario, el proyecto “Ampliando y Fortaleciendo la Respuesta en Prevención del Virus de Inmunodeficiencia Humana y Tuberculosis” ha fortalecido la atención en las áreas indígenas, ya que se contrataron promotores tanto para la comarca Guna Yala como para la Ngäbe Buglé, que tenían la función de buscar personas que presentaran los síntomas, así como hacer la docencia sobre la enfermedad y las medidas para evitar el contagio de la infección.

Para la primera fase de este proyecto (2016-2018) se asignaron 1.7 millones de dólares, que aportó el Fondo Mundial; y para la segunda fase (2019-2021) se destinarán 906 mil 507 dólares, indican los informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, organismo internacional que se encarga de la administración financiera.

Es importante subrayar que aquellas comarcas y provincias con mayor índice de pobreza multinacional fueron las más afectadas por la tuberculosis, lo cual evidencia la relación directa de esta enfermedad con la pobreza, el hacinamiento y la desnutrición.

Ni una muerte más por tuberculosis: es hora de actuar

En relación a la mortalidad por tuberculosis, las Estadísticas Vitales del INEC nos informan que la enfermedad cobró 962 vidas en el período de 2014 al 2018. Al igual que la morbilidad, las comarcas y provincias más pobres, tuvieron más muertes por este padecimiento. No obstante, la mortalidad por tuberculosis muestra una tendencia moderada al descenso, lo cual evidencia las mejorías en el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno a los afectados por el mal. El reto es entonces, que no haya ni una muerte más por tuberculosis.

Defunciones por tuberculosis

Situación mundial de la tuberculosis

De acuerdo con la OMS:

  • En general, las muertes por tuberculosis han disminuido en el último año. En 2017, fueron 1,6 millones (300,000 en personas infectadas por el VIH). Desde 2000, las muertes por tuberculosis entre las personas infectadas por el VIH se han reducido en un 44%, en comparación con una disminución del 29% entre las no infectadas por este virus.
  • El número estimado de nuevos casos de infección tuberculosa fue de 10 millones en 2017. Dicho número está disminuyendo a un ritmo del 2% anual, aunque se han producido reducciones más rápidas en Europa (5% anual) y África (4% anual) entre 2013 y 2017.
  • Algunos países están avanzando más rápido que otros. Así, en África meridional la reducción anual de nuevos casos ha estado entre el 4% y el 8% en países como Eswatini, Lesotho, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, gracias a una mejor prevención y atención a la tuberculosis y a la infección por VIH. En la Federación de Rusia, el compromiso político de alto nivel y la intensificación de la lucha contra la tuberculosis han llevado a una disminución más rápida de los casos (5% anual) y las muertes (13% anual).
  • La tuberculosis farmacorresistente sigue siendo una crisis mundial de salud pública: 558,000 fue el número estimado de personas con enfermedad resistente al menos a la rifampicina, el medicamento antituberculoso de primera línea más eficaz, en 2017. La gran mayoría de ellas tenían tuberculosis multirresistente, es decir, resistente a la rifampicina y la isoniazida (otro de los principales fármacos antituberculosos de primera línea).
  • Según las estimaciones de la OMS, una cuarta parte de la población mundial tiene infección tuberculosa.

La respuesta de la Organización Mundial de la Salud

Por su parte la OMS pide acciones urgentes para acabar con la tuberculosis, subrayando que el año pasado enfermaron y murieron de tuberculosis menos personas, pero los países aún no hacen lo suficiente para acabar con esta enfermedad de aquí a 2030, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque los esfuerzos mundiales han evitado desde el año 2000 unos 54 millones de muertes por tuberculosis, esta sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortal.

Para alcanzar la meta mundial de acabar con la tuberculosis para el año 2030 y, por ende, que no haya ni una muerte más por tuberculosis, los países deben acelerar urgentemente su respuesta, lo que implica un aumento de la financiación nacional e internacional de la lucha contra la enfermedad. El informe de la OMS proporciona una visión general del estado de la epidemia y los desafíos y oportunidades que tienen ante sí los países para darle respuesta.

En el Informe mundial sobre la tuberculosis 2018, presentado el año pasado por la OMS en Nueva York, se pide una movilización sin precedentes de los compromisos nacionales e internacionales. “Nunca habíamos visto una atención política de alto nivel y una comprensión como la que hay ahora de lo que hay que hacer para acabar con la tuberculosis y la tuberculosis farmacorresistente”, dijo el Director General de la OMS, agregando que: “Tenemos que aprovechar este nuevo impulso y actuar juntos para poner fin a esta terrible enfermedad”.

Recomendaciones para acelerar el avance hacia el fin de la tuberculosis en las Américas

  • Mejorar y/o acelerar la implementación y expansión del diagnóstico temprano con las nuevas pruebas rápidas moleculares.
  • Promover el estudio de contactos, principalmente en los menores de 15 años.
  • Acelerar la implementación de los esquemas acortados de TB-MDR y la introducción de medicamentos dispersables pediátricos para mejorar los resultados del tratamiento de TB.
  • Aumentar el trabajo con poblaciones vulnerables y sobre los determinantes sociales con actividades interprogramático e intersectorial centrada en las personas y en la comunidad.
  • Promover los abordajes especiales como la Iniciativa de control de la TB en Grandes Ciudades, el Frente Parlamentario de Tuberculosis y expansión de la investigación operativa.
  • Cubrir las brechas financieras existentes con recursos sostenibles, reduciendo la dependencia de fondos externos.

Compromiso de los líderes mundiales

Para acelerar la respuesta a la TB en los países con el fin de alcanzar las metas, los Jefes de Estado celebraron en septiembre de 2018 la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la TB, en la que se comprometieron fehacientemente a poner fin a esta enfermedad. El lema del Día Mundial de la TB 2019, «Es hora de actuar» (para que nohaya ni una muerte más por tuberculosis), pone el acento sobre la urgencia de adoptar medidas para cumplir los compromisos adquiridos por los líderes mundiales, a saber:

  • aumentar el acceso a la prevención y el tratamiento;
  • establecer la rendición de cuentas;
  • garantizar una financiación suficiente y sostenible, en particular para la investigación;
  • poner fin a la estigmatización y la discriminación, y
  • promover una respuesta a la TB que sea equitativa, basada en los derechos y centrada en las personas.

Para tal efecto, los Jefes de Estado y de Gobierno que asistieron a la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis acordaron movilizar US$ 13,000 millones anuales desde ahora hasta 2022 para prevenir y tratar la tuberculosis y otros US$ 2,000 millones para investigar sobre la enfermedad. Además, se comprometieron a adoptar medidas firmes contra las formas de tuberculosis resistentes a los medicamentos, mejorar la rendición de cuentas y priorizar los derechos humanos, haciendo frente al estigma que sigue afectando a las personas que padecen esta enfermedad en muchas partes del mundo.

 

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