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Es la hora de poner fin a la epidemia de SIDACuarenta años después, el nuevo informe de ONUSIDA nos demuestra que sí podemos poner fin a la epidemia de SIDA. En ese sentido, la agencia especializada del la ONU insta a los líderes mundiales a adoptar una audaz declaración política sobre el VIH en la Reunión de Alto Nivel sobre el SIDA de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebrará a partir de mañana en Nueva York y podrá seguirse online. ONUSIDA tiene la certeza de que es la ocasión ideal para comprometerse a alcanzar un nuevo conjunto de objetivos de cara a 2025 con el fin de acabar con el sida para el año 2030.

En ese contexto, comparto a continuación un resumen comentado de la Nota de Prensa de ONUSIDA y los invito a la lectura completa del informe.

Para comenzar, la Nota pone de relieve que, “cuatro décadas después de que se conocieran los primeros casos de SIDA, los nuevos datos demuestran que docenas de países lograron o superaron los objetivos para 2020 fijados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2016, lo que pone de manifiesto que esas metas no eran meras aspiraciones, sino una realidad alcanzable”.

El informe demuestra que “los países con leyes y políticas progresivas y sistemas sanitarios sólidos e inclusivos han obtenido los mejores resultados contra el VIH. En esos países, las personas que viven con el VIH y están afectadas por el virus tienen más posibilidades de acceder a servicios eficaces para el VIH, incluidas las pruebas de detección, la profilaxis previa a la exposición (medicamento para prevenir el VIH), la reducción del daño, el suministro multimensual de tratamiento para el VIH y un seguimiento y una atención constantes y de calidad”.

En Panamá, tenemos el Programa Nacional de ITS/VIH, el cual fortalece el desarrollo y ejecución de políticas y programas de VIH a nivel nacional, favoreciendo el acceso a servicios de salud de calidad, proveyendo atención integral y prevención en población en general, con un enfoque primario en personas en más alto riesgo y vulnerabilidad al VIH.

Algunas cifras sobre la epidemia de SIDA

De acuerdo con ONUSIDA, “en todo el mundo, el informe muestra que el número de personas en tratamiento se ha triplicado con creces desde 2010. En 2020, 27.4 millones de los 37.6 millones de personas que vivían con el VIH estaban en tratamiento, frente a los 7.8 millones de 2010. Se calcula que, gracias a la aparición de un tratamiento asequible y de calidad, se han salvado 16.2 millones de vidas desde 2001”.

Las muertes se han reducido en gran parte debido a la generalización conseguida de la terapia antirretroviral. Las muertes relacionadas con el sida han caído en un 43 % desde 2010, hasta llegar a 690,000 en 2020. También se ha avanzado en la reducción de nuevas infecciones por el VIH, aun cuando el progreso aquí ha sido notablemente más lento: se ha logrado una reducción del 30% desde 2010, con 1.5 millones de nuevas infecciones por el VIH en 2020 en comparación con los 2.1 millones de 2010”.

Por nuestra parte, la información actualizada por el MINSA acerca de la epidemia de SIDA en Panamá se resume en las siguientes gráficas.

poner fin a la epidemia de SIDA

Por otro lado, de acuerdo con el informe estadístico del MINSA, en el año 2017 se reportaron en las instalaciones de salud del MINSA, 1,173 casos (560 casos más que en el año 2016), sin embargo, en el año 2018 se reportó a nivel nacional 427 casos, mostrando una disminución considerable. Las provincias que más casos reportaron en el año 2018 fueron Panamá Metro con 93 y Chiriquí con 81 casos.

En relación a la mortalidad, el MINSA informa que, VIH está en la posición No. 9 de las 10 principales causas de muerte en la República de Panamá según el INEC. En el año 2017 murieron 551 personas de VIH SIDA, 553 en el año 2018, y 505 en el 2019, de las cuales 378 fueron hombres y 127 mujeres.

El informe de ONUSIDA subraya que, “los países que mantienen leyes punitivas y se niegan a adoptar un enfoque de la salud basado en los derechos no están sino castigando, ignorando, estigmatizando y dejando atrás a los grupos de población clave (que constituyen el 62 % de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo), a quienes se niega el acceso a los servicios para el VIH. Por ejemplo, casi 70 países de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. A los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales, las personas trans, las personas en prisión y los consumidores de drogas inyectables se les ofrece un acceso escaso o nulo a los servicios sanitarios o sociales, lo que actúa a favor del VIH, que consigue propagarse entre los más vulnerables de la sociedad”.

Agrega que, “la COVID-19 ha demostrado la fragilidad del progreso en salud y desarrollo de las últimas décadas y ha puesto de manifiesto unas desigualdades que son evidentes. Con el fin de que el mundo siga avanzando para acabar con el sida para 2030, la comunidad mundial del SIDA y ONUSIDA han mirado desde el prisma de las desigualdades para desarrollar una estrategia ambiciosa y alcanzable con nuevos objetivos que alcanzar para 2025. Acabar con las desigualdades exige respuestas al VIH que puedan llegar a las poblaciones que actualmente se están dejando atrás”.

Si se alcanzan, los objetivos acercarán los servicios para el VIH al 95% de las personas que los necesitan, reducirán las infecciones anuales por el VIH a menos de 370,000 y las muertes relacionadas con el sida serán menos de 250,000 para 2025. Ello requerirá una inversión anual de 29,000 millones de dólares estadounidenses para 2025. Cada inversión adicional de 1 dólar estadounidense en la implementación de la estrategia mundial contra el sida supondrá un retorno de más de 7 dólares estadounidenses en beneficios para la salud”.

Recomendaciones del Secretario General de la ONU para poner fin a la epidemia de SIDA

  • Reducir y eliminar las graves desigualdades interseccionales que impiden erradicar el SIDA.
  • Priorizar la prevención del VIH y asegurarse de que el 95 % de las personas expuestas al riesgo de infección por el VIH puedan acceder y acogerse a distintos programas combinados de prevención adecuados, priorizados, centrados en las personas y eficaces de aquí a 2025.
  • Subsanar las deficiencias en la detección, tratamiento y supresión del VIH que limitan la eficacia de la respuesta al virus y cumplir, de aquí a 2025, las metas 95–95–95 relativas a la detección y el tratamiento en todas las subpoblaciones, grupos de edad y entornos geográficos, incluidos los niños que viven con el VIH.
  • Erradicar la transmisión vertical del VIH y acabar con el sida en los pacientes pediátricos.
  • Colocar la igualdad de género y los derechos humanos de mujeres y niñas en toda su diversidad en el centro de las iniciativas para mitigar el riesgo y el impacto del VIH.
  • Aplicar el MPPVS (mayor participación de las personas que viven con el VIH y el sida) y empoderar a las comunidades de personas que viven con el VIH, las mujeres, los adolescentes y los jóvenes y las poblaciones clave para que puedan participar de forma decisiva en la respuesta al VIH.
  • Respetar, proteger y hacer valer los derechos humanos de las personas que viven con el VIH, en riesgo de contraerlo y afectadas por el virus, y garantizar, de aquí a 2025, que menos del 10 % de las personas que viven con el VIH y de las poblaciones clave sean estigmatizadas y discriminadas.
  • Impulsar la solidaridad internacional para subsanar las carencias de recursos en la respuesta al VIH y aumentar la inversión anual en el VIH en los países de ingreso bajo y mediano hasta alcanzar los 29.000 millones de dólares de aquí a 2025.
  • Avanzar rápidamente en pos de la cobertura sanitaria universal y afianzar los sistemas de atención primaria de salud, reconstruir mejor y de manera más justa después de la COVID-19 y las crisis humanitarias, y mejorar la seguridad sanitaria y la preparación de cara a futuras pandemias en todo el mundo.
  • Aprovechar los 25 años de experiencia, conocimientos especializados y mandatos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) para desarrollar una colaboración multisectorial y basada en derechos con múltiples interesados con miras a erradicar el sida y garantizar la salud de todas las personas como bien público mundial.

 

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