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Hasta cuándo la escasez de medicamentosComparto con ustedes los principales elementos del artículo que sobre el tema publiqué en La Prensa, esperando que este recordatorio contribuya a mantener vivo el debate sobre el problema de la escasez de medicamentos y la necesidad de mejorar el acceso a medicamentos esenciales, seguros, eficaces, de calidad y costo-efectivos para prevenir, diagnosticar y tratar las afecciones de salud. Veamos…

Contexto nacional de la escasez de medicamentos

Las autoridades nacionales tienen la obligación de asegurar la disponibilidad de medicamentos en el país en todo momento, en las formas y cantidades necesarias y a precios asequibles. Hasta la fecha este no ha sido el caso, la escasez de medicamentos persiste y constituye un grave riesgo para la salud pública, generando frecuentes reclamos y diversas manifestaciones de protesta de la población y gremios de profesionales. Esto significa que, a pesar de los discursos cargados de promesas, la población tendrá que seguir esperando para obtener oportunamente los medicamentos y productos sanitarios que se consideren necesarios para promover, conservar o recuperar su salud.

Y como he manifestado hasta la saciedad en otros artículos; no es por falta de dinero que padecemos la escasez de medicamentos. De acuerdo a cifras oficiales de la CSS y del MINSA, el gasto en medicamentos de nuestras principales instituciones públicas, durante los pasados tres años, fue cercano a los 900 millones de balboas. Y si mantiene la tendencia en la asignación presupuestaria, al término del actual período de gobierno, entre la CSS y el MINSA habrán reportado en sus informes una inversión en medicamentos por la suma de 1,600 millones de balboas. ¡Mucho dinero que para que tengamos escasez!

Gasto en medicamentos: a pesar de ello sufrimos de escasez de medicamentos

Por su parte el gasto de bolsillo de la población en el mismo período, porque no encontró en el sistema público sus medicinas, se estima (30% del total) en cerca de 400 millones de balboas, cantidad que supera el gasto del MINSA. Sumando los tres, el monto asciende a 1,263 millones de balboas en tres años. Esta cifra pone en perspectiva la magnitud del negocio de ventas de medicinas a las instituciones de salud del Estado y la necesidad de fortalecer la autoridad reguladora bajo la rectoría del MINSA para desarrollar una gestión efectiva, que garantice el suministro de medicamentos de forma transparente, eficiente y continua. Habría que evaluar además si ha sido suficiente el respaldo político necesario para aprovechar los recursos financieros disponibles y negociar con los proveedores precios razonables, en condiciones de eficiencia, eficacia, seguridad, controles y calidad.

Posibilidades de apoyo internacional

Como también he señalado antes; es injusto e incorrecto que padezcamos escasez de medicamentos, pues nuestro país cuenta con la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud y dos formidables mecanismos solidarios para garantizar el acceso equitativo a medicamentos de calidad al menor precio posible.

El primero es la posibilidad que tenemos de negociar y comprar de forma conjunta con nuestros hermanos centroamericanos, aprovechando la capacidad y experiencia del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana, COMISCA. Las negociaciones incluyen la precalificación de las empresas proveedoras mediante un riguroso proceso técnico, legal y administrativo con la participación de los representantes de los Ministerios de Salud de los países, la presencia de observadores internacionales como OPS, BID, AECID, y países seleccionados del cono sur. Abundan las experiencias exitosas, pero vale destacar que este mecanismo ha logrado ahorros cercanos al 30% en la compra de medicamentos de uso frecuente en muchas enfermedades crónicas.

Complementario a los esfuerzos del COMISCA, están las facilidades que nos brinda el Fondo Estratégico de la OPS. Este mecanismo solidario de compras conjuntas de medicamentos esenciales y suministros de salud estratégicos nos ofrece la posibilidad de acceder a más de 150 productos, desde medicamentos para el VIH, la tuberculosis y la malaria; dispositivos médicos y equipos, e insumos. La selección de estos productos se basa en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, y otra serie de productos considerados estratégicos para la región, los que están respaldados con evidencia científica; o son de alto costo, de disponibilidad limitada o difícil de adquirir en ciertos mercados nacionales. Vale subrayar que los productos adquiridos a través del Fondo cumplen con estándares internacionales de seguridad, son eficaces y de calidad. Además, sus precios son más competitivos porque el Fondo Estratégico consolida la demanda de varios países y recurre a licitaciones internacionales para adquirir suministros, lo que promueve la competencia entre proveedores de calidad asegurada y obtiene productos en gran cantidad a precios más bajos.

Conclusión

Cualquiera de los dos mecanismos implica que el gobierno estará dispuesto a impulsar el fortalecimiento del marco legal vigente que permita plantársele con argumentos sólidos a la industria farmacéutica nacional y defender los intereses de la población y los recursos de las instituciones públicas de salud aprovechando al máximo las opciones descritas. Y no se trata de perjudicar a los proveedores nacionales, se trata de regular la competencia, exigiendo precios solidarios y asequibles para los medicamentos e insumos del sector público, comprando donde más le convenga a la mayoría de los panameños. Es imperativo desarrollar una gestión eficiente y efectiva, que proteja nuestro patrimonio.

Tienen menos de dos años para avanzar. ¡Háganlo por favor!

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