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¿Comenzó la tercera ola de COVID-19?Actualizo es publicación con datos del día de ayer para facilitar el análisis, de manera objetiva si comenzó la tercera ola de COVID-19, o no es el caso. Y, es que, a finales del año pasado 2020, mientras disfrutábamos confiados de un respiro en la lucha contra la COVID-19, hice un llamado a mantener el cumplimiento con las medidas de bioseguridad que nos tocan a cada uno. En aquel entonces, no hicimos caso, bajamos la guardia y terminamos el año enfrentando una segunda ola de la enfermedad, con un acumulado muy cercano a los 250,000 enfermos, los hospitales abarrotados, al borde del colapso, superamos las 4,000 defunciones, presentamos grandes pérdidas económicas y un irreparable sufrimiento en miles de hogares.

Actualmente, la historia parace repetirse. Por seis semanas consecutivas mantenemos un aumento sostenido de los casos reportados de COVID-19; pasando de un promedio de 511.4 casos por millón de habitantes la semana que terminó el sábado 1 de mayo, a 1,076.4 la semana pasada, es decir, ¡el doble! Aunque el promedio de defunciones no ha aumentado, tampoco ha disminuido, y las hospitalizaciones, tanto en salas como en cuidados intensivos, comienzan a mostrar una preocupante tendencia al aumento. Toda información oficial referente a la pandemia en Panamá y las acciones del Gobierno Nacional se comunican a través de las cuentas oficiales del MINSA en las principales redes sociales y en su página web (www.minsa.gob.pa).

¿Comenzó la tercera ola de COVID-19?

Comenzó la tercera ola de COVID-19

Como consecuencia de ese comportamiento irresponsable de muchos ciudadanos, y hay que decirlo así, con todas sus letras; desde el 1 de mayo presentamos un aumento, sostenido, de los casos diarios reportados. Aunque el promedio de defunciones no ha aumentado, tampoco ha disminuido, y las hospitalizaciones, tanto en salas como en cuidados intensivos, comienzan a mostrar una preocupante tendencia al aumento.

Por otro lado, el aumento, hasta hace tres días era más intenso en las provincias de Chiriquí y Veraguas, pero ha comenzado a disminuir producto de las medidas implementadas por el MINSA. Ahora comenzamos a ver un incremento claro en la provincia de Panamá.

Cabe subrayar además que el Rt nacional ya superó el 1.0 que nos ofrecía confianza; que el porcentaje de positividad de las pruebas de laboratorio se ubica por arriba del 5.0% recomendable para controlar la epidemia; lo que implica que miles de panameños, en especial en las provincias más afectadas, están positivos sin saberlo y pueden transmitir la enfermedad cada vez que no utilizan la mascarilla, y se aglomeran sin precaución alguna. Vale destacar que esta aglomeración es facilitada por la permisibilidad de muchos restaurantes, bares y lugares de esparcimiento que, tampoco cumplen con las medidas de bioseguridad.

En este contexto, para mí es claro que estamos en el comienzo de una tercera ola de COVID-19. Aunque no tiene todavía el crecimiento exponencial de la última, eso no significa que no debamos prestar atención y enfrentarla con determinación, antes de que se extienda por todo el territorio nacional. Si no cumplimos con nuestra parte vamos rumbo al despeñadero en el que estábamos a finales del año pasado, con los hospitales abarrotados, los negocios cerrados, la economía de regreso a las pérdidas insostenibles y, lo peor, a un aumento imperdonable de las defunciones que se pudieron evitar con nuestro buen comportamiento.

¡cumple con tu parte ciudadano!

El gobierno está cumpliendo con su parte, reforzando la trazabilidad, aunque debe mejorar; aplicando las medidas necesarias en las provincias más afectadas; haciendo un llamado permanente a la población, que por cierto también debe mejorar, y; lo más importante ahora, aplicando, cada vez más dosis de vacuna contra la enfermedad. Pero necesitamos conseguir oportunamente más vacunas, lo cual no es tarea fácil en medio de la guerra existente entre las casas farmacéuticas y la diplomacia nacionalista de los grandes potencias, todo lo cual lleva a la acumulación de biológicos en los países más ricos, en perjuicio del resto del mundo. Sobre esto considero conveniente analizar el potencial apoyo de la empresa privada para incrementar los niveles de vacunación.

Pero eso no es suficiente, pues los casos positivos de la tercera ola de COVID-19, los producirá la población, y solo nuestra acción comprometida podrá contener esta epidemia y nos permitirá seguir disfrutando de la libertad recuperada. Si los ciudadanos siguen produciendo casos, nunca serán suficientes las pruebas de laboratorio ni habrá personas suficientes para localizar a los positivos y rastrear a los contactos, aparecerán nuevas y más peligrosas variantes y, mucho menos, habrá camas y recursos humanos necesarios para atender la demanda de enfermos graves que generará un aporte exagerado de hospitalizaciones.

Al final, como he señalado previamente, “la disciplina ciudadana será la base para contener el avance de la epidemia de COVID-19. Para ello deberemos mejorar la forma de llegarle a las personas, y eso solo es posible mediante el fortalecimiento de la comunicación social, fundamentada en el conocimiento de los valores culturales de los panameños. A partir de ahí, debe proporcionar información basada en evidencia, proveniente de fuentes percibidas como creíbles. Debe además ser masiva, reiterada, coordinada y sostenida en un tiempo determinado. Este nuevo conocimiento, debe aumentar la disposición de las personas a tomarse en serio la epidemia, y actuar en consecuencia”.

Entonces, “cumple con tu parte para evitar una tercera ola de COVID-19 y mantenernos a todos sanos y libres del confinamiento”. Lávate las manos con frecuencia, ponte tu máscara cuando sales, guarda la distancia, y no te olvides de participar activamente en el control social de las actividades que le corresponden al Gobierno y a las empresas.

 

 

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