A partir de mañana los panameños recuperaremos nuestras playas y podremos disfrutar del mar, la brisa marina y el bienestar emocional que tal libertad proporciona. Yo estoy muy de acuerdo con esta decisión y celebro que el Minsa la haya tomado. Sin embargo, no podemos olvidar que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, sigue ahí afuera, esperando por las personas susceptibles que son la inmensa mayoría.
No está en el agua de mar, ni en la arena, menos en la agradable brisa marina; pero, puede estar en cualquier burbuja familiar, esperando que los irresponsables de otras burbujas, rompan las reglas indiferentes frente al peligro, y confiados en que tenemos la epidemia controlada, se desplacen libremente por la playa, ignorando las recomendaciones y poniendo en riesgo a todos. En ese contexto comparto con ustedes mi columna de opinión del día de hoy en La Estrella de Panamá.
No podemos olvidar que nos encontramos en un momento muy crítico en la lucha por controlar la epidemia de COVID-19. Aunque estamos mejorando, estamos muy lejos de derrotar al virus; y todo este avance que hemos conseguido a costa de grandes sacrificios, cumpliendo con nuestra parte, tanto el gobierno, como las empresas privadas y la población; puede irse por la borda si nos relajamos y confiamos. Para poner en contexto esta declaración, démosles una mirada a los principales indicadores epidemiológicos.
Si mantenemos la tendencia de las últimas cinco semanas, como lo sugieren los reportes de estos primeros cinco días, esta semana mostraremos una ligera disminución de los casos y defunciones reportadas, pero nos mantendremos en una peligrosa meseta, con un promedio semanal por millón de habitantes de los más elevados en América, tanto de casos como de defunciones.
Por otro lado, aunque estamos realizando más de 9,000 pruebas de laboratorio por millón de habitantes, de los mejores en el continente, el porcentaje de positividad no logra bajar del 11%, muy alejado aún del 5% que recomienda la OMS como indicador de que la epidemia está controlada.
Finalmente, está el número de reproducción efectivo (Rt) del COVID-19. Se ha estabilizado este mes alrededor de 1.02, lo cual significa que, por cada caso confirmado (activo), se estaría transmitiendo la enfermedad sólo a otra persona o a nadie en absoluto. Si se logra mantener un Rt inferior a 1, es el mejor indicio de que la epidemia está controlada y va disminuyendo, por lo que, en esta etapa de flexibilización de medidas dependerá de la cantidad de personas que estén rodeando a la persona positiva, de la distancia entre cada uno, y de que estén protegiéndose con una mascarilla.
Al final es claro que este equilibrio que nos mantiene en la citada meseta, puede romperse en cualquier momento si no mejoramos en dos aspectos que cobran especial relevancia ahora que muchos panameños van a aprovechar el levantamiento de las restricciones que quedaban, disfrutando, ya sin cuarentena dominical, la reactivación, operación y movilización de actividades familiares en playas y ríos.
Disciplina ciudadana y desempeño institucional
- El primero es la disciplina ciudadana por cumplir cabalmente con las recomendaciones; en particular, el uso obligatorio de mascarillas al salir de casa, lavado frecuente de manos, uso de alcohol y gel alcoholado, pero sobre todo el distanciamiento físico. Muchos ciudadanos no lo están haciendo, y son frecuentes las noticias de reuniones y fiestas multitudinarias, las cuales tienen en potencial y enorme riesgo de cambiar el escenario rápidamente. Pues ahí solo basta que haya un par de contagiados para que se riegue el virus como llamarada de tusa. No menos importante es que las personas con síntomas de COVID-19, o le diagnosticaron COVID-19, o están esperando los resultados de su prueba de detección del COVID-19 o estuvo expuesto a una persona con COVID-19 en el último tiempo, se queden en sus casas.
- Por otro lado, está la respuesta institucional. Necesitamos llegar a más de 10,000 pruebas diarias y a menos de 5% de positivos. Los Equipos Unificados de Trazabilidad, integrados por el Ministerio de Salud, la Caja de Seguro Social y otras instituciones del Estado han redoblado su esfuerzo, y merecen nuestro reconocimiento y felicitación. Pero nos hace falta esa “milla extra” por realizar más pruebas de laboratorio cada día para detectar más personas contagiadas del virus, garantizar que los positivos sean aislados y sus contactos localizados y examinados, rompiendo con la cadena de transmisión del virus. No menos importante es que aprovechemos la coyuntura para fortalecer la coordinación entre las instituciones del sector salud.
Información importante para protegernos mientras vamos a la playa
Ante la reapertura de playas y ríos, el Ministerio de Salud (MINSA), le recuerda a la ciudadanía que el virus de la COVID-19 se encuentra circulando aún en el país, por lo que con esta oportunidad de asistir balnearios en todo el país es imprescindible mantener las medidas de bioseguridad establecidas desde que inició la pandemia.
El ministro de Salud reiteró el uso obligatorio de mascarillas en las playas, además hizo un llamado a la población y a las autoridades locales para que apoyen la labor desplegada por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el MINSA, que durante este fin de semana iniciarán con el operativo “Océano 2020” en varios puntos de la geografía nacional.
Informó que, a través del sistema PACO se verificará la cédula de quienes asistan ríos y playas para detectar si son personas positivas por COVID-19, si están a la espera de resultados o si están en aislamiento por ser contacto de un paciente con el virus. Quienes resulten positivos serán retenidos y sancionados por las autoridades del área y además sometidos a los protocolos vigentes, igualmente quienes sean detectados como contactos de positivos o estén a la espera de resultados serán devueltos y se les prohibirá la entrada a los balnearios, precisó.
Durante la conferencia de prensa del operativo “Océano 2020” el Ministro de Salud recalcó que las actividades en las playas y ríos estarán sujetas a un horario de 6:00 a.m. a 4:00 p.m. y solo se permitirá la entrada en burbuja familiar en un máximo de siete personas. “No se permitirán paseos en autobuses u otros medios masivos, no se permitirá el acceso a personas con síntomas de COVID-19, y está prohibido el ingreso y consumo de bebidas alcohólicas, excepto el consumo en fondas o restaurantes del área, quienes deben cumplir con las medidas de bioseguridad dispuestas”, puntualizó el jefe de la cartera de salud.
El MINSA le recuerda a la ciudadanía que se mantiene la prohibición de bailes, discotecas, los denominados parking, corridas de toros, peleas de gallos y otras actividades festivas. Con respecto al toque de queda, se recuerda que se mantiene de 11:00 p.m. a 5:00 a.m. de lunes a domingo, pero exceptúan las personas que cumplan tareas laborales dentro del horario establecido.
Entonces, ya lo sabes ciudadano, ¡juega vivo!, disfruta y cumple con tu parte. De ti depende que controlemos esta epidemia y salgamos adelante.
Excelente doctor Prosperi, siento una enorme satisfacción cuando leo sus artículos y pienso que mi bello país tiene profesionales de altura, dictando conciencia social frente.este tema y otros que son importantes oara creer como pais, como ciudadanos pero sobre todo como personas..
Saludos cordiales
Muchísimas gracias, sus palabras redoblan mi compromiso
Muy atinado. A ponerse pilas y cuidar la vida, disfrutando de esta ventana de libertad. Si no la sabemos usar, la vamos a volver a perder.
Gracias, de acuerdo!
La denominan “pandemia invisible”. Es la pandemia del sedentarismo que se ha agudizado durante el confinamiento.
Mata más (5 millones al año) que la coronavírica.
El “juega vivo” aumenta su efectividad si se acompaña de ejercicio vigoroso y dieta sana, haciendo uso responsable de la anhelada nueva libertad.
Gracias Pepe, nuevamente de acuerdo. Solo en Panamá fallecen todos los años más de 10,000 personas a causa de ENT, todas relacionadas con estilos de vida caracterizados entre otras cosas por el sedentarismo, la comida chatarra, la ingesta de alcohol y el tabaquismo.