Desarrollar una nueva agenda urbana fue el compromiso de los participantes, entre ellos los de Panamá, en la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), celebrada en Quito, Ecuador. La agenda nos compromete, entre otras cosas, a: “proporcionar servicios básicos para todos los ciudadanos; garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la igualdad de oportunidades y libre de discriminación; promover medidas en apoyo de ciudades más limpias; promover espacios públicos seguros, accesibles y ecológicos…”.
La Agenda urbana constituye una guía y una oportunidad para que nuestro país supere los retos apuntados por el nuevo Informe de Desarrollo Humano Regional del PNUD 2016 para América Latina. Es necesario contar con políticas e instrumentos efectivos para confrontar exclusiones, inseguridad, discriminaciones y desigualdades históricas e ir más allá de la búsqueda del crecimiento económico para seguir reduciendo la pobreza y la desigualdad.
Y no olvidemos que la Organización Mundial de la Salud, OMS, define la ciudad saludable como aquella que “está constantemente creando y mejorando el entorno físico y social que desarrolla los recursos comunitarios que permiten a las personas se ayudan mutuamente en la realización de todas las funciones vitales y desarrollar todo su potencial. En especial, la Organización hace un llamamiento a las autoridades municipales, residentes y promotores de una vida saludable, entre otros, para que examinen atentamente las inequidades sanitarias en las ciudades y tomen las medidas oportunas…”
En este optimista contexto que nos proporcionan los organismos internacionales a los que pertenecemos, decidí manifestar con preocupación, en calidad de ciudadano algunas inquietudes sobre nuestra situación, recogidas de las noticias de nuestros principales medios. Espero llamar la atención de todos los que vivimos en la ciudad capital, con la esperanza de que nos juntemos para ayudarla a alcanzar las características de una ciudad sana y solidaria, cumpliendo con esta nueva agenda urbana, o pagaremos las consecuencias.
Retos para alcanzar la nueva agenda urbana
Vencer la apatía y participar
El primer reto que tenemos para cumplir con la agenda urbana es “vencer la apatía” que nos caracteriza. Los panameños de la llamada “clase media” de profesionales trabajadores, “no participamos porque creemos que tenemos nuestro problema económico resuelto y vivimos felices nuestra utopía, aparentando y disfrutando endeudados de las delicias de la vida fácil que ofrece Panamá para los que tienen un salario medio aceptable y son “sujetos de crédito”. Pero eso de participar políticamente no es para nosotros, eso es para los corruptos decimos, sin pensar siquiera que al negarnos, somos responsables directos de la crisis de valores que atravesamos…”
Directamente relacionada con esta actitud, está nuestra indiferencia frente la problemática que todos percibimos a diario y ya es parte de nuestras vidas, y ya estamos “acostumbrados”; como la falta de planificación urbana, con la bendición de nuestra autoridades; el prevalece la anarquía de la ley del más vivo y el más fuerte, ante la ausencia absoluta de la fuerza policial, que debería existir para poner orden y ayudarnos, en vez de limitarse a poner “Retenes” los viernes y días de pago; la inseguridad que percibimos como principal problema, incluso por encima de temas como agua potable, salud, desempleo y costo de la vida; nuestro ineficiente sistema de transporte público, que no mejora la calidad de vida de las 700 mil personas que de acuerdo cifras oficiales, utilizan a diario este medio; las acumulaciones de basura de todo tipo en nuestras calles, en especial las de los corregimientos pobres, lo cual empeora con la llegada de las lluvias, haciendo frecuentes las inundaciones por el acumulo de desperdicios en los cauces de nuestros ríos. Y aunque tenemos abundantes, bellas y envidiables zonas verdes; trate usted de llegar a un parque o a la “cinta costera”. Tiene que salir de su oficina o de su casa, dispuesto a pasar una hora en el “tranque”, estresándose, enfermándose y sufriendo toda clase de abusos e improperios. Al final nos conformamos con los centros comerciales, donde perdemos nuestra identidad y practicamos el consumismo desenfrenado para rendirle tributo a la superficialidad y la vanidad. Para qué una agenda urbana decimos, si estamos felices así…
Superar la desigualdad
No menos importante para cumplir la nueva agenda urbana (para todos en todos los lugares) es el tema de la desigualdad y los problemas dentro de la capital, y la necesidad impostergable que la Alcaldía redoble sus esfuerzos en los territorios más postergados del distrito, y no en aquellos que gozan de mayor riqueza y bienestar. De acuerdo al MEF, a pesar de los avances en el combate a la pobreza, aún hay agudas disparidades en nuestro distrito capital. La pobreza y, por ende, los problemas de todo tipo, son más intensos en los corregimientos de Curundú, Pacora, Chilibre, Las Cumbres, 24 de Diciembre, San Martín, El Chorrillo, Pedregal, Alcalde Díaz, Las Mañanitas, Ernesto Córdoba Campos, Tocumen. En ellos habita el 58% de la población del distrito, y cerca del 30% de esos ciudadanos son pobres. Por otro lado, en los corregimientos de Parque Lefevre, San Francisco, Betania y Bella Vista, donde habitan las personas con mejor situación económica habita apenas el 18% de la población del distrito, y el nivel de pobreza, apenas llega al 4%.
Por su parte, el presupuesto de la Alcaldía de Panamá, ha ido aumentando desde B/.126 millones de 2015 a B/.267 millones solicitados para 2017. Es decir que en cinco años de gestión, si mantienen la tendencia, habrán manejado una suma cercana a los 1,000 millones de Balboas. Cifra suficiente para darle respuesta exitosa, junto con las instancias gubernamentales, a la problemática capitalina. Siempre y cuando se maneje de forma equitativa, eficiente, transparente y sin favoritismos de ninguna índole.
Con este fin la Alcaldía presentó a la ciudad el Plan de Acción para el Área Metropolitana, titulado Plan de Acción “Panamá Metropolitana: Sostenible, Humana y Global”. Tiene tres líneas estratégicas: (1) Movilidad y Transporte, Desigualdad Urbana y Uso del Suelo, y Vulnerabilidad a Desastres Naturales.; (2) Agua, Saneamiento y Drenaje, y Gestión de Residuos Sólidos; y (3) Modernización de la gestión municipal, a través de cuatro ejes: Mejoras en la gestión de procesos; Mejoras en la participación ciudadana y transparencia municipal; Nuevas herramientas fiscales, y Preparación para la descentralización.
El documento señala que la sostenibilidad de la ciudad no es competencia única del gobierno local sino que se necesita de igual manera la participación de la sociedad civil en pleno: ciudadanos, académicos y de la empresa privada. La nueva agenda urbana es pues un compromiso de todos!
Una lección para aprender de ella
Adicional a las recomendaciones del foro mencionado al inicio, existen en nuestro continente, interesantes iniciativas que podrían servir como referentes a nuestra Alcaldía para ayudarnos a desarrollar esta nueva agenda urbana.
Ahí está Colombia, hermano país, con una cultura muy similar a la nuestra, con su famosa experiencia de “Medellín Ciudad Saludable”, que pone de manifiesto, entre otras cosas, el compromiso que tiene la Administración local con la inclusión, la equidad y la calidad de vida de toda la población de Medellín, al extender y completar la cobertura de servicios de salud con acciones que contribuyen en con la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades y el acompañamiento psicosocial. Si deseamos ampliar, pues está disponible para ayudarnos en la formulación de una propuesta colectiva para abordar el tema, la página de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, en la cual nos informa de los resultados del Seminario taller “La estrategia de ciudades saludables en Colombia: una construcción desde los territorios“, que fue realizado por el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) y la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la OPS, y nos ofrece abundante e importante información sobre el tema.
En fin, nuestras autoridades tienen un plan de trabajo, el presupuesto para ejecutarlo, el apoyo político del gobierno y las esperanzas de un pueblo, al cual se deben, y que ya empieza a cansarse. No hay excusas, tienen tres años para demostrar la buena utilización de los recursos y los cambios necesarios que esperamos. Ahí está la nueva agenda urbana como una guía. aprovechémosla!
Durante la Conferencia de Habitat III realizada en Quito, se presentó el documento “Health as the Pulse of the New Urban Agenda” desarrollado por la OMS con base en una amplia consulta a organizaciones, academia y expertos en el tema, el documento puede encontrarse en el link: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/250367/1/9789241511445-eng.pdf
El documento aporta sobre la importancia de la salud para las ciudades y porqué el desarrollo urbano es importante para la salud y el bienestar, Cuáles políticas públicas son buenas para la salud y cuáles generan riesgos, Cómo integrar a la salud en la planificación urbana, y cual es el rol de la salud en la implementación de la Nueva Agenda Urbana. Otro documento relevante para la discusión es “La declaración de Kuching sobre desarrollo urbano saludable, justo y sostenible” disponible en http://www.thriveurban.info/wp-content/uploads/2016/10/THRIVE-GLOBAL-Final-Sept-22-lr.pdf ésta declaración propone la necesidad de que las ciudades adopten un enfoque ecosocial, colocando tanto la salud de las personas como la del planeta en el centro de la planificación urbana y la gobernanza, que las ciudades se centren en la salud y bienestar de las personas y que las ciudades adopten la gobernaza en salud.
Considero que sería importante analizar y discutir, en este espacio, las propuestas sobre la salud en la nueva agenda urbana y construir el concepto de salud urbana pensada desde nuestras ciudades y el desarrollo de nuevas herramientas y enfoques que integre las dimensiones complejas de la salud y el bienestar en la ciudades.
Gracias por tu excelente comentario Pepe. Coincido plenamente. El reto es mantener vivo el debate, no archivarlo como producto de “otro foro mas”, y lo mas importante, poner en práctica las mejores intervenciones, aprovechando las experiencias disponibles (que no son pocas).
Saludos fraternos,
Jorge
Sería excelente contar con una planificación Urbana como Mapa de Ruta, punto de partida, para la ejecución del Plan integral para hacer correcciones al caos Urbano y enfermo en el que vivimos. Pediría que formalizaran La meta no solo de Ciudad saludable sino también verde.
Quisiera solicitar que se cree una unidad responsable de recoger los perros y gatos en soltura también, porque rompen los cartuchos de basura, la basura tapa las alcantarillas y contribuye a la inundación de las calles. Es importante evaluar la creación de otro vertedero, Porque los camiones viajan largas distancias desde la periferia, de la ciudad sorteando tráfico pesado. Tienen pocos Camiones y el promedio de espera de los cartuchos para ser recogidos varía entre dos a cuatro días. Contrario Sensu, todo está orquestado para el caos y funciona como relojeria Suiza. LLuvia, sol, animales en soltura, intervalos de recolección,= Basura suelta, tragantes tapados, inundación de calles, colapso del tráfico. Si le agregamos deficiencias de alcantarillado, en todas las barriadas que se construyen, la ausencia de inspección y que decir de las descargas de agua servida que aportan los grandes Edificios con apartamentos costosisimos y no contribuyen a la adecuación del alcantarillado que sus descargas afectarán.
Es una Filarmónica en ejecución y su velocidad de marcha va acompasada con crecimiento desordenado de la urbe, nos estamos ahogando en basura y aguas servidas. Pero estoy segura que con un buen Plan de saneamiento y ordenamiento Urbano y un excelente director a la cabeza es realizable.
Con muestras de respeto le saludo atentamente.
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Gracias por su excelente comentario. Coincido. La planificación es absolutamente necesaria. Debe ser además altamente participativa, sin exclusiones por razón alguna.
Saludos fraternos,
Jorge Luis Prosperi