La aceptación de las vacunas será el gran desafío una vez que hayamos superado los retos inminentes que representan el suministro suficiente y la distribución eficaz de las vacunas y el acceso equitativo a las mismas. Así señala el Grupo Consultivo Técnico de la OMS sobre conocimientos y ciencias del comportamiento para la salud en su reciente informe, en el que se describen los factores que condicionan la actitud de las personas respecto de las vacunas: un entorno favorable, las influencias sociales y la motivación.
Subraya la OMS que, los avances que se vislumbran en el horizonte apuntan a que las vacunas contra la COVID-19 están por fin al alcance de nuestra mano. Es una buena noticia al final de un año difícil debido a la pandemia. Pero se necesitará una serie de estrategias programáticas bien diseñadas para fomentar su aceptación y asimilación. Comparto a continuación las ideas centrales de la Nota de Prensa de la OMS, que resume las recomendaciones del informe, y los invito a la lectura completa del informe.
Aparte de la magnitud de las actividades de afirma la OMS vacunación previstas, las vacunas serán nuevas y es probable que solo sean parcialmente eficaces durante un periodo de tiempo que aún está por determinar. Es posible que se atribuyan, correcta o incorrectamente, eventos adversos a las nuevas vacunas y los países establecerán umbrales de seguridad diferentes antes de administrar las vacunas a sus poblaciones.
Teniendo en cuenta el suministro limitado a corto y medio plazo, es probable que las vacunas se administren con prioridad al personal sanitario con alto riesgo de contraer o transmitir la infección, así como a los adultos de edad avanzada. En última instancia, las actividades de vacunación se ampliarán a distintas poblaciones a las que no suelen llegar los programas de inmunización en cada país.
Sin embargo, las investigaciones han demostrado que para fomentar la aceptación de las vacunas no basta con proporcionar información al respecto. En el informe se recomienda abordar estos factores para alentar a las comunidades a aceptar y asimilar las vacunas.
En primer lugar, la aceptación de las vacunas requiere que, la vacunación debe ser fácil, rápida y asequible, especialmente para la gran parte de la población que no la evita de forma deliberada.
- Lo que puede percibirse como reticencia, resistencia o incluso oposición, podría ser en realidad una respuesta a la molestia o la inconveniencia de vacunarse.
- Los planes de las campañas de vacunación deben tener en cuenta factores como la comodidad del lugar y la hora, los costos conexos y la calidad del servicio de vacunación.
- Por ejemplo, si lo habitual en las escuelas es vacunar a todos los estudiantes (con la opción de eximir a aquellos que se opongan), las tasas de vacunación probablemente serán más elevadas que si la práctica por defecto es vacunar solo a aquellos que expresen su deseo de vacunarse.
- Facilitar el acceso a las vacunas en lugares seguros, familiares y cómodos, como ambulatorios situados cerca de lugares frecuentados por la población, también puede aumentar la aceptación.
- Estas medidas deberían ir acompañadas de mensajes específicos, creíbles y claros de fuentes fiables que demuestren que vacunarse es importante, beneficioso, fácil, rápido y asequible.
- Los sistemas de salud deben estar preparados para reducir las barreras para el suministro de vacunas y la prestación y la calidad de los servicios, además de garantizar que los trabajadores sanitarios y comunitarios disponen de la formación y el apoyo adecuados.
En segundo lugar, para que haya suficiente aceptación de las vacunas, deberemos aprovechar las influencias sociales, en particular de miembros respetados de la comunidad.
- Visibilizar la aceptación de la vacuna mediante clínicas en lugares públicos prominentes o medios que permitan a las personas indicar que han recibido la vacuna (en las redes sociales, en los medios o en persona) puede contribuir a destacar la norma social.
- Mostrar que los profesionales de la salud se están vacunando puede generar una mayor aceptación y asimilación por parte de la población general.
- Dar mayor prominencia a los apoyos de miembros de la comunidad dignos de confianza también puede ayudar.
En tercer lugar, la aceptación de las vacunas requiere aumentar la motivación individual a través de un diálogo y una comunicación abiertos y transparentes, no solo sobre la incertidumbre y los riesgos de la vacunación, sino también sobre la seguridad y los beneficios.
- Algunas personas pueden albergar dudas respecto de las vacunas porque creen que corren un riesgo de infección bajo; otras tal vez estén preocupadas por la seguridad de las vacunas, mientras que otras pueden tener dudas por sus valores religiosos o la falta de confianza en el sistema de salud.
- Esta pandemia ha ido acompañada de una «infodemia» a escala mundial, es decir, de una sobreabundancia de información, tanto rigurosa como falsa.
- La población está inevitablemente expuesta a información errónea, rumores y teorías conspirativas falsas, lo cual puede minar su confianza en la vacunación.
- Establecer fuentes fiables, comprobar los hechos y responder a la información errónea desde plataformas específicas son algunas de las estrategias propuestas para gestionar infodemia.
- La aceptación y asimilación de las vacunas también pueden verse socavadas por el hecho de que las vacunas contra la COVID-19 no son totalmente eficaces, lo que significa que las personas tendrán que continuar aplicando medidas de prevención (por ejemplo, llevar una mascarilla y mantener el distanciamiento físico) incluso después de haberse vacunado.
- Será fundamental gestionar las expectativas y asegurarse de que las personas que hayan recibido la vacuna sigan cumpliendo las medidas de protección y no se expongan a sí mismas y a los demás a riesgos.
- Es importante generar confianza en las vacunas contra la COVID-19 antes de que la población empiece a formarse una opinión contraria a ellas.
- A tal efecto, es conveniente utilizar a personas fiables para transmitir el mensaje, que ayuden al público a gestionar la información disponible sobre la COVID-19 y generen confianza en el proceso de desarrollo de las vacunas a través de la trasparencia y la gestión de las expectativas.
- Una comunicación coherente, transparente, empática y dinámica sobre la incertidumbre, los riesgos y la disponibilidad de la vacuna contribuirá a crear confianza.
Gracias por más este precioso artículo, estimado Jorge!
Cordialmente, Cesar
Aunque la vacuna ha alcanzado una eficacia del 95% y a pesar de que los efectos adversos (cefalea, astenia) han sido leves, escasos y transitorios, se plantean dudas sobre quienes (países o empresas) asumirían las indemnizaciones en caso de efectos secundarios graves por la vacunación. Al mismo tiempo parece conveniente identificar a las personas con inmunodeficiencias o alergias significativas para considerar su exclusión de la vacunación y prever las medidas para el 5% de la población en la que la vacuna es ineficaz.
Gracias Pepe, estamos de acuerdo!