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Diálogo por la salud en PanamáMe referiré en este artículo al diálogo por la salud en Panamá en estos últimos cuatro años, haciendo un repaso de los que considero sus principales logros, las promesas incumplidas y las buenas perspectivas que nos deja esta experiencia.

Recordemos para comenzar, que el proceso inicia el 2 de marzo del 2015 con el lanzamiento de la Mesa de diálogo para la transformación del sistema público de salud de Panamá. Un año después, el 8 de enero de 2016 se creó la Comisión de Alto Nivel (CAN), con el objetivo iniciar la transformación del Sistema Nacional Público de Salud.

En ese contexto les presento a continuación una mirada crítica al desarrollo del proceso de diálogo por la salud en Panamá. Destaco de entrada que el mayor logro del diálogo por la salud en Panamá fue la demostración de la capacidad y el compromiso de los recursos humanos técnicos del sector salud, con el apoyo logístico del PNUD durante todo este período. Nuestros profesionales identificaron y analizaron en detalle los problemas del sistema de salud, para, a partir de ese diagnóstico, sistematizar una propuesta con estrategias e intervenciones necesarias para transformarlo, en el corto, mediano y largo plazo. Lamentablemente, el mayor fracaso ha sido la falta de voluntad política de las autoridades para apoyar efectivamente las recomendaciones de nuestros expertos nacionales. La razón de este comportamiento, es percibida por la población y los gremios, como la preferencia por un modelo de atención (el existente) propicio para el desmantelamiento de lo público y la privatización de todo lo que se pueda, para el beneficio de terceros. Como si fuera poco, en el período el sector salud ha tenido dos ministros de salud y cuatro directores (contando los encargados) de la CSS.

Logros del diálogo por la salud en Panamá

El primer logro de la Mesa de Diálogo fue el documento “Lineamientos propuestos para la Mejora y Fortalecimiento del Sistema Nacional Público de Salud integral, en el marco de una Política de estado”, el cual ofrece recomendaciones que contribuirán a resolver los problemas de salud de la población, dentro de una perspectiva concreta, objetiva e integral, al margen de cualquier interés personal, gremial, institucional, político partidista o comercial económico. El llamado “Libro Blanco” fue entregado al presidente el 25 de noviembre de 2015 (¡hace tres años!).

El Libro Blanco ofrece una gran oportunidad para salvar el sistema de salud, mediante recomendaciones que contribuirán a resolver los problemas de salud de la población, dentro de una perspectiva concreta, objetiva e integral, al margen de cualquier interés personal, gremial, institucional, político partidista o comercial económico.

Recopila las conclusiones, luego de 8 meses de trabajo, con la participación de profesionales y técnicos calificados del Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, 14 gremios de la salud y asociaciones de pacientes.  Se basa en una visión de la salud como Derecho Universal, y se opone a la visión de salud como un Bien de Consumo, que ha prevalecido últimamente. Define claramente el qué hacer, el cómo hacer y el cuándo hacer…

En seguimiento a la propuesta de la Mesa de Diálogo por la salud en Panamá, los miembros de la Comisión de Alto Nivel se comprometieron a desarrollar los lineamientos propuestos en el Libro Blanco. Para intentar cumplir con ese compromiso, han llevado a cabo reuniones de trabajo para promover la coordinación entre el Ministerio de Salud (MINSA), Caja de Seguro Social (CSS). Además, establecieron una hoja de ruta con pasos concretos para el cumplimiento de metas. En la hoja de ruta se priorizaron las siguientes mesas de trabajo: Infraestructura de Salud, Evaluaciones y Homologaciones de la Cartera de Servicios, Análisis del Sistema de Abastecimiento de Medicamentos e Insumos.

El otro producto importante de este proceso son los “Lineamientos y Acciones para la Implementación de la Propuesta Operativa de la Promoción de la Salud”. El documento, producido por la Comisión de alto Nivel, fue entregado al ministro de salud hace dos días.

Al momento de recibirlo, el titular manifestó que “el documento recibido hoy constituye una herramienta que permitirá hacer operativas las dimensiones de la promoción de la salud: la elaboración de una política pública sana, la creación de ambientes favorables, el reforzamiento de la acción comunitaria, el desarrollo de las aptitudes personales y la reorientación de los servicios sanitarios en todos los sectores, instituciones públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil y en todos los niveles gubernamentales con responsabilidades en el ámbito de la salud y el bienestar de la población”.

Coincido con esta declaración y hago votos porque se constituya en una realidad. Eso sí, subrayo que no ha sido el caso durante esta administración, pues salvo las limitadas intervenciones del Censo de salud preventiva, la Promoción de la Salud ha estado en la cola de la agenda política de las autoridades nacionales.

Promesas incumplidas, ¿falta de voluntad política?

Comencemos dándole una mirada a las promesas que hicieron las autoridades al momento de la creación de ambos espacios de diálogo por la salud en Panamá.

Al instalar la Mesa de Diálogo, el ministro de salud de aquel entonces, aseguró que “la meta de este diálogo (por la salud) es garantizar a todo ciudadano independientemente de su condición social o laboral, el acceso efectivo a servicios de salud con calidad, un sistema de salud más humano”. Y para el logro de esta meta se concibieron como objetivos los siguientes:

  • Fortalecimiento del Ministerio de Salud como autoridad sanitaria.
  • Un modelo de atención más homogéneo que propicie la coordinación, integración y unificación de los diferentes subsistemas.
  • Una integración funcional y efectiva de las instituciones.
  • Un uso más eficiente de los recursos disponibles.
  • Fortalecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas.
  • Atención continua e integrada de la persona sin importar su condición laboral. 

Ya en la recta final de esta administración, ninguno de los objetivos propuestos se ha cumplido: es reconocida la incapacidad del MINSA para el ejercicio de la Rectoría, la gerencia de la CSS ha sido un fracaso, el modelo de atención sigue enfocado en la atención (de mala calidad) de la enfermedad, no existe la integración funcional de las instituciones, el sistema está más segmentado y fragmentado que nunca, es demostrada la ineficiencia e inequidad en el uso de los recursos institucionales, han abundado las denuncias de falta de transparencia y que yo sepa, no ha existido rendición de cuentas, y son cotidianas las quejas por la falta de acceso oportuno a servicios de salud de calidad.

Por su parte, al recibir el documento producido por la Mesa de Diálogo por la salud en Panamá (Libro Blanco), el presidente expresó que “solo sobre la base del diálogo se construye para el futuro, el conocimiento y la concertación de las ideas son el cimiento de un mejor mañana para todos y todas, cuando se consulta a los involucrados en el problema es más fácil encontrar la solución y ejecutar los planes y programas que se propongan para ello”. Bueno, luego de tres años, seguimos esperando por esa fácil solución y la ejecución de los planes correspondientes…

Mas adelante, a la hora de instalar la Comisión de Alto Nivel, CAN, el presidente dijo: “yo como presidente no puedo aceptar que con las seis empresas farmacéuticas más grandes del mundo instaladas en zona libre y con la liquidez del seguro social y del Ministerio de Salud que tienen el recurso a nuestra gente le falte medicina”. Bueno, parece que se le olvidó esta promesa, pues lo que más les falta a los panameños son las medicinas, las que aquí, además, son más caras que en cualquier país de la región. Lo que demuestra la complacencia del gobierno ante el enriquecimiento de los dueños de esta industria.

No menos triunfalista fue el actual ministro de salud, quien afirmó en aquella ocasión:  “desde hace varias décadas se ha estado hablando de transformar el sistema de salud pública de Panamá, pero solo ha pasado de una lluvia de ideas y planes que no pasaron al amago de ejecutar un avance serio y palpable”. Obviamente no estaba bien informado, pues la integración del sistema de salud es ordenada en el artículo 115 de nuestra Constitución, y funcionó con más éxitos que fracasos, hasta 1989… Yo fui director de un Sistema Integrado de Salud y puedo dar fe de ello.

Hasta la fecha los representantes del MINSA, CSS y CAN mantienen el proceso de diálogo por la salud en Panamá, continúan reuniéndose periódicamente en subcomisiones de trabajo para lograr resultados puntuales de la coordinación efectiva e impulsar en conjunto la implementación de dichos acuerdos en las instituciones. Pero la verdad es que los logros concretos se desconocen o no existen. De hecho, no existe (o no está disponible) un informe de avance del cumplimiento de las recomendaciones de la Mesa de Diálogo para la salud en Panamá.

Perspectivas futuras

Como manifesté en el Foro Agenda País “Hacia un nuevo modelo de salud en Panamá”, organizado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), este proceso de diálogo por la salud en Panamá nos ha dejado perspectivas favorables.

Contamos con un acervo de documentos y conocimientos para para salvar el sistema de salud, los cuales describí en mi publicación previa “Oportunidades para salvar el sistema de salud: ¿Qué haremos con ellas?”. Los invito a su revisión crítica.

Y por favor, tengamos bien presente que la principal oportunidad para salvar el sistema de salud y todas nuestras instituciones, son las elecciones que se llevarán a cabo en mayo del 2019. En ellas los panameños tendremos la ocasión de seleccionar a aquellos candidatos que posean la genuina voluntad política para echar a andar las recomendaciones de los documentos disponibles para ayudarnos a alcanzar el sistema de salud que queremos y necesitamos.

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