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Quinta reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional sobre la pandemia de COVID-19Por considerarlo de interés nacional comparto un resumen de la Declaración de la quinta reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19) convocado por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) se celebró el jueves 29 de octubre de 2020 de 12.30 a 16.05 horas (horario de Ginebra, CEST).

El Comité expresó su gran reconocimiento por el liderazgo y las actividades de la OMS en el conjunto de la respuesta mundial. En particular, el Comité valoró positivamente el papel fundamental desempeñado por la OMS en la elaboración de orientaciones y recomendaciones basadas en datos científicos, la facilitación a los países de asistencia técnica y apoyo operacional, la transmisión de información clara y la lucha contra la desinformación, y la puesta en marcha de los ensayos Solidaridad y del Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT). El Comité encomió los esfuerzos sostenidos de la OMS por fortalecer las respuestas a nivel nacional, regional y mundial a la pandemia de COVID-19.

Tras el consiguiente debate, el Comité acordó por unanimidad que la pandemia sigue constituyendo un evento de carácter extraordinario y un riesgo en materia de salud pública para los demás Estados a través de la propagación internacional y continúa requiriendo una respuesta internacional coordinada. Así, el Comité consideró que la pandemia de COVID-19 sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional y ofreció asesoramiento al Director General.

El Director General declaró que la pandemia de COVID-19 sigue constituyendo una ESPII. Aceptó el asesoramiento del Comité a la OMS y lo presentó a los Estados Parte como recomendaciones temporales en virtud del RSI (2005).

El Comité de Emergencia volverá a reunirse en un plazo de tres meses, a discreción del Director General. El Director General dio las gracias al Comité por su labor.  Veamos las recomendaciones

Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional sobre la pandemia de COVID-19: asesoramiento para la Secretaría de la OMS 

Liderazgo y coordinación

  • Seguir coordinando a las organizaciones multilaterales, los asociados y las redes mundiales y regionales y compartiendo las prácticas óptimas de respuesta a la pandemia.
  • Proporcionar a los Estados Parte un mecanismo que incluya plantillas y procesos para informar sobre los progresos nacionales en la aplicación de las recomendaciones temporales; y recopilar, analizar y proporcionar periódicamente información actualizada al Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional sobre estos progresos.

Estrategias de respuesta basadas en datos científicos

  • Continuar proporcionando orientaciones basadas en datos científicos sobre la preparación y la respuesta ante la COVID-19. Esas orientaciones deberían incluir estrategias de respuesta sostenibles a largo plazo, enfoques de mitigación para los diferentes niveles de transmisión, indicadores perfeccionados para la gestión de riesgos y la respuesta a la pandemia, un metaanálisis de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública para la respuesta a la COVID-19, y las enseñanzas extraídas, entre otras cosas, de las evaluaciones internas de las medidas nacionales.

Investigación

  • Seguir convocando a expertos multidisciplinarios para que lleguen a un acuerdo sobre un lenguaje coherente y expliquen con más detalle: todos los modos posibles de transmisión del SARS-CoV-2 y su virulencia; los factores de riesgo de la COVID-19 grave y la epidemiología de la enfermedad; y la sorprendente diversidad de la dinámica de la pandemia a nivel mundial.
  • Continuar las colaboraciones intersectoriales para comprender el origen del SARS-CoV-2 y el papel e impacto de los animales y proporcionar periódicamente información actualizada sobre los resultados de las investigaciones internacionales.
  • Seguir colaborando con los asociados para perfeccionar los modelos matemáticos que puedan servir de base a las decisiones normativas sobre la mejor manera de mitigar los efectos de la pandemia.

Vigilancia y rastreo de contactos 

  • Seguir colaborando con los asociados y las redes para proporcionar orientaciones, instrumentos y capacitación a fin de apoyar a los países en el fortalecimiento de su sólida vigilancia de la salud pública, el rastreo exhaustivo de contactos y la investigación de conglomerados.
  • Alentar y apoyar a los países para que comprendan su situación epidemiológica y los indicadores pertinentes e informen al respecto, en particular aprovechando los sistemas de vigilancia centinela de la gripe existentes para la COVID-19.

Comunicación de riesgos y participación comunitaria

  • Continuar trabajando con los asociados para contrarrestar la existente infodemia   y proporcionar orientaciones sobre movilización comunitaria para apoyar las medidas sociales y de salud pública eficaces.

Pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas

  • Seguir apoyando el desarrollo de pruebas diagnósticas y tratamientos y vacunas seguros y eficaces y el acceso equitativo a todos ellos a través del Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT); seguir colaborando con todos los asociados del Acelerador ACT para aportar a los países más claridad sobre los procesos que permiten un acceso equitativo y oportuno a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas, en particular en entornos humanitarios.
  • Acelerar el apoyo con miras a mejorar la preparación de los países para la introducción de la vacuna contra la COVID-19 mediante el suministro de orientaciones, instrumentos y asistencia técnica en esferas fundamentales como las estrategias de vacunación, la aceptación y la demanda de vacunas, la capacitación, el suministro y la logística —con especial atención a la cadena de frío—, y la vigilancia del uso y la seguridad de las vacunas.

Medidas sanitarias en relación con el tráfico internacional

  • Seguir colaborando con los asociados para actualizar y revisar las orientaciones basadas en datos científicos sobre los viajes internacionales de conformidad con las disposiciones del Reglamento Sanitario Internacional (2005). Estas orientaciones deberían centrarse en enfoques eficaces, basados en riesgos y coherentes (incluido el uso selectivo de las pruebas diagnósticas y las cuarentenas) que tengan en cuenta los niveles de transmisión, la capacidad de respuesta en los países de origen y de destino y las consideraciones pertinentes relativas a los viajes

Servicios esenciales de salud

  • Colaborar con los asociados para apoyar a los países en el fortalecimiento de sus servicios esenciales de salud, con especial atención a la salud mental, los sistemas de prevención y control de la salud pública y otras repercusiones en la sociedad, así como la preparación y la respuesta a brotes concomitantes, como el de la gripe estacional. Se debe seguir prestando especial atención a los entornos vulnerables.

Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional sobre la pandemia de COVID-19: Recomendaciones temporales para los Países parte de OMS

Liderazgo y coordinación

  • Seguir compartiendo con la OMS las prácticas óptimas, incluidas las extraídas de las evaluaciones internas de las medidas nacionales, y aplicar las lecciones aprendidas para mitigar el rebrote de COVID-19. Invertir en la implementación de planes nacionales de salud para promover capacidades sostenibles de preparación y respuesta de conformidad con los requisitos establecidos en el Reglamento Sanitario INternacional.
  • Informar a la OMS sobre los progresos realizados en la aplicación de las recomendaciones temporales, en particular sobre los principales logros, hitos y obstáculos. Esta información empoderará a los países, a la OMS, a los asociados y al Comité para seguir tomando decisiones fundamentadas con arreglo a la evolución de la pandemia.

Estrategias de respuesta basadas en datos científicos

  • Evitar la politización o la complacencia con respecto a la respuesta a la pandemia que repercutan negativamente los esfuerzos de respuesta locales, nacionales, regionales y mundiales. Las estrategias nacionales y las actividades de preparación y respuesta localizadas deben estar impulsadas por la ciencia, los datos y la experiencia, y deben involucrar e implicar a todos los sectores mediante un enfoque que abarque a toda la sociedad.
  • Adoptar un enfoque dinámico de la gestión de riesgos utilizando indicadores apropiados para orientar las medidas sociales y de salud pública de duración limitada y basadas en datos científicos.

Investigación

  • Realizar investigaciones e intercambiar información sobre la transmisión, en particular sobre la función de los aerosoles, la presencia y las posibles repercusiones del SARS-CoV-2 en las poblaciones animales, y las posibles fuentes de contaminación (como los productos congelados), con el fin de mitigar los posibles riesgos mediante medidas preventivas y la cooperación internacional.

Vigilancia y rastreo de contactos

  • Mantener los esfuerzos por fortalecer los sistemas de vigilancia de la salud pública y las inversiones en un personal capacitado para la búsqueda activa de casos, el rastreo exhaustivo de contactos y las investigaciones de conglomerados.
  • Continuar informando de manera oportuna y sistemática a la OMS, en particular a través de plataformas como el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe, sobre todos los indicadores recomendados respecto de la epidemiología y la gravedad de la COVID-19, las medidas de respuesta y los brotes concomitantes, con el fin de mejorar la comprensión mundial de la evolución de la pandemia.

Comunicación de riesgos y participación comunitaria 

  • Involucrar y empoderar a las personas y comunidades para incrementar la confianza en la respuesta a la COVID-19 y promover el cumplimiento sostenido de las medidas sociales y de salud pública sustentadas en los principios de la solidaridad y los derechos humanos; monitorear y abordar los rumores y la desinformación.

Pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas

  • Establecer un grupo de tareas multidisciplinario nacional, evaluar los progresos realizados utilizando la Herramienta de autoevaluación de la preparación para la introducción de la vacuna contra la COVID-19 (VIRAT) y preparar el Plan Nacional de Despliegue y Vacunación, que puede servir como plan operativo integral para la introducción de la vacuna contra la COVID-19. Se debería hacer un gran hincapié en la comunicación con las comunidades para preparar la vacunación contra la COVID-19.

Medidas sanitarias en relación con el tráfico internacional

  • Reconsiderar periódicamente las medidas aplicadas a los viajes internacionales en cumplimiento del artículo 43 del Reglamento Sanitario Internacional (2005) y seguir proporcionando información y justificaciones a la OMS sobre las medidas que interfieran significativamente en el tráfico internacional. Velar por que las medidas que afecten al tráfico internacional (incluida la utilización selectiva de pruebas diagnósticas y cuarentenas) estén basadas en los riesgos y fundamentadas en datos científicos y sean coherentes, proporcionadas y limitadas en el tiempo.
  • Seguir reforzando la capacidad en los puntos de entrada para gestionar los posibles riesgos de transmisión transfronteriza y facilitar el rastreo de contactos internacionales.

 Servicios esenciales de salud

  • Mantener los servicios esenciales de salud con financiación, suministros y recursos humanos suficientes; fortalecer los sistemas de salud para hacer frente a los efectos de la pandemia en la salud mental, los brotes concomitantes de enfermedades y otras emergencias.

 

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