Actualizo esta entrada sobre la necesidad de colocar en las alianzas electorales el abordaje de los determinantes sociales de la salud para contribuir a alcanzar el desarrollo con justicia y equidad; invitándolos a la lectura de una recopilación de mis artículos sobre los Determinantes Sociales de la Salud. La recopilación cubre información de nueve años (desde el 2015 hasta el 2023) por lo que será evidente para el lector que muchos datos corresponden a períodos pasados. No obstante, los argumentos tienen plena validez, por lo que invito a los interesados actualizar la información y, lo más importante, colocar el abordaje integral de los determinantes sociales de la salud, en el corazón mismo de las agendas políticas y de salud pública.
Recordemos que, los determinantes sociales, que influyen en la salud, son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel nacional, que depende a su vez de las políticas adoptadas y que adoptaremos en el próximo quinquenio para mejorar las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud.
Alianzas electorales y determinantes sociales de la salud
Alianzas electorales
Ahora que comenzó de lleno el proceso electoral para seleccionar el 5 de mayo de 2024 las autoridades que representarán al país durante los próximos 5 años, comienzan a vislumbrarse en imaginario ciudadano las posibilidades de alianzas entre diferentes partidos políticos, para presentarse juntos con la aspiración de incrementar las posibilidades de éxito de los aliados.
En ese contexto, los panameños sabemos —por lecturas o experiencia— que las alianzas electorales son parte de cualquier proceso electoral, pues la unión de fuerzas entre diferentes partidos políticos, para presentarse juntos en elecciones, puede incrementar las posibilidades de éxito de los aliados. Se trata, pues, de una estrategia política común, de diferentes tipos y motivaciones, y suelen formarse en función de intereses políticos y estratégicos.
Por esa razón, los ciudadanos esperamos que estas alianzas estén basadas en afinidades ideológicas o en intereses pragmáticos _ ojala el abordaje conjunto de los determinantes sociales de la salud _ para evitar la generación de tensiones y dificultades en la toma de decisiones para el beneficio de toda la ciudadanía y no solo de los miembros de los colectivos políticos que conforman la alianza. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que las alianzas electorales pueden tener desventajas, como la dificultad de coordinar agendas políticas y la posibilidad de que los partidos pierdan su identidad política distintiva. Además, algunas alianzas electorales pueden ser percibidas por los votantes como oportunismo político en lugar de una estrategia política genuina.
En todo caso los panameños deberemos estar vigilantes y rechazar contundentemente la conformación de “alianzas electoreras”, promotoras del nefasto clientelismo político; formadas exclusivamente por intereses oportunistas y sin una base ideológica sólida, pues, como es sabido y sufrido, estas alianzas se caracterizan por ser meramente electorales, sin un proyecto político común o una visión compartida a largo plazo, ya que, los partidos involucrados pueden tener posiciones divergentes en temas importantes y solo están unidos por la búsqueda de beneficios electorales inmediatos, careciendo la mayoría de las veces de los principios y valores sólidos que exige la ciudadanía.
Los determinantes sociales de la salud: ¿de qué estamos hablando?
Como señalé antes en esta bitácora, “mucha tinta ha corrido desde que el Dr. Marc Lalonde, Ministro de Salud de Canadá en 1974, nos ofreciera de manera sistemática y ordenada un modelo explicativo de la forma cómo se produce la salud en una población y anotara que los factores que determinan la salud (los determinantes sociales de la salud) pueden ser agrupados en cuatro categorías: biología humana, medio ambiente, estilo de vida y organización de la atención de la salud.
A pesar de la relevancia del asunto, tuvieron que transcurrir 31 años para que en el 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) pusiera en marcha la Comisión sobre determinantes sociales de la salud, CDSS, con el fin de recabar datos científicos sobre posibles medidas e intervenciones en favor de la equidad sanitaria y promover un movimiento internacional para alcanzar ese objetivo. Y fue así cuando en 2008, esta Comisión nos ofrece su magnífico informe: Subsanar las desigualdades en una generación: Alcanzar la equidad sanitaria actuando sobre los determinantes sociales de la salud.
La Comisión hizo un llamamiento a la OMS y a todos los gobiernos para que tomen la iniciativa en la acción mundial sobre los determinantes sociales de la salud, con el fin de alcanzar la equidad sanitaria y formuló tres recomendaciones principales que deben obligatoriamente estar en la agenda política de nuestros candidatos a puestos de elección el año entrante: (1) Mejorar las condiciones de vida; (2) Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos; (3) Medir la magnitud del problema, analizarlo y evaluar los efectos de las intervenciones.
Como consecuencia de toda esta efervescencia mundial, en octubre de 2011 se llevó a cabo en Río de Janeiro, la Conferencia Mundial sobre los Determinantes Sociales de la Salud, y al término de la misma se produce la Declaración política de Río sobre determinantes sociales de la salud, la cual fue aceptada por los Estados Miembros de las Naciones Unidas, cuyos líderes se comprometieron a “lograr una equidad social y sanitaria mediante la actuación sobre los determinantes sociales de la salud y del bienestar, aplicando un enfoque intersectorial integral…” Dicha Declaración política tiene hoy plena vigencia y estamos obligados a cumplir con el compromiso adquirido hace once años.
Nueve artículos sobre determinantes sociales de la salud
Los invito a la lectura de esta recopilación de mis artículos sobre los Determinantes Sociales de la Salud: “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias, que influyen en la salud, son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas”.
La recopilación cubre información de nueve años (desde el 2015 hasta el 2023) por lo que será evidente para el lector que muchos datos corresponden a períodos pasados. No obstante, los argumentos tienen plena validez, por lo que invito a los interesados actualizar la información y, lo más importante, colocar el abordaje integral de los determinantes sociales de la salud, en el corazón mismo de las agendas políticas y de salud pública.