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impacto de la variante Delta en PanamáAhora que estamos en plena tercera ola de COVID-19 muchos nos preguntamos ¿cuál puede ser el impacto de la variante Delta en Panamá? sobre este aumento de casos que presentamos desde hace siete semanas.

Y es una pregunta obligada que deben hacerse nuestras autoridades y la comunidad científica del país, pues ya sabemos que la variante Delta (B.1.617.2), identificada en la India en octubre de 2020, ya está en el país. Y también sabemos que, la variante Delta está asociada con un 64 % más de posibilidades de transmisión y, por lo tanto, según algunos científicos, estaríamos ante un posible aumento de transmisibilidad que podría ser hasta el triple.

En todo caso, las medidas de salud pública que conocemos siguen siendo efectivas contra esta variante y todas las demás, así que, redoblemos la disciplina ciudadana y cumplamos cada uno con nuestra parte.

Posible impacto de la variante Delta

De acuerdo con el reciente artículo de la prestigiosa revista The Atlantic, titulado en inglés “Expect the Unexpected From the Delta Variant”, todavía no sabemos cómo afectará la mayor transmisibilidad del virus a la pandemia. Y en nuestro caso, aunque no sabemos si la variante tiene que ver con nuestra situación, lo cierto es que, Por siete semanas consecutivas mantenemos un aumento sostenido de los casos reportados de COVID-19; pasando de un promedio de 577.6 casos por millón de habitantes la semana que terminó el sábado 8 de mayo, a 1,432.6  la semana pasada. Aunque el promedio de defunciones no ha aumentado, tampoco ha disminuido, y las hospitalizaciones, tanto en salas como en cuidados intensivos, comienzan a mostrar una preocupante tendencia al aumento.

Los autores del artículo citado señalan que, “la variante Delta ha recibido tanta atención porque tiene la colección de rasgos más preocupante hasta el momento: es notablemente más transmisible que Alpha, puede enfermar a una gran proporción de personas que solo han recibido una dosis de una vacuna (aunque no a las que han recibido dos). e incluso puede causar una enfermedad más grave. Todo esto es suficiente para ser una advertencia, especialmente porque Delta ahora es responsable del 10 por ciento de los casos en EE. UU. Y sigue aumentando. Pero al igual que con Alpha, que también se sospechaba que era más grave, la forma en que la variante termine comportándose en el mundo real dependerá de algo más que de su biología. También dependerá de cómo nosotros, los anfitriones del virus, elijamos comportarnos, cuántas personas más vacunamos y, hasta cierto punto, la suerte que tengamos”. La pelota está pues, en nuestra cancha…

Por otro lado, de acuerdo con reciente artículo de la revista Forbes, “también han aparecido informes sobre un sublinaje más infeccioso de la variante Delta, a veces denominado Delta Plus o AY.1. Esta variante tiene la mutación K417N, que se ve comúnmente en la variante Beta identificada por primera vez en Sudáfrica. De momento no hay demasiados casos de esta variante, según PANGO Lineages, un sitio web creado por científicos que permite a los usuarios asignar a las secuencias de Sars-CoV-2 los linajes más probables”. Sobre eso, agrega Deepti Gurdasani epidemióloga de la Universidad Queen Mary, de Londres, “se trata de una mutación que posiblemente se ha vuelto a asociar con una mejor capacidad para evadir las vacunas y con una mayor transmisibilidad”. Pero esto, agregó yo, hay que probarlo…

Adicionalmente, el artículo de The Atlantic, citado al inicio, agrega que, “al predecir cómo se comportarán las variantes, gran parte del mundo ha mirado al Reino Unido, donde un excelente y completo programa de vigilancia genómica ha rastreado el ascenso de Alpha y ahora Delta. Alpha representó el 98 por ciento de todos los casos de COVID-19 en el Reino Unido en el pico de esa variante en marzo; Desde entonces, Delta se ha hecho cargo y representa casi todos los casos nuevos. Es demasiado pronto para decir si Estados Unidos (o, añado: Panamá) seguirá la misma trayectoria…. Cuando se trata de Delta, eso significa que algunos lugares se verán más afectados. Y lo más probable es que esos lugares sean los que menos personas hayan sido vacunadas.

Y no olvidemos que, la elevada transmisibilidad de la variante Delta, ocasionará un aumento más rápido de los casos, lo que en última instancia significa más hospitalizaciones y muertes. Y nosotros ya estamos experimentando el inicio de un aumento de hospitalizaciones, tanto en salas como en UCI. Por lo que es fundamental fortalecer el intenso de programa de vacunación que llevamos.

En todo caso, los expertos coinciden en que las vacunas son la mejor forma de detener a Delta. Los datos del Reino Unido sugieren que una dosis de la vacuna Pfizer ofrece solo un 34 % de protección contra la variante, mientras que dos dosis brindan un 88%. Y recientemente AstraZeneca anuncia que su vacuna tiene 92% de efectividad contra la hospitalización de la variante Delta. Sin embargo, nuestra cobertura de vacunación, aunque en aumento diario, apenas llega al 22% de la población.

Al final los expertos citados en la publicación subrayan que la variante Delta presagia muchos más problemas. Por mi parte, no me cabe duda de que, el impacto de la variante Delta es impredecible, por lo que estamos obligados a protegernos de forma individual y colectiva, reforzar la trazabilidad habitual y fortalecer la vigilancia genómica, a fin de identificar cual es la variante del virus que está provocando este aumento de casos reportados todos los días.

Recomendaciones de la OMS

De acuerdo con el informe de la OMS correspondiente al día 22 de junio de 2021, se sigue esperando la evolución del virus, y cuanto más circula el SARS-CoV-2, más oportunidades tiene de evolucionar. Reducir la transmisión a través de métodos de control de enfermedades establecidos y probados, como los descritos en el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta COVID-19, así como evitar la introducción en poblaciones animales, son aspectos fundamentales y cruciales de la estrategia global para reducir la ocurrencia de mutaciones que tienen implicaciones negativas para la salud pública. Los PHSM siguen siendo fundamentales para frenar la propagación del SARSCoV-2, incluidas todas las variantes que evolucionan.

La evidencia de varios países con transmisión extensa de COV ha indicado que PHSM, incluidas las medidas de prevención y control de infecciones (IPC) en los establecimientos de salud, han sido efectivas para reducir la incidencia de casos de COVID19, lo que ha llevado a una reducción en las hospitalizaciones y muertes entre COVID-19 pacientes. Se alienta a las autoridades nacionales y locales a continuar fortaleciendo las actividades existentes de PHSM, IPC y control de enfermedades. También se alienta a las autoridades a fortalecer las capacidades de vigilancia y secuenciación y aplicar un enfoque sistemático para proporcionar una indicación representativa del alcance de la transmisión de las variantes del SARSCoV-2 según el contexto local y para detectar eventos inusuales. En mi opinión, agrego, las medidas de salud pública son efectivas para disminuir el impacto de la variante Delta.

 

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