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Participación y el liderazgo de las personas con discapacidadEste año el tema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad es “Participación y liderazgo de las personas con discapacidad: Agenda de Desarrollo 2030“. Se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, como se pedía en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que se compromete a “no dejar a nadie atrás” y considera la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Recordemos que las personas con discapacidad son la “minoría más amplia del mundo”, tienen menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. Eso se debe principalmente a la falta de servicios que les puedan facilitar la vida (como acceso a la información o al transporte) y porque tienen menos recursos para defender sus derechos. A estos obstáculos cotidianos se suman la discriminación social y la falta de legislación adecuada para proteger a las personas con discapacidad.

En el contexto del compromiso con “no dejar a nadie atrás”, la participación y liderazgo de las personas con discapacidad comienza con el conocimiento actualizado de cuántas personas son, dónde viven, qué hacen, y, a partir de ese conocimiento, brindar oportunidades de educación de calidad, facilitar el acceso a empleos dignos y bien remunerados que permitan el crecimiento económico y acaben con la injusta desigualdad que padecen las personas con discapacidad.

Pero en el Panamá de los rascacielos y el desarrollo económico desigual, los gobiernos anteriores no demostraron la suficiente voluntad política de atender las necesidades de más de 600,000 compatriotas que viven con alguna discapacidad. Ni siquiera actualizaron los datos sobre la situación de estos panameños, ofreciendo excusas triviales, limitándose a dejarlos atrás, incumpliendo sus compromisos con ellos y sus familias.

Para ayudar a los países a promover la participación y liderazgo de las personas con discapacidad, el Secretario General de las NNUU lanzó la Estrategia de las Naciones Unidas para la inclusión de la discapacidad, que constituye la base de un progreso sostenible y transformador hacia la inclusión de la discapacidad en todos los pilares de la labor de las Naciones Unidas. Con esta estrategia, las organizaciones del sistema de la ONU reafirman que la realización plena y completa de los derechos humanos de todas las personas con discapacidad es un componente inalienable, indisociable e indivisible de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.

Por nuestra parte, celebro con entusiasmo que el Presidente de la República, esté concretando su compromiso con las personas con discapacidad, comenzando por firmar la reglamentación de la Ley 15 de 2016, que establece la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad. Luego hizo lo que ninguno de sus antecesores se atrevió a hacer: presidió la Octava Reunión Ordinaria del Consejo Nacional Consultivo de Discapacidad (CONADIS), informando con fuerza y claridad que, “el gobierno se ha fijado el compromiso fundamental de ejecutar políticas públicas relativas a la mujer, la niñez, la juventud, los adultos mayores, y, como prioridad, a las personas con discapacidad”.

En ese contexto nos proporcionó tres alentadoras noticias: que cumplirá con el nombramiento del 2% de personas con discapacidad en las entidades estatales; que se invertirán 3.1 millones de balboas para la ejecución inmediata de la encuesta nacional de discapacidad; y que para el presupuesto del año 2020 se destinaron 600,000 balboas para apoyar la sostenibilidad del Observatorio Nacional de Discapacidad.

Finalmente le recuerdo a nuestras autoridades de salud, el compromiso con mantener el enfoque de la “salud inclusiva para las personas con discapacidad”, dándole respuesta a la pregunta clave: ¿son inclusivos nuestros servicios de salud? Las personas con discapacidad pueden experimentar mayores barreras para acceder a la atención médica en comparación con las personas sin discapacidad. Como consecuencia, las personas con discapacidades experimentan más problemas de salud, tienen comportamientos de mayor riesgo y tienen una esperanza de vida reducida en comparación con las que no tienen.

En ese sentido, hacer que los servicios de salud sean accesibles no se trata solo de eliminar obstáculos y mejorar el acceso a los servicios y programas de salud. La salud inclusiva abarca una gama de enfoques que incluyen la accesibilidad, pero también aborda y reduce el estigma y las actitudes, la discriminación y la planificación de los servicios. Para lograr la salud para todos, debemos asegurarnos de que las personas con discapacidad sean consideradas al planificar y prestar servicios de salud.

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