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Envejecimiento Saludable en Panamá

Actualizo esta publicación sobre el envejecimiento saludable, invitándolos a la lectura de la reciente publicación de la CEPAL titulada “El contexto sociodemográfico y económico del envejecimiento en América Latina”, de la cual presento al final un resumen de las conclusiones, pues todas son pertinentes para nosotros. Adicionalmente subrayo la necesidad de analizar y poner en práctica las cuatro áreas de intervención necesarias para alcanzar un envejecimiento saludable en Panamá construyendo una sociedad para todas las edades.

Para nosotros el momento tiene especial importancia por cuanto que entramos en un año preelectoral y la sociedad espera que los políticos incluyen en sus promesas, agendas y planes para mejorar la vida de las 600,000 personas mayores de 60 años que habitamos en este país, con un ligero predominio de las abuelas (53%) sobre los abuelos (47%), lo cual es muy bueno, porque ellas son las depositarias de los valores y principios que necesitamos recuperar. Y no lo olviden, ¡vamos a ejercer nuestro derecho a voto en el 2024!

Envejecimiento Saludable en Panamá: ¿de qué estamos hablando?

De acuerdo con la OPS, “la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030, declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2020, es la principal estrategia para lograr y apoyar acciones para construir una sociedad para todas las edades. Se basa en orientaciones anteriores, como  la Estrategia Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud de la OMS, el Plan de Acción Internacional de Madrid de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas

Agrega el organismo internacional que “esta iniciativa mundial consiste en diez años de colaboración concertada, catalizadora y sostenida. Las personas mayores son el centro del plan, que aúna los esfuerzos de los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, el mundo académico, los medios de comunicación y el sector privado para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades”.

Para nosotros, la búsqueda del envejecimiento saludable en Panamá es un imperativo, pues en el país, las personas mayores representan más del 12% de la población, y para el 2050 sumarán casi 1.5 millones de personas mayores de 60 años. La inmensa mayoría mantiene todas sus habilidades personales y sociales, y aspira a seguir envejeciendo de forma saludable y productiva, aprovechando las oportunidades disponibles y contribuyendo al desarrollo del país. Sin embargo, el alcance de estas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un sistema de protección social que garantice seguridad de ingresos, calidad de vida y esperanza de vida saludable.

En ese sentido, llevamos a cabo en octubre de 2021 el acto de lanzamiento del “Decenio de Envejecimiento Saludable 2021-2030”, comprometiéndonos automáticamente con trabajar en las cuatro áreas de acción para alcanzar el envejecimiento saludable en Panamá.

Durante el acto, Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, destacó que estamos en una época donde como sociedad no podemos ignorar a los adultos mayores, porque hacerlo sería suicida. “El aumento de la esperanza de vida, no es una amenaza sino una riqueza que debemos asumirla y aprovecharla para garantizarles a estos hombres y mujeres que han dado su vida en la construcción de nuestra sociedad una vida digna y saludable”, acotó.

Cuatro áreas de acción para construir una sociedad incluyente para todas las edades

Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad y el envejecimiento

De gran relevancia para alcanzar el envejecimiento saludable en Panamá, pues en nuestro país parece haberse perdido el respeto por las canas como parecen demostrarlo las penurias que pasan a diario las personas de la tercera edad, las cuales son objeto de menosprecio, agresiones verbales, falta de cordialidad, consideración y respeto solo lucir una cabellera blanca.

Para ayudar a enfrentar la discriminación contra la edad que afecta a las personas de todas las edades, pero tiene efectos particularmente perjudiciales en la salud y el bienestar de las personas mayores, la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) adoptó en junio de 2015 la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas de Edad. La Convención aboga específicamente por la importancia de garantizar que los adultos mayores reciban:

  • independencia y autonomía,
  • consentimiento informado en la materia de salud,
  • reconocimiento igualitario ante la ley,
  • seguridad social, accesibilidad y movilidad personal,
  • entre muchos otros derechos humanos fundamentales.

Los panameños estamos debatiendo desde hace dos años el proyecto de Ley 585 que adopta en todas sus partes esta Convención Es la hora de que nuestros diputados se pongan las pilas y aprueben esta importante legislación.

Asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores

Aquí la lucha es bien cuesta arriba para nosotros, pues nuestras principales ciudades no son amigables con las personas mayores. Para ello, como señala la OPS, “deberían adaptar los servicios y estructuras físicas para ser más inclusivas y ajustarse activamente a las necesidades de su población, para mejorar la calidad de vida de esta cuando envejece. Una ciudad amigable fomenta el envejecimiento saludable al optimizar los recursos para mejorar la salud, la seguridad y la inclusión de las personas mayores a la comunidad”.

En ese sentido hago votos porque nuestras autoridades municipales, y las que vengan en el 2024, se comprometan con los objetivos que propone la OPS para las ciudades amigables:

  • Trabajar para brindar a las personas mayores más oportunidades de participar en la vida cotidiana, envejecer en una manera saludable, y vivir sin temor a la discriminación o pobreza.
  • Ofrecer a las personas mayores la oportunidad de crecer y desarrollarse como individuo mientras contribuye a su comunidad.
  • Permitir que las personas mayores envejezcan con dignidad y autonomía.
  • Fomentar el envejecimiento saludable a través las políticas, servicios, entornos, y estructuras.

También es recomendable que nuestras ciudades formen parte de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las personas Mayores. Es fácil, solo tienen que llenar el siguiente Formulario de Aplicación para la Red Global de la OMS de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.

Ofrecer atención integrada centrada en la persona y servicios de salud primaria que respondan a las personas mayores

De acuerdo con la OPS, “los sistemas de salud deben estar preparados para ofrecer atención sanitaria de buena calidad a las personas mayores que se integre entre los proveedores y los entornos y esté vinculado a la prestación sostenible de atención a largo plazo. La integración de los sectores sanitario y social en un enfoque centrado en las personas es clave para lograr una mejor atención a los adultos mayores. Además, la visión de implementar servicios impulsados por el mantenimiento y la mejora de la capacidad funcional es esencial para lograr un envejecimiento saludable”.

Para ayudar a los países _ y en este caso al nuestro _ la OPS ha desarrollado un curso virtual titulado “Acreditación internacional de competencias en atención de salud para personas mayores (ACAPEM),” específicamente para profesionales de la salud de atención primaria. Consta de tres niveles progresivos que comienzan con Básico, seguido de Intermedio y Avanzado. Específicamente, el curso ACAPEM-Básico cubre lo siguiente:

  • Cambios en el cuidado de las personas mayores;
  • Evaluación integral de la atención de la salud de las personas mayores;
  • Criterios para las intervenciones sanitarias en personas mayores; y por último,
  • Optimización de la atención a los pacientes mayores.

Es altamente recomendable que nuestros recursos humanos del primer nivel de atención participen en este curso y, lo más importante, que las enseñanzas se incorporen en el Modelo de Atención.

Brindar acceso a la atención a largo plazo para las personas mayores que la necesitan

El acceso a los cuidados a largo plazo de buena calidad es esencial para mantener la capacidad funcional, disfrutar de los derechos humanos básicos y vivir con dignidad. Además, es fundamental apoyar a los cuidadores, para que puedan brindar la atención adecuada y también cuidar su propia salud.

Para ello la OPS ofrece los siguientes recursos y herramientas de orientación:

Conclusiones de la publicación de la CEPAL sobre el contexto sociodemográfico y económico del envejecimiento en América Latina 

  • “La situación sociodemográfica y socioeconómica de las personas mayores en América Latina es heterogénea, pues el nivel de desarrollo de los países incide en ella. Sin embargo, hay ciertas tendencias que se mantienen. Una de ellas son las diferencias por sexo. Si bien las mujeres tienen una mayor sobrevivencia y llegan a edades más avanzadas, las desigualdades que experimentaron durante todo su ciclo vital se expresan con fuerza en esta etapa de su vida, de modo que presentan menores niveles de escolaridad y alfabetización y de acceso a pensiones y deben seguir vinculadas a un trabajo precario, pese a que sus tasas de ocupación son menores. Esto es un llamado de atención a los tomadores de decisiones y los que formulan las políticas para personas mayores para que siempre tengan presente que estas deben considerar la perspectiva de género”.
  • “No es lo mismo envejecer en el campo o en las grandes ciudades de América Latina, ya que siguen estando presentes las brechas tan marcadas entre las zonas urbanas y rurales. En esta etapa de la vida es aún más importante contar con acceso a servicios básicos, de salud y sociales para tener una buena calidad de vida en la vejez. Esto no es posible mientras sigan siendo tan marcadas las diferencias entre las zonas urbanas y rurales”.
  • “En resumen, la situación demográfica futura de América Latina y el Caribe ofrece tanto oportunidades como desafíos vinculados a la lucha contra la desigualdad; para aprovechar las primeras y hacer frente a los segundos, es necesario implementar acciones inmediatas y estrategias de largo plazo. En este contexto, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa una oportunidad, puesto que su lema central es “No dejar a nadie atrás”, lo que implica centrar la atención en las personas y sus derechos”.
  • “El movimiento de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) de las Naciones Unidas está alineado con la Agenda 2030 con acciones directamente relacionadas con la población mayor y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con hincapié en este grupo poblacional”.
  • “Son necesarias las sinergias entre la Agenda 2030, y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, y los ámbitos de acción y facilitadores de la Década del Envejecimiento Saludable, así como también entre estos y el Consenso de Montevideo y todas sus medidas prioritarias, para cumplir las obligaciones de los países en materia de derechos humanos de la población en contextos de cambios demográficos. Particularmente en el caso del envejecimiento de la población y los derechos de las personas mayores, se consideran de manera explícita medidas prioritarias relacionadas con la participación, la seguridad social, la educación, la salud, el cuidado, la muerte digna, el trabajo, la violencia, la discriminación, el ahorro y las políticas públicas, entre otros. Se deben tener en cuenta también otros compromisos internacionales que refuerzan los ya mencionados, como el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y, en particular, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores”.

Finalizo subrayando que estas conclusiones son absolutamente pertinentes para alcanzar un envejecimiento saludable en Panamá construyendo una sociedad para todas las edades.

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