De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, en los pasados cinco años fallecieron 2,981 recién nacidos en el territorio nacional. Aunque la tendencia es al descenso cada año nuestro país pierde en promedio 600 neonatos que llenaban de ilusión a muchos hogares y hacían a sus padres y familiares augurar un futuro promisorio para ellos.
Durante el período las provincias y comarcas con más elevadas tasas de mortalidad fueron: las comarcas Emberá y Guna Yala, y las provincias de Bocas del Toro, Herrera, Chiriquí y Darién.
Por su parte el IV Informe de Avance de nuestro cumplimiento de los ODM, nos informa que las principales causas de defunciones se concentraron en ciertas afecciones originadas en el período perinatal, y en las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas. Las cifras confirman la necesidad de hacer más énfasis en el control prenatal, la educación en salud sexual y reproductiva, la nutrición de la mujer, las condiciones ambientales y el control de salud de los recién nacidos, entre otros aspectos. Para el mejoramiento del desempeño de este indicador es importante atender la necesidad de ampliar la accesibilidad y calidad de la atención de los servicios de salud, incluyendo la consejería genética.
Información internacional sobre la mortalidad de recién nacidos
Sobre el tema la Organización Mundial de la Salud, OMS manifiesta que en el año 2016, el 46% de las muertes de menores de 5 años correspondieron a recién nacidos (es decir, se produjeron en los primeros 28 días de vida, también conocidos como periodo neonatal). En el mundo fallecieron 2,6 millones de niños en su primer mes de vida (aproximadamente 7,000 al día); de ellos, un millón falleció el primer día de vida, y otro millón en los 6 días siguientes. La mayoría de las muertes neonatales (75%) tienen lugar durante la primera semana de vida, y cerca de 1 millón de recién nacidos mueren en las primeras 24 horas. Las causas principales de fallecimientos de recién nacidos son: el nacimiento prematuro y bajo peso al nacer, las infecciones, la asfixia (falta de oxígeno al nacer) y los traumatismos en el parto. Estas causas explican casi el 80% de las muertes en este grupo de edad. La gran mayoría de los fallecimientos de recién nacidos se producen en el hogar, sin recibir cuidados profesionales que podrían aumentar en gran medida sus posibilidades de supervivencia.
Plan de acción para mejorar la salud de los recién nacidos
En respuesta a las necesidades de los países la OMS y UNICEF han publicado el Plan de acción Todos los Recién Nacidos, el cual establece una perspectiva clara sobre cómo mejorar la salud de los recién nacidos y prevenir las muertes fetales de aquí a 2035. El plan impulsa la Estrategia Mundial de Salud de las Mujeres y los Niños del Secretario General de las Naciones Unidas y el movimiento Todas las mujeres, todos los niños, al apoyar el liderazgo de los gobiernos y ofrecer orientaciones para el fortalecimiento de los componentes de salud del recién nacido en los planes y estrategias existentes del sector de la salud, en especial los relativos a la salud reproductiva, materna e infantil. Todos los Recién Nacidos exhorta a todas las partes interesadas a adoptar medidas específicas para mejorar la calidad de la atención de salud y el acceso de las mujeres y los recién nacidos a ella en el marco del proceso asistencial continuo. Juntos tenemos que:
- Fortalecer, mediante inversiones, la atención durante el momento crucial del parto, el nacimiento, el primer día y la primera semana de vida
- Mejorar la calidad de la atención materna y del recién nacido.
- Llegar a todas las mujeres y todos los recién nacidos para reducir las desigualdades
- Aprovechar la influencia de los padres y las madres, las familias y las comunidades para el cambio
- Contabilizar a todos los recién nacidos: mejorar la medición y la rendición de cuentas, incluidos los registros de nacimientos y defunciones
El plan de acción prevé un mundo sin muertes neonatales ni muertes fetales prevenibles, en el que todos los embarazos serán deseados, todos los nacimientos se festejarán y en el que las mujeres, los bebés y los niños sobrevivirán, prosperarán y alcanzarán su máximo potencial.
Sirva pues todos lo anterior para recomendar a nuestras autoridades y prestadores de servicios de salud públicos y privados la lectura y puesta en práctica de las orientaciones que nos ofrece el Plan de Acción arriba señalado.
Me parece excelente la. Información. La mortalidad y morbilidad de nuestros.neonatos sigue vinculada a varias cosas. Aumento sostenido de embarazos en las. Adolescentes, mal control prenatal y mala atención del parto. Cuando una ve cifras de esos neonatos que fallecen la mayoría lo hace en los primeros siete días. Y en esos siete días la gran mayoría lo hace el mismo día que nacen. O sea el día cero.
Gran cantidad de niños prematuros y otra gran cantidad de niños asfixiados.
Esas estadísticas muestran los fallecidos. A esto habría q sumarles los que quedan con secuelas.
El problema es complejo pero no podemos quedarnos de brazos cruzados.
De acuerdo, tenemos que actuar. Son muchas vidas perdidas y muchos otros que como señalas quedan con secuelas. Tenemos las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar esta situación…
Si bien es cierto que los factores sociales y económicos que entorpecen el encuentro médico paciente son elementos que no podemos ignorar, también vale la pena mirar con objetividad la oferta de servicios que el Estado y la CSS tienen, tanto en número como en distribución del personal de salud preparado, como en tecnología y equipamiento; o, lo que oferta Obra Públicas en vías de comunicación. La regionalización de los servicios de salud bien administrada y mejor entendida significa ahorros y equidad. No se trata de decir que existe, se trata de probarlo. El traslado en útero del feto en peligro o de la madre enferma den forma antenatal, en un sistema de salud regionalizado, disminuye estos onerosos números de muerte y morbilidad. La educación continuada del personal de salud se facilita en un sistema regionalizado. Hay que salir a buscar a los pacientes y no esperar a que lleguen.