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Epilepsia: imperativo de salud pública

Comparto prólogo y mensajes de carácter general de la publicación de la OMS titulada “Epilepsia: un imperativo de salud pública”, los invito a su lectura completa para que podamos tener en cuenta y aplicar las conclusiones y recomendaciones de este informe y lo difundan ampliamente. Además, subrayo la necesidad de combatir el estigma y discriminación por esta causa.

Epilepsia: un imperativo de salud pública

Prólogo de la publicación

  • “La epilepsia, una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en todo el mundo, afecta a unos 50 millones de personas de todas las edades. El riesgo de muerte prematura en personas con epilepsia es hasta tres veces mayor que en la población general, y sus vidas a menudo se ven afectadas por la estigmatización, la discriminación y la violación de los derechos humanos”.
  • “Sabemos que el 80% de las personas con epilepsia viven en países de ingresos bajos y medianos y que la mayoría de ellas no tienen acceso al tratamiento. Esto ocurre a pesar de la disponibilidad de medicamentos anticomiciales eficaces, que pueden costar tan sólo US$ 5 al año. La inacción para resolver este déficit terapéutico tiene consecuencias nefastas para la vida y el bienestar de las personas afectadas, e influye en el desarrollo social y económico”.
  • “En el presente informe se presentan datos alentadores que revelan que cerca de la cuarta parte de los casos de epilepsia son prevenibles y que el 70% de los afectados pueden vivir sin crisis con medicación eficaz y de bajo costo. Como demuestran los datos de varios países, es posible integrar la epilepsia en la atención primaria y garantizar así que todas las personas con epilepsia tengan acceso a tratamientos y servicios de calidad y asequibles”.
  • “Si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud, es imperativo que redoblemos los esfuerzos mundiales para hacer frente a la epilepsia. Entre las metas de los ODS se encuentran la reducción de las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles, la promoción de la salud mental y el bienestar, y el logro de la cobertura sanitaria universal, con acceso a servicios de calidad y a medicamentos esenciales eficaces y asequibles. La importancia de esta enfermedad también fue subrayada en una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud de 2015 sobre la carga mundial de epilepsia, en la que se pide que la OMS proporcione apoyo técnico a los países para su tratamiento, especialmente en aquellos países con menor acceso a servicios y recursos, donde la carga de epilepsia es mayor”.
  • “Este es el primer informe mundial sobre la epilepsia elaborado por la OMS, en colaboración con asociados clave. En él se destacan los datos disponibles sobre la carga de epilepsia y la respuesta de salud pública necesaria a nivel mundial, regional y nacional. El informe es también un hito importante para revitalizar y llevar a la práctica la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud, ya que proporciona orientación a los gobiernos, a las instancias normativas y a las partes interesadas en su intento de reducir la carga de morbilidad como parte de la agenda de la cobertura sanitaria universal”.

Epilepsia: mensajes de carácter general

La carga de epilepsia

“La carga de epilepsia es alta y a menudo se descuida en los programas de salud pública. La epilepsia, una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en todo el mundo, afecta a unos 50 millones de personas de todas las edades. El riesgo de muerte prematura en personas con epilepsia es hasta tres veces mayor que en la población general. Aproximadamente la mitad de los adultos con epilepsia tienen al menos otro problema de salud. Los trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad, empeoran las crisis y reducen la calidad de vida. La epilepsia tiene importantes repercusiones económicas, tanto por la atención sanitaria que requiere como por la pérdida de productividad laboral”.

En Panamá, de acuerdo con la Caja de Seguro social, se estima en unas 95,000 personas padecen de epilepsia.

Estigmatización y discriminación

“En todo el mundo, las personas con epilepsia son objeto de discriminación y violaciones de los derechos humanos. La estigmatización de la epilepsia puede hacer que los afectados no busquen tratamiento y tiene consecuencias para la calidad de vida y la integración social. Para reducir la estigmatización es necesario mejorar los conocimientos y aumentar la concienciación sobre la epilepsia en la escuela, el lugar de trabajo y la comunidad. La legislación basada en las normas internacionalmente aceptadas sobre los derechos humanos puede evitar la discriminación y las violaciones de los derechos, además de mejorar el acceso a los servicios de salud y la calidad de vida de las personas con epilepsia”.

Déficit terapéutico

“Tres cuartas partes de las personas con epilepsia que viven en países de ingresos bajos no reciben el tratamiento que necesitan. Sin embargo, hasta un 70% de ellas podrían dejar de tener crisis con un uso apropiado de medicamentos anticomiciales costo efectivos. Una proporción significativa de la carga de epilepsia podría evitarse aumentando la disponibilidad sistemática de anticomiciales, lo que sería posible con un costo anual que puede llegar a ser de tan solo US$ 5 por persona. Es posible integrar el tratamiento de la epilepsia en la atención primaria; la formación de profesionales no especializados, la inversión para garantizar la continuidad del suministro de anticomiciales y el fortalecimiento de los sistemas de salud pueden reducir sustancialmente el déficit terapéutico existente”.

Prevención de la epilepsia

“Se estima que el 25% de los casos de epilepsia son prevenibles. Los principales factores de riesgo modificables son las lesiones perinatales, las infecciones del sistema nervioso central, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) y los accidentes cerebrovasculares (ACV). La prevención de la epilepsia es una necesidad urgente desatendida. Existen intervenciones preventivas eficaces que se pueden integrar en respuestas de salud pública más generales en el ámbito de la salud materna y neonatal, el control de las enfermedades transmisibles, la prevención de las lesiones y la salud cardiovascular”.

Es hora de actuar

“Se requiere una acción sostenida y coordinada para dar prioridad a la epilepsia en los programas de salud pública mundiales, regionales y nacionales. La resolución WHA68.20 de la Asamblea Mundial de la Salud sobre la carga mundial de epilepsia y la necesidad de medidas coordinadas en los países para abordar sus consecuencias sanitarias y sociales y su conocimiento por el público establece el marco para aumentar las inversiones. Hay una necesidad apremiante de aumentar la inversión en investigación y de abordar la carga de esta enfermedad mediante la integración en la atención primaria, garantizando que todas las personas con epilepsia tengan acceso a una atención de calidad y asequible”.

 

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