Me pregunto si los panameños necesitamos empujones informativos efectivos para controlar la epidemia de COVID-19. La disciplina ciudadana se ha resquebrajado y no son pocos los ciudadanos, en especial los jóvenes, que, vencidos por la fatiga pandémica, han optado por incumplir con las medidas de seguridad, poniéndose ellos y sus familiares y amigos en peligro.
Como si fuera poco, hay un número creciente de personas que manifiesta, al menos en las redes sociales, que las vacunas no funcionan, las rechazan, y lo que es peor, que las vacunas aumentan la mortalidad, en especial entre los pacientes con enfermedades crónicas, lo cual es un exabrupto pues está comprobado en otras latitudes, que más del 90% de la mortalidad ocurre entre personas no vacunadas, ratificándose así que las vacunas salvan vidas. Veamos algunos argumentos interesantes para ayudarnos a formular empujones informativos para controlar la epidemia de COVID-19.
Para comenzar, reitero la necesidad de que el gobierno fortalezca estrategia de comunicación social, “fundamentada en el conocimiento de los procesos sociocognitivos de los panameños. A partir de ahí, debe proporcionar información basada en evidencia, proveniente de fuentes percibidas como creíbles Debe además ser masiva, reiterada, coordinada y sostenida en un tiempo determinado. Este nuevo conocimiento, debe aumentar la disposición de las personas a tomarse en serio la epidemia, y actuar en consecuencia”.
En ese contexto, navegando por el ciberespacio, me encontré con una publicación con la reciente investigación del BID llevada a cabo en mayo y junio de 2020 en Bogotá, Colombia, para evaluar la efectividad de tres tipos de empujones informativos sobre la preocupación de los estudiantes universitarios respecto a la COVID-19, el cumplimiento reciente de cinco recomendaciones de INF y el cumplimiento futuro previsto. La publicación ofrece información interesante para contestar a la pregunta: “¿Se puede aumentar el cumplimiento con medidas contra la COVID-19 a través de pequeños empujones informativos?”. Comparto un breve resumen y recomiendo la lectura del estudio completo aquí. Ofrece interesantes sugerencias para considerar, pero, sobre todo, espero que sea una provocación para nuestros propios investigadores.
De entrada, la publicación subraya la importancia de que, “hasta que haya una vacuna o tratamiento efectivo ampliamente disponible, las intervenciones no farmacéuticas (INF) como las mascarillas y el distanciamiento social seguirán siendo la línea de defensa principal contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe. Sin embargo, la efectividad de las INF depende del cumplimiento por parte de los jóvenes adultos, que representan un alto porcentaje de la población -y que impulsan las tasas de contagio-, pero que no son propensos a enfermarse gravemente. Muchos países de la región han utilizado campañas de información para aumentar el cumplimiento de las recomendaciones INF. Aunque estamos comenzando a acumular evidencia sobre la eficacia de estos pequeños empujones en la población general, sabemos muy poco acerca de su impacto en los adultos jóvenes”.
A renglón seguido, la investigación se refiere a los resultados encontrados, veamos:
- “Los empujones informativos aumentaron cuatro de nuestros cinco resultados relacionados con las preocupaciones. Los tres tipos de empujones -aquellos que enfatizan los beneficios privados del cumplimiento, los beneficios públicos y ambos- aumentaron la probabilidad de contagio percibida por los participantes. Además, presentar el encuadre con énfasis en el beneficio privado aumentó otro tipo de preocupaciones: enfermarse gravemente a causa de la COVID-19, contagiar a amigos y provocarles una enfermedad grave, y contagiar a un miembro de la comunidad y provocarle una enfermedad grave…”.
- “Los empujones informativos tuvieron efectos limitados tanto en el cumplimiento reciente de las recomendaciones INF que declararon los participantes como en su intención de cumplirlas en el futuro. En cuanto al cumplimiento reciente, de las 18 combinaciones de empujones y resultados que analizamos (por ejemplo, el efecto de enfatizar el beneficio privado de usar mascarilla) sólo dos fueron significativas: el encuadre en el beneficio privado aumentó la limpieza y el encuadre en el beneficio público aumentó el lavado de manos…”.
- “Del mismo modo, en relación con la intención de cumplir con las recomendaciones en el futuro, sólo dos combinaciones de empujones y resultados fueron significativas. Tanto el encuadre en el beneficio privado como la combinación de ambos (beneficio privado y público) aumentó el cumplimiento esperado de la limpieza. Ninguno de los tratamientos informativos aumentó un índice de igual ponderación de las cinco variables de cumplimiento esperado”.
- “Sin embargo, los empujones informativos aumentaron el índice de cumplimiento reciente auto declarado entre los subgrupos. Tanto el encuadre público como el encuadre público y privado aumentaron el índice de cumplimiento reciente entre los participantes que se autoidentificaban como políticamente de El encuadre público también aumentó este índice entre los participantes que viven en hogares más grandes, mientras que el encuadre privado aumentó el índice entre los participantes de hogares más pobres…”
De acuerdo con los autores, los resultados encontrados sobre los empujones informativos tienen las siguientes implicaciones de política, conozcámoslas.
- “El momento en el que se administran los empujones para aumentar el cumplimiento de las recomendaciones de la COVID-19 modera su efectividad. Nuestra hipótesis es que el efecto limitado de los empujones en el cumplimiento reciente y esperado se debe a dos factores, ambos relacionados con el hecho de que los empujones se administraron aproximadamente dos meses después del comienzo de la pandemia en Bogotá. En ese momento, la mayoría de los participantes probablemente estaban saturados con información sobre la COVID-19 y con las recomendaciones INF y no aprendieron nada fundamentalmente nuevo de nuestros empujones”.
- “Debido a esta saturación de información, los niveles de cumplimiento de los participantes en la línea de base de las recomendaciones INF eran relativamente altos, lo que a su vez implica que el costo marginal de un mayor cumplimiento también era relativamente En otras palabras, los efectos de techo redujeron el impacto de nuestros empujones”.
- “En la medida en que nuestras conclusiones puedan generalizarse, sugieren que, durante una pandemia, cuando la información sobre la enfermedad y las recomendaciones INF abundan, es probable que la eficacia se atenúe a lo largo del tiempo a medida que los receptores se saturan con información, sus tasas de cumplimiento aumentan y los costos marginales del cumplimiento Por lo tanto, es probable que los empujones sean más efectivos cuanto más tempranamente se administren”.
- “Incluso cuando los empujones tienen una eficacia limitada en la población general de adultos jóvenes, pueden ser efectivos entre subgrupos con ciertas características En consecuencia, los hacedores de política pueden aumentar la eficacia de los empujones focalizándolos en subgrupos identificables”.
- “Los empujones con un marco privado pueden tener beneficios Nuestra conclusión de que el marco privado aumentó la preocupación de los participantes sobre los impactos de la COVID-19 en sus amigos -lo que probablemente refleja el hecho de que la mayoría de los amigos de los participantes también son jóvenes adultos- sugiere que los empujones orientados a uno mismo pueden tener a veces efectos orientados a los demás”.
Muchas gracias, estimado Jorge!
Muchas gracias, estimado Jorge!
Gracias amigo!