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Venzamos la diabetesEl primer Informe Mundial publicado por la Organización Mundial sobre esta letal enfermedad nos recuerda que según las estimaciones, 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. La prevalencia mundial de la diabetes casi se ha duplicado desde ese año, pues ha pasado del 4,7% al 8,5% en la población adulta. Ello supone también un incremento en los factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad. Además la diabetes provocó 1,5 millones de muertes. Un nivel de glucosa en la sangre superior al deseable provocó otros 2,2 millones de muertes, al incrementar los riesgos de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo. Un 43% de estos 3,7 millones de muertes ocurren en personas con menos de 70 años. El documento pone de relieve además que la diabetes y sus complicaciones conllevan importantes pérdidas económicas para las personas que la padecen y sus familias, así como para los sistemas de salud y las economías nacionales por los costos médicos directos y la pérdida de trabajo y sueldos.

Información nacional sobre la diabetes

A nivel nacional, les recuerdo que de acuerdo a cifras oficiales de la Contraloría General de la República, a través del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en los últimos 10 años la diabetes ha sido responsable directa por el fallecimiento de más de 10,000 personas, de las cuales la mayoría eran mayores de 60 años, afectando casi por igual a hombres y mujeres. En el mismo período alrededor de 50,000 personas fallecieron por causa de enfermedades circulatorias directamente relacionadas a este padecimiento, lo que significa que cada día el país pierde 16 ciudadanos por estos padecimientos. La diabetes es por lo tanto un importante problema de salud pública y una de las cuatro enfermedades no transmisibles (ENT) que deben ser intervenidas con carácter prioritario, lo cual, en mi opinión, como lo ratifican las cifras señaladas, debe ser abordado con el suficiente compromiso y efectividad por parte de nuestras autoridades y la sociedad en su conjunto. En ese sentido, de acuerdo al MINSA, “el censo de salud preventiva ha revelado unas cifras alarmantes de diabetes entre los habitantes mayores de 40 años. Alrededor del 13% de la población mayor de 40 años padece diabetes. Lo importante de este censo es que se están descubriendo personas que no sabían que ya tenían la enfermedad y han empezado a recibir tratamiento para evitar las complicaciones mencionadas anteriormente…” Esperemos que se mantenga la detección, la prevención y el tratamiento efectivo…

Recomendaciones para reducir la carga de diabetes

Para reducir la carga de la enfermedad la OMS subraya que “se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición”. Recomienda:

  • alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
  • mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.
  • consumir una dieta saludable, que evite el azúcar y las grasas saturadas.
  • evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

El diagnóstico se puede establecer tempranamente con análisis de sangre relativamente baratos. El tratamiento de la diabetes consiste en una dieta saludable y actividad física, junto con la reducción de la glucemia y de otros factores de riesgo conocidos que dañan los vasos sanguíneos. Entre las intervenciones que son factibles y económicas se encuentran:

  • el control de la glucemia, en particular en las personas que padecen diabetes de tipo 1. Los pacientes con diabetes de tipo 1 necesitan insulina y los pacientes con diabetes de tipo 2 pueden tratarse con medicamentos orales, aunque también pueden necesitar insulina;
  • el control de la tensión arterial; y
  • los cuidados de los piés.

Otras intervenciones recomendables son:

  • las pruebas de detección de retinopatía (causa de ceguera).
  • el control de los lípidos de la sangre (regulación de la concentración de colesterol).
  • la detección de los signos tempranos de nefropatía relacionada con la diabetes.

Finalmente la OMS nos recuerda que Con el tiempo, la diabetes puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.

  • Los adultos con diabetes tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebro vascular.
  • La neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación.
  • La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo. El 2,6% de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes.
  • La diabetes se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal.

Consideraciones finales

El Informe Mundial mencionado al inicio pone de relieve la enorme escala del problema, así como el potencial para invertir las tendencias actuales. La base política para poner en marcha medidas concertadas de lucha contra la diabetes ya existe, enmarcada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Declaración política de las Naciones Unidas sobre las Enfermedades No Transmisibles y el Plan de acción mundial de la OMS sobre las ENT. Esos cimientos, si se toman como punto de partida, pueden catalizar la actuación de todas las partes.

En este ámbito el Ministerio de Salud presentó al inicio de la actual gestión, el “Plan Estratégico Nacional Para la Prevención y Control Integral de las Enfermedades No Transmisibles y sus Factores de Riesgos, años 2014-2019”. El plan tiene seis líneas estratégicas que permitirán trabajar con la comunidad y disminuir los factores de riesgos de estas enfermedades que tienen cuatro factores comunes: el sedentarismo, la inactividad física, la dieta poco saludable (con alto contenido de grasas, azucares refinados, alto valor calórico y bajo contenido nutricional) y la ingesta excesiva de alcohol y tabaco. Las autoridades de Salud estiman que si se logra incidir sobre esos factores de riesgo, se reducirá la morbilidad y mortalidad relacionada a estas enfermedades. Lamentablemente la propia página Web del MINSA no nos muestra información sobre los esperados avances en el desarrollo del Plan.

Finalmente el Informe Mundial de la OMS subraya que “no hay soluciones sencillas para combatir la diabetes, pero mediante intervenciones coordinadas con múltiples componentes pueden lograrse cambios importantes. Todos tienen un papel que desempeñar en la reducción de los efectos de la diabetes en sus diferentes variantes. Los gobiernos, los profesionales de la salud, las personas con diabetes, la sociedad civil, los productores de alimentos y fabricantes de productos alimenticios y los proveedores de medicamentos: todos son partes interesadas. En conjunto pueden hacer una contribución importante para detener el aumento de la diabetes y mejorar la calidad de vida de las personas que tienen la enfermedad…”

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