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Mortalidad urbanaEl abordaje de la mortalidad urbana, en especial las muertes por enfermedades no transmisibles, ENT, y accidentes de tránsito, debe ser una elevada prioridad en la agenda de trabajo de nuestras autoridades municipales, cuyas intervenciones deben complementar las que lleve a cabo el sistema de salud para fortalecer la promoción de la salud por medio de acciones sociales, políticas y técnicas que aborden los determinantes sociales de la salud. Así lo subraya el reciente informe de la OMS, titulado en inglés “The Power of Cities: Tackling Non-Communicable Diseases and Road Traffic Injuries”, el cual está destinado a impulsar los esfuerzos por abordar las principales causas de mortalidad urbana.

En Panamá las enfermedades no transmisibles (ENT), causan en promedio 12,000 defunciones anuales. Por otro cada año ocurren en el territorio nacional, en promedio 14,000 accidentes de tránsito, provocando 15,000 heridos y 431 defunciones. Y tengamos presente que, tanto las ENT, como los accidentes, están asociados a factores de riesgo debemos evitar o disminuir de forma importante, aprovechando esa “amplia gama de intervenciones sociales y ambientales destinadas a beneficiar y proteger la salud y la calidad de vida individuales” que aporta la promoción de la salud, y que deben incorporarse en la agenda de los alcaldes para enfrentar desde su ámbito de trabajo, las principales causas de mortalidad urbana.

Este argumente es particularmente cierto y válido para los dirigentes de nuestras principales ciudades, donde habitan más de 50% de los panameños. Ellos, toman decisiones que afectan la salud de los habitantes. Y para que nuestras ciudades prosperen, todas las personas necesitan acceso a servicios que mejoren su salud: transporte público, espacios exteriores seguros, limpios y atractivos, alimentos saludables y, por supuesto, servicios de salud asequibles.

En ese contexto, comparto traducción libre de los mensajes centrales del informe de la OMS y los invito a su lectura completa. Debe ser un referente obligado para nuestros alcaldes, funcionarios de gobiernos locales y planificadores de políticas urbanas y, por supuesto, para las autoridades de salud, pues cualquier intervención debe ser coordinada y complementaria.

El antecedente más reciente para los alcaldes

La Declaración de Shanghai sobre Promoción de la Salud fue aprobada con el refrendo de más de cien alcaldes de todo el mundo. La Declaración reafirma que la salud es un derecho universal, un recurso esencial para la vida diaria, un objetivo social compartido y una prioridad política para todos los países. Los alcaldes presentes hicieron un llamado a la acción, reconociendo que la salud es una opción política, y hay que contrarrestar los intereses perjudiciales para la salud y eliminar los obstáculos al empoderamiento. Para contribuir al abordaje de la mortalidad urbana, se comprometieron en promover una serie de áreas relevantes para las ENT y la seguridad vial, en especial las siguientes:

  • Desarrollar intervenciones para eliminar las emisiones de gases contaminantes, asegurando energía y aire limpio.
  • Diseñar ciudades para promover la movilidad urbana sostenible, incluido el transporte activo (como caminar o andar en bicicleta) y la recreación, una sólida infraestructura de transporte urbano y fuertes leyes de seguridad vial.
  • Implementar políticas alimentarias sostenibles y seguras que reduzcan la ingesta de azúcares y sal y el uso nocivo del alcohol.
  • Hacer que todos los entornos estén libres de humo, así como prohibir todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

¿Qué pueden hacer los alcaldes para abordar las causas de mortalidad urbana?

En el contexto de la Declaración de Shanghai, el informe citado propone diez intervenciones clave para yuidar a los alcaldes a a luchar contra los factores de riesgo que subyacen a las principales causas de mortalidad urbana, Veamos un breve resumen de éstas.

1. Monitorear los factores de riesgo de las ENT, mediante la realización periódica de encuestas en la población, sobre los factores de riesgo conductual para las ENT, como el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, los hábitos dietéticos y la actividad física. “El monitoreo de los factores de riesgo ayudará a diseñar intervenciones en áreas específicas y grupos más necesitados”.

2. Promover una ciudad libre de humo, promoviendo la introducción, el paso y la aplicación de la legislación que hace que todos los lugares públicos interiores sean 100% libres de humo. disminuyendo así la morbilidad y mortalidad por enfermedades asociadas al consumo de tabaco.

3. Prohibir la publicidad del tabaco. Implica la prohibición completa de todas las formas de publicidad, promoción y patrocinio directos e indirectos del tabaco. “La prevención de la exposición a la comercialización del tabaco impide el uso de productos de tabaco, especialmente por los jóvenes”.

4. Reducir el consumo de bebidas azucaradas, mediante el establecimiento e implementación de políticas para reducir el consumo de bebidas azucaradas, como los impuestos sobre la producción o venta de bebidas azucaradas. “El consumo de bebidas azucaradas es una de las principales causas de obesidad y un contribuyente a la diabetes y a la mortalidad por ENT. Incluyen zumos de fruta y bebidas, bebidas energéticas y deportivas, tés edulcorados y bebidas con leche aromatizadas”.

5. Reducir el consumo de sal, mediante la implementación de los componentes clave del paquete SHAKE de la OMS basado en la evidencia para la reducción de la sal. “La ingesta excesiva de sal es una de las principales causas de aumento de la presión arterial, que es el mayor factor que contribuye a las enfermedades cardiovasculares y accidente cerebrovascular”. Estas son las principales causas de mortalidad urbana en el país.

Mortalidad urbana: Situación de las enfermedades del sistema circulatorio en Panamá

6. Crear calles transitables y habitables, mediante el mejoramiento de las redes e infraestructuras de peatones y bicicletas en toda la ciudad para garantizar un acceso seguro y equitativo a los servicios, y para promover más caminar y andar en bicicleta para la recreación y el transporte. “Si las calles de la ciudad no son seguras, las personas son menos propensas a participar en actividades físicas, ya sea a través del transporte activo o por placer”.

7. Aire más limpio, mediante la reducción de la contaminación del aire ambiente, realizando intervenciones en sectores contaminantes, como el transporte, los residuos sólidos y las industrias, y promueva un aire interior más limpio mediante el acceso a combustibles y tecnologías más limpios para cocinar, calentar e iluminar.La contaminación del aire interior, generada en gran medida por el uso en interiores de combustibles de biomasa para cocinar, calentar e iluminar, es responsable de aproximadamente 3.8 millones de muertes al año”.

8. Impedir la conducción de vehículos bajo la influencia de bebidas alcohólicas, velando por la aplicación de las leyes y reglamentos. “Conducir bajo la influencia del alcohol es una de las principales causas de accidentes de tráfico y mortalidad asociada. Si bien más países han adoptado leyes para evitarlo, la aplicación de estas leyes sigue siendo un desafío”.

9. Gestión de la velocidad, estableciendo límites de velocidad más bajos y reforzando la aplicación del límite de velocidad existente. “La velocidad es un factor principal que contribuye al riesgo de mortalidad y lesiones en caso de accidente de tráfico, contribuyendo a alrededor de un tercio de las muertes por accidentes de tráfico en los países de ingresos altos y hasta la mitad en los países de ingresos bajos y medianos. Una reducción media del 5% en la velocidad puede reducir los accidentes mortales en un 30%”.

Mortalidad urbana: Los Restos de la Velocidad: heridos y muertos

10. Aumentar el uso del cinturón de seguridad y el casco. “Se ha demostrado que los cinturones de seguridad y los cascos de motocicleta ayudan a prevenir lesiones y disminuyen la mortalidad en caso de accidente de tráfico. El uso del cinturón de seguridad reduce el riesgo de lesiones mortales en un 50%. Los cascos de motocicleta pueden reducir el riesgo de muerte en un 40% y el riesgo de lesiones graves en un 70%”.

Resumen de las conclusiones del informe

  • Las ciudades fueron de las primeras en implementar prácticas modernas de salud pública, y sus acciones continúan siendo clave para proteger la salud de las personas. En el mundo globalizado del siglo XXI, la acción local es tan importante como siempre.
  • Las ciudades pueden ayudar a mejorar la salud pública y disminuir la mortalidad urbana. El entorno urbano afecta directamente la salud y el bienestar de las personas cada día y puede ayudar a combatir los múltiples riesgos de ENT y lesiones en la carretera. Las autoridades locales también son colaboradores clave en la promoción de agendas nacionales e internacionales.
  • Los alcaldes tienen una cantidad significativa de poder legislativo, administrativo y político para crear ciudades con carreteras más seguras, aire más limpio, espacios libres de humo y acceso a alimentos más saludables. Pero los líderes de la ciudad no pueden hacer esto solos. Para ofrecer programas que sean efectivos y sostenibles en la disminución de la mortalidad urbana, necesitan el apoyo de los ministerios gubernamentales, socios locales, comunidades y aliados nacionales y mundiales.
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