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Mortalidad materna: cero muertes maternas

Hace dos años me preguntaba si estábamos disminuyendo la mortalidad materna y aunque la respuesta era positiva, subrayaba, como lo hago hoy, que no podemos cantar victoria, porque la disminución no es homogénea en todo el territorio nacional y cualquier nivel de mortalidad materna prevenible debe ser inaceptable.

En ese contexto, aprovechando que a partir del 1 de julio tendremos nuevas autoridades nacionales de salud, comparto con ustedes esta actualización del artículo previo, subrayando la urgencia de alcanzar el objetivo de “cero muertes maternas por hemorragia”. La hemorragia es la segunda causa de muerte materna en las Américas, una realidad inaceptable que queremos cambiar, dando acceso a las mujeres a los servicios de salud que necesitan, con calidad, respetando sus derechos, fortaleciendo al personal, equipándolo con tecnologías simples y abordando las barreras geográficas y culturales.

Para lograrlo, se plantea el fortalecimiento de los servicios de salud, derribando las barreras de acceso y capacitando al personal para que pueda manejar la hemorragia obstétrica. También, asegurando la disponibilidad de sangre segura para transfusiones y los medicamentos esenciales que pueden salvar vidas.

Debe ser el desafío más crucial de nuestra sociedad, porque nuestras mujeres son la fuente de nuestros principios y valores, y el eje de nuestro desarrollo.

Situación de la mortalidad materna en el territorio nacional

Les presento a continuación un resumen de la información disponible en las Estadísticas Vitales del INEC, complementado con algunas estimaciones personales y los invito a la lectura de la información que nos ofrece el Ministerio de Salud en su publicación Análisis de situación de salud-2018 (con datos del 2015) el cual subraya la influencia negativa de las desigualdades sociales en el comportamiento de la mortalidad materna.

Razón de mortalidad materna

Al analizar el indicador “razón de mortalidad materna por 100,000 nacidos vivos, apreciamos una clara tendencia al descenso, y ya alcanzamos la Meta 3.1 de los ODS para 2030, “reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos”.

Causas de muertes maternas

A pesar de la tendencia al descenso señalada, el examen por causas muestra que la hemorragia y la eclampsia fueron la principal causa de muerte en el período 2013-2017. No obstante, estas muestran una tendencia al descenso, mientras que el embarazo terminado en aborto y la sepsis, muestran una preocupante tendencia al aumento.

Las principales causas están asociadas a la atención médica en hospitales y centros de salud, así como los cuidados prenatales, el estado de salud previo, y las desigualdades en las condiciones de vida de la población, pues la concentración de altas tasas afecta, principalmente, las áreas impactadas por la pobreza y la falta de servicios básicos. En fin, todas las causas prevenibles y evitables

Mortalidad materna por provincias y comarcas

El análisis de la razón de mortalidad materna por provincias y comarcas, evidencia que ésta es diez veces mayor en las comarcas indígenas que en la provincia de Panamá. Este resultado evidencia el efecto de la elevada pobreza multidimensional sobre la mortalidad materna. También son preocupantes las diferencias entre   la provincia de Panamá y la región de Azuero, lo que nos aleja de alcanzar la Meta antes señalada y nos obliga a redoblar los esfuerzos en estos territorios. Estos datos deben ser orientadores de las estrategias que impulse el sector salud en estas regiones durante el próximo quinquenio.

Vale subrayar que con el propósito de reducir la mortalidad materna a un 65% en la comarca Ngäbe Buglé, el Gobierno de la República de Panamá y su Gabinete Social, puso en marcha en el 2015, la iniciativa “Trabajando Juntos por la Salud Materna en la Comarca Ngäbe Buglé”. Lamentablemente no encontré información sobre al avance de esta iniciativa. Recomiendo que esta iniciativa sea evaluada y, si la experiencia ha sido exitosa, se extienda a las demás Comarcas y provincias más pobres.

Una mirada a la información de 2017

Según las Estadísticas vitales del INEC, la mortalidad materna disminuyo en más del 40% en el país, pasando de 58 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos vivos en el 2014 a 35 muertes por cada 100 mil nacimientos vivos en el 2017. En el caso de la comarca Ngäbe Buglé, la disminución fue del 72%, donde, de acuerdo al INEC, la razón de mortalidad materna pasó de 303 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos vivos, a 83 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos vivos en el mismo período.

El gobierno atribuye este logro al Plan Marco de Aceleración (MAF por sus siglas en inglés), que ejecuta con el apoyo de las Naciones Unidas, que tiene como objetivo el fortalecimiento y equipamiento de las instituciones, para incrementar y mejorar la cobertura, el funcionamiento, la calidad y el acceso a los servicios de salud, con equidad y eficiencia, principalmente en la comarca Ngäbe Buglé. Sí así fuera, habría que reconocer este logro y capitalizar la experiencia.

mortalidad materna, infantil, neonatal y posneonatal

No obstante, en el mismo período, las tasas de mortalidad infantil, neonatal y posneonatal, no mostraron disminución alguna; lo cual hace pensar que los datos sobre la mortalidad materna necesitan de la verificación que garantice que no existe subregistro alguno.

¿Qué podemos hacer para reducir la mortalidad materna?

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, las estrategias para poner fin a la mortalidad materna prevenible requieren, antes de todo, del desarrollo de un enfoque de la salud basado en los derechos humanos, y centrado en la eliminación de las considerables desigualdades persistentes en nuestro país, las que generan disparidades en el acceso a la atención sanitaria, en su calidad y resultados.

Es igualmente necesario trabajar mucho más, de manera comprometida y sostenida en el desarrollo y fortalecimiento de la Rectoría del MINSA y de las Funciones Esenciales de Salud Pública, especialmente las que tienen que ver con el desarrollo de nuestros recursos humanos, y con la vigilancia de la calidad y calidez de la atención.

En ese contexto, Panamá ha formulado el “Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Morbilidad y Mortalidad Materna y Perinatal 2015-2020”, el cual tiene como Objetivo General “Contribuir a mejorar la salud de las mujeres y los recién nacidos de la República de Panamá, en particular en los sectores más vulnerables, a través de la implementación de procesos integrales e intersectoriales que han demostrado ser efectivos y ejecutándolos particularmente en las regiones que muestran mayores índices de morbilidad y mortalidad materna y perinatal”. Hago votos porque las próximas autoridades de salud, evalúen sus avances y le den el seguimiento necesario para garantizar su ejecución exitosa.

Por otro lado, también debemos tener presente que durante la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2015, se presentó y aprobamos desarrollar, la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente 2016-2030. Se trata de una hoja de ruta que tiene como meta acabar con todas las muertes evitables de mujeres, niños y adolescentes, además de crear un ambiente en el que las mujeres, niños y adolescentes no solo sobrevivan, sino que además se desarrollen y vean transformarse sus entornos, su salud y su bienestar. Los elementos centrales de la Estrategia son:

  • resolver las desigualdades en la calidad de los servicios de atención de la salud reproductiva, materna y neonatal y en el acceso a ellos;
  • lograr una cobertura sanitaria universal para una atención integral a la salud reproductiva, materna y neonatal;
  • abordar todas las causas de mortalidad materna, de morbilidad reproductiva y materna, y de discapacidades conexas;
  • reforzar los sistemas de salud para recopilar datos de alta calidad a fin de que respondan a las necesidades y prioridades de las mujeres y niñas; y
  • garantizar la rendición de cuentas con el fin de mejorar la calidad de la atención y la equidad.

Adicionalmente, les invito a la lectura de las recomendaciones específicas de la OMS para prevenir las tres principales causas de mortalidad materna en Panamá. Pues, aunque hayamos disminuido la mortalidad materna, persisten estas causas evitables.

Para finalizar, les invito a leer y utilizar el material disponible en la página “Cero muertes maternas por hemorragia”, una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud, OPS/OMS, y el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva, CLAP/SMR, dedicada a disminuir la mortalidad materna previniendo que las mujeres mueran como consecuencia de una hemorragia posparto.

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