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pintura-bertaniEste año las Naciones Unidas, de las cuales formamos parte, celebramos el Día Internacional contra la Corrupción con el lema “Unidos contra la corrupción para el desarrollo la paz y la seguridad”. Además este año el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC) han aunado fuerzas en la campaña internacional contra la corrupción, centrándose en cómo la corrupción tiene un impacto en la educación, la sanidad, la justicia, la democracia, la prosperidad y el desarrollo.

De acuerdo a NNUU “la corrupción es un delito grave que frena el desarrollo económico y social en todas las sociedades. Ningún país, región o comunidad es inmune. Cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interior bruto mundial. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se calcula que en los países en desarrollo se pierde, debido a la corrupción, una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo…”

Posibles efectos de la corrupción en Panamá

Nuestro PIB en los últimos diez años fue de 287,400 millones de balboas. Pero de acuerdo a estimaciones globales del PNUD, el 5% pudo haberse quedado en los bolsillos de los políticos corruptos. Esa cifra equivale 14,400 millones balboas en los últimos diez años. Imaginemos el impacto negativo que la corrupción tiene en la un impacto en la educación, la sanidad, la justicia, la democracia, la prosperidad y el desarrollo…

Costo de la corrupción en Panamá

Sobre este tema escribí una publicación a principios de este año en el diario La Prensa y manifestaba que a pesar de las denuncias cotidianas de corrupción en nuestro país, los panameños nos la hemos arreglado para soportar, sin llegar a la violencia colectiva, los abusos de cometidos por nuestros gobernantes. No nos detenemos a pensar en la inmensa deuda externa que tendrán que pagar nuestros hijos, ni en el desarrollo que pudiéramos tener, si los recursos de esa bonanza no fueran expoliados como lo son, beneficiando principalmente el gobierno de turno, conformado la mayoría de las veces, por los millonarios de nuestra sociedad y sus aliados.

Pero en este último decenio, la desvergüenza y pérdida de pudor de nuestros políticos, supera con creces nuestros ya penosos antecedentes. Es probado y conocido públicamente que el pago de sobrecostos por las obras, la aceptación de coimas y la confección de contratos ilegítimos, han constituido el principal “modus operandi” utilizado por elementos de los tres Poderes del Estado para desfalcar al País. Para ello se han valido del nefasto clientelismo político, colocando en muchos altos cargos públicos a funcionarios inescrupulosos sin reparos a la hora de permitir y ser parte de la apropiación de los recursos pertenecientes al pueblo panameño. Como lo demuestra la historia reciente y es motivo de titulares casi diarios en nuestros medios de comunicación.

Esta descomposición institucional ha trascendido las fronteras y nuestro país es visto en el escenario internacional, como un país propicio para los negocios ilegales y el enriquecimiento ilícito. Las grandes potencias agrupadas en diversos organismos internacionales nos han etiquetado como “paraíso fiscal”, figuramos para nuestro descrédito en listas negativas y muchos nos acusan de no cooperar en la lucha internacional contra el blanqueo de dinero.

Necesitamos con urgencia romper la cultura de corrupción e impunidad, desarrollando, como afirma el PNUD, un enfoque de gobernanza total que incluya, entre otras cosas, la creación de instituciones eficaces, responsables y transparentes en todos los niveles; el fortalecimiento del Estado de derecho, garantizar el acceso equitativo a la justicia y el acceso público a la información.

Llamado a la acción contra la corrupción

Para finalizar los invito a conocer los componentes del “Llamado a la Acción” que nos hace NNUU para que cada sociedad, cada sector y cada ciudadano se una contra la corrupción en la vida cotidiana. Destaco la necesidad de “sensibilizar al público, los medios de información y los gobiernos en cuanto a los gastos que ocasiona la corrupción en servicios clave como la educación y la salud. Toda la sociedad se beneficia cuando los servicios básicos funcionan bien…”

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