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Principales amenazas a la salud de los panameños en el 2019Actualizo esta entrega sobre las principales amenazas a la salud de los panameños en el 2019, aprovechando que nuestro presidente electo ha manifestado en varias ocasiones su compromiso con “la Cobertura Universal en la Salud con garantía de una cartera de servicios integrales, de calidad universal, a través de la implementación de las Redes Integradas de Servicios de Salud, como herramienta del Modelo de Atención Primaria de salud”.

Describiré primero a las principales causas de muerte en el país por enfermedades y lesiones en los últimos cinco años y los factores de riesgo asociados a estas muertes. Complementaré esta información con las principales amenazas a la salud que nos alerta la OPS/OMS a nivel global en las Américas. Al final reiteraré un breve resumen de la capacidad de respuesta del sistema de salud, como una oportunidad para la formulación de planes, estrategias e intervenciones de salud pública para superar estas amenazas.

Principales amenazas a la salud de los panameños

De acuerdo con la versión más reciente de las Estadísticas Vitales del INEC, las principales causas de muerte en la República de Panamá durante el período comprendido entre 2013-2017, fueron las que se aprecian en la siguiente gráfica.

Principales amenazas a la salud de los panameños

Es importante subrayar que estas causas de muerte epresentan el 67% de todas las defunciones, superando las 12,000 muertes cada año, y lo más importante, que, la mayoría, si no todas, de estas amenzasa a salud son prevenibles, se pudieron evitar, o por lo menos prolongar la vida en buenas condiciones para la mayoría de los afectados.

Y esto ocurre a pesar de que en Panamá todos sabemos, tanto las autoridades como la población, que los principales factores de riesgo que explican la tendencia de muertes y discapacidad por enfermedad y accidentes y violencias de todo tipo, son los estilos y hábitos de vida insalubres. En especial las dietas malsanas, la inactividad física, el consumo dañino de alcohol, tabaco y drogas, el sexo inseguro.

Principales amenazas a la salud de los panameños

Es importante destacar que en las defunciones por homicidios, suicidios, accidentes de transporte y enfermedad por VIH, son mucho más frecuentes entre la población de sexo masculino.

No menos importante es el hecho de que 453 defunciones ocasionadas por afecciones originadas en el periodo perinatal, forman parte de las 1,063 muertes de menores de 1 año. Esta es tres veces mayor es en las Comarcas que en las provincias más ricas.

Como expresé en “Equidad en salud, desigualdad y pobreza multidimensional”, la persistencia de condiciones adversas y amenazas a la salud, principalmente entre la población más pobre del país, hace suponer que esta problemática no ha sido una prioridad real en la agenda política de nuestros gobernantes, que han estado más preocupados en construir e inaugurar edificaciones, muchas veces innecesarias y, en no pocos casos, sin equipamiento ni recursos humanos adecuados.

En este contexto, no hay excusa para la inacción o las intervenciones insuficientes, “a pesar de disponer de soluciones basadas en pruebas científicas, no estamos cumpliendo plenamente con nuestro compromiso políticos para alcanzar las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y no dejar a nadie atrás. Estamos lejos de nuestra promesa de reducir en una tercera parte la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar”.

Como veremos al final, tenemos suficientes políticas, planes, programas, estructuras y recursos para superar estas amenzas a la salud. Estamos obligados a mantener el efectivo apoyo político y darle la necesaria prioridad al abordaje de las principales causas de enfermedad y muerte en nuestro territorio.

Principales amenazas a la salud global en el 2019 de acuerdo con OMS

De acuerdo con la OPS/OMS, el mundo se enfrenta a múltiples retos en salud. Estos van desde brotes de enfermedades prevenibles por vacunación como el sarampión y la difteria, el aumento de los informes de patógenos resistentes a los medicamentos, el incremento de las tasas de obesidad y el sedentarismo hasta los efectos en la salud de la contaminación ambiental y el cambio climático y las múltiples crisis humanitarias. En ese contexto, comparto con ustedes un resumen de la nota de prensa que nos ofrece la OPS con información internacional y los invito a su lectura completa. Muchas de esas amenazasa la salud, es especial las enfermedades no transmisibles, también lo son para nosotros, así que ¡abramos los ojos y miremos con las luces largas!

Contaminación del aire y cambio climático

Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado todos los días. En 2019, la OMS considera que la contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud. Los contaminantes microscópicos en el aire pueden penetrar los sistemas respiratorios y circulatorios, dañando los pulmones, el corazón y el cerebro, matando a 7 millones de personas en forma prematura cada año por enfermedades como el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas y pulmonares. Alrededor del 90% de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medios, con altos volúmenes de emisiones de la industria, el transporte y la agricultura, pero también por artefactos hogareños y combustibles.

La causa principal de la contaminación del aire (la quema de combustibles fósiles) también contribuye de manera importante al cambio climático, lo que repercute en la salud de las personas de diferentes maneras. Entre 2030 y 2050, se espera que el cambio climático cause 250.000 muertes adicionales por año, como consecuencia de la desnutrición, la malaria, la diarrea y el estrés por calor.

Este año, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima, en septiembre, tendrá como objetivo fortalecer la acción y la ambición climáticas en todo el mundo. Incluso si se logran todos los compromisos asumidos por los países para el Acuerdo de París, el mundo aún está en vías de calentarse más de 3  en este siglo.

La contaminación del aire es una de las amenazas a la salud que no hemos abordado de manera efectiva. Los invito a la lectura de mi artículo sobre la contaminación del aire y salud en Panamá, el cual complementa la información que nos ofrece la OPS/OMS.

Enfermedades no transmisibles

Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas, son responsables de más del 70% de todas las muertes anuales en todo el mundo, es decir, de 41 millones de personas. Esto incluye a 15 millones de personas que mueren prematuramente, entre los 30 y 69 años.

El aumento de estas enfermedades se debe a cinco factores de riesgo principales: el tabaquismo, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, las dietas poco saludables y la contaminación del aire. Estos factores de riesgo también exacerban los problemas de salud mental, que pueden originarse desde una edad temprana: la mitad de todas las enfermedades mentales comienzan a los 14 años, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan: el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 19 años.

Subrayo que las ENT y sus factores de riesgo constituyen las principales amenazas a la salud que enfrentan los panameños.

Pandemia global de influenza

El mundo enfrentará otra pandemia de influenza, aunque no se sabe cuándo llegará y qué tan grave será, pronostica la OMS; que supervisa constantemente la circulación de los virus de la influenza para detectar posibles cepas pandémicas: 153 instituciones en 114 países participan en la vigilancia y respuesta globales. Cada año, la OMS recomienda qué cepas deben incluirse en la vacuna contra la gripe para proteger a las personas de la gripe estacional.

Por nuestra parte Panamá posee un exitoso programa de inmunizaciones, el cual lleva a cabo todos los años jornadas de vacunación contra la influenza. ¡Felicitaciones!

Entornos frágiles y vulnerables

Más de 1.600 millones de personas (22% de la población mundial) viven en lugares donde las crisis prolongadas (a través de una combinación de desafíos como la sequía, el hambre, los conflictos y el desplazamiento de la población) y los servicios de salud débiles los dejan sin acceso a la atención básica. Los entornos frágiles existen en casi todas las regiones del mundo, y aquí es donde la mitad de los objetivos clave en los objetivos de desarrollo sostenible, incluida la salud infantil y materna, siguen sin cumplirse.

Resistencia antimicrobiana

El desarrollo de antibióticos, antivirales y antimaláricos son algunos de los mayores éxitos de la medicina moderna. Pero el tiempo de estos medicamentos se está acabando. La resistencia a los antimicrobianos (la capacidad de las bacterias, parásitos, virus y hongos para resistir estos medicamentos) amenaza con devolvernos a épocas en que no podíamos tratar fácilmente infecciones como la neumonía, la tuberculosis, la gonorrea y la salmonelosis. La incapacidad para prevenir infecciones podría comprometer seriamente la cirugía y los procedimientos como la quimioterapia. La resistencia a los medicamentos está impulsada por el uso excesivo de antibióticos en las personas, pero también en los animales, especialmente en aquellos que se utilizan para la producción de alimentos, así como en el medioambiente. 

Ébola y otros patógenos

En 2018, la República Democrática del Congo vivió dos brotes distintos de ébola, que se extendieron a ciudades de más de 1 millón de personas. Una de las provincias afectadas también se encuentra en una zona de conflicto activo.

Débil atención primaria de salud

La atención primaria de salud puede satisfacer la mayoría de las necesidades de salud de una persona en el transcurso de su vida. Los sistemas de salud con una fuerte atención primaria son necesarios para lograr la cobertura universal. Sin embargo, muchos países no cuentan con instalaciones adecuadas para brindar el primer nivel de atención… En octubre de 2018, la OMS fue coanfitrión de una importante conferencia mundial en Astana, Kazajstán, en la que todos los países se comprometieron a renovar el compromiso con la atención primaria de salud realizado en la declaración de Alma-Ata en 1978.

Sobre este tema, comparto información importante en “Salud igual para todos los panameños: ayuda memoria para las nuevas autoridades”. Los invito cordialmente a darle una mirada crítica pues planteo importantes mensajes para superar las amenazas a la salud en todo el territorio nacional.

Dudas sobre las vacunas

Las dudas sobre las vacunas (la renuencia o el rechazo) amenaza con revertir el progreso realizado en la lucha contra las enfermedades prevenibles por vacunación. La vacunación es una de las formas más rentables de evitar la enfermedad: actualmente previene de 2 a 3 millones de muertes por año y podrían evitarse otros 1,5 millones si se mejorara la cobertura mundial. Los trabajadores de la salud, especialmente los del primer nivel de atención, siguen siendo los asesores más confiables e influyentes en las decisiones de vacunación, y deben recibir apoyo para proporcionar información confiable sobre las vacunas.

Los invito a complementar con la lectura de “Las vacunas funcionan: ¡protégete!”.

Dengue

El dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos que causa síntomas similares a la gripe y puede ser letal y matar hasta el 20% de las personas con dengue grave, representa desde hace décadas una amenaza creciente. Se estima que el 40% del mundo está en riesgo de contraer dengue y hay alrededor de 390 millones de infecciones al año. La estrategia de la OMS tiene como objetivo reducir las muertes en un 50% para 2020.

Para conocer la situación nacional de esta enfermedad, recomiendo la lectura de los boletines epidemiológicos del MINSA y reitero la importancia de las recomendaciones que nos hacen pues cuando comienzan las lluvias, el dengue y demás enfermedades transmitidas por el mosquito aedes, se convierten en importantes amenzas a la salud de los panameños.

HIV

El progreso logrado contra el VIH fue enorme en cuanto a incrementar el número de personas que se realizan las pruebas,  proporcionándoles antirretrovirales (22 millones están en tratamiento) y tengan acceso a medidas preventivas, como una profilaxis previa a la exposición (PrEP, que es cuando las personas en riesgo de VIH tomar antirretrovirales para prevenir la infección).

Sin embargo, la epidemia continúa. Casi un millón de personas por año mueren de VIH/SIDA. Desde el comienzo de la epidemia, más de 70 millones de personas contrajeron la infección y alrededor de 35 millones de personas murieron. En la actualidad, alrededor de 37 millones viven con VIH en el mundo. Llegar a personas como trabajadoras sexuales, personas en prisión, hombres que tienen sexo con hombres o personas transgénero es un gran desafío. A menudo estos grupos están excluidos de los servicios de salud. Un grupo cada vez más afectado por el VIH son las niñas y mujeres jóvenes (de 15 a 24 años de edad), que tienen un riesgo particularmente alto y son responsables de 1 de cada 4 infecciones por VIH en el África subsahariana, a pesar de ser solo el 10% de la población.

En nuestro país, la mortalidad por la enfermedad del VIH se ha mantenido en ascenso durante los últimos 14 años, totalizando 6,860 fallecidos, de los cuales el 75% fueron hombres y el 25% restante mujeres. También es una importante amenaza a la salud. Mas información aquí.

La respuesta del sistema para enfrentar las amenazas a la salud de los panameños

En mi opinión nuestro sistema de salud tiene suficientes fortalezas para enfrentar las amenzas a la salud arriba descritas. Reitero las que considero más importantes.

  • El país tiene una Política de Salud para orientar claramente las intervenciones, abordar los desafíos existentes. Promueve y facilita la priorización de esfuerzos continuos para seguir avanzando en hacer posible el Derecho a la Salud con equidad y calidad para todos los habitantes de Panamá. Incorpora principios de rendición de cuentas, transparencia, eficacia y eficiencia de acuerdo con la gestión basada en resultados.
  • También tenemos los “Lineamientos y Acciones para la Implementación de la Propuesta Operativa de la Promoción de la Salud”, el cual permitirá a la población tener mayor conciencia y autocontrol sobre su salud. Este documento, desarrollado por la Comisión Nacional de Alto Nivel para Mejorar y Transformar el Sistema de Salud de Panamá (CAN), será la base para vencer las amenzas a la salud, pues todas están asociadas a factores de riesgo prevenibles.
  • El sistema público de salud posee 915 instalaciones en todo el territorio nacional. De éstas, 835 pertenecen al Ministerio de Salud y 80 a la Caja de Seguro Social. Cerca de 212 instalaciones de primer nivel de atención, tienen al menos, un equipo básico de salud, el cual además de brindar atención intramuros se proyecta a la comunidad. La distribución de estas infraestructuras se corresponde con la cantidad de habitantes de nuestras provincias y comarcas.
    • Por otro lado, Panamá posee una razón de densidad de recursos humanos de 25 profesionales por 10,000 habitantes, la cual es óptima de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, este indicador oculta la injusta desigualdad en la distribución de los recursos humanos, ya que estos, los médicos y enfermeras, se concentran en cuatro provincias (Herrera, Panamá, Los Santos y Chiriquí), en perjuicio claro del resto del territorio nacional. Es una asunto pendiente para superar las amenazas a la salud en todo el territorio nacional
  • Como si esto fuera poco, nuestro gasto público en salud supera el 6% del PIB, lo que significa que cuando termine esta administración, ¡entre el MINSA y la CSS habrán manejado más de 34,000 millones de balboas! Esta cantidad de dinero, administrada de forma eficiente y sin corrupción, es más que suficiente cantidad de dinero para el desarrollo de un sólido programa de promoción integral de la salud, así como para la rehabilitación de las instituciones que lo necesitan, la compra de equipos, medicamentos e insumos que necesitan los panameños para superar las amenzas a la salud.

Conclusión

Aunque poseemos fortalezas, debemos aprovechar las oportunidades nacionales e internacionales para superar las amenazas a la salud de los panameños y alcanzar un balance positivo en los indicadores de morbilidad y mortalidad.

En el contexto del histórico momento en que vivimos, y precisamente para contribuir a la formulación de los Planes de Salud que deben estar generando los equipos técnicos de los candidatos que buscarán la presidencia del país en 2019, propongo que formulemos nuestra propia Agenda de Salud Sostenible Panamá 2030, aprovechando los Objetivos y Metas que se proponen, en la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030, aprobada por los ministros de salud de las Américas, reunidos en la 29.a Conferencia Sanitaria Panamericana, así como los contenidos del Plan Estratégico Nacional con Visión de Estado, Panamá 2030, nuestra Política Nacional de Salud 2016-2025, el Libro Blanco para la transformación del sistema de salud.

Comencemos, aprovechando las elecciones que se llevarán a cabo en mayo del 2019. En ellas los panameños tendremos la gran oportunidad de elegir a los mejores hombres y mujeres del país para que nos dirijan como necesitamos en los próximos cinco años. Así que ya lo sabes conciudadano, no nos equivoquemos y aprovechemos la oportunidad para superar las amenazas a la salud, fortalecer el sistema, salvar nuestra democracia, y nuestro país.

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