Recientemente la Organización Mundial de la Salud anunció la creación de una iniciativa que debemos reproducir en el país. Se trata de la conformación de una Comisión de alto nivel formada por jefes de estado y ministros, empresarios y personalidades destacadas de la sanidad y el desarrollo para darle un nuevo impulso a la lucha contra las enfermedades no transmisibles con participación de líderes mundiales. La comisión propondrá soluciones audaces e innovadoras para acelerar la prevención y el control de las principales causas mundiales de muerte: las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiopatías y neumopatías, el cáncer o la diabetes. Démosle un vistazo a la situación mundial y nacional, reflexionando sobre la necesidad de proponer nuevas soluciones a nuestros viejos problemas incorporando a nuestros mejores profesionales en la formulación de éstas. Eso sí, en el caso que decidamos conformar nuestra propia “comisión”, por favor excluyamos a asesores, miembros del partido, amigos de autoridades, y todo aquel que no haya aportado a mejorar la situación de reflejan nuestras estadísticas y comparto más abajo.
Breve resumen de la situación mundial
Siete de cada 10 muertes que se producen en el mundo cada año son debidas a ENT. A ellas contribuyen sobre todo el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, las dietas insalubres y la inactividad física. Cada año mueren de ENT más de 15 millones de personas de edades comprendidas entre los 30 y los 70 años. La mitad de las muertes prematuras por ENT se producen en los países de ingresos bajos y medianos, cada vez más afectados por estas enfermedades. El diagnóstico precoz, el acceso a tratamientos asequibles de calidad y las medidas pangubernamentales para reducir los principales factores de riesgo podrían salvar muchas de las vidas que se cobran las ENT.
Opiniones de los miembros de la Comisión
Según el Dr. Tabaré Vásquez, presidente de Uruguay y copresidente de la Comisión “Las ENT son la principal causa evitable de muerte, pero el mundo no está haciendo lo suficiente para prevenirlas y controlarlas”. “Tenemos que preguntarnos si queremos condenar las generaciones futuras a morir demasiado jóvenes, a vivir con mala salud y a perder oportunidades. Sin duda que la respuesta es “no”, y es mucho lo que podemos hacer para proteger y atender a la población, para proteger a todo el mundo del tabaco, el consumo nocivo de alcohol, las dietas insalubres y las bebidas azucaradas, y para ofrecerles los servicios de salud que necesitan para detener las ENT”.
Por su parte, el Sr. Michael R. Bloomberg, Embajador Mundial de la OMS para las ENT y miembro de la Comisión señala que “Por vez primera en la historia, mueren más personas de ENT, como las cardiopatías o la diabetes, que de enfermedades infecciosas. Esta pérdida de vidas humanas no perdona a nadie, sean ricos o pobres, jóvenes o viejos, y supone grandes costos económicos para los países. Cuanto más apoyo de la colectividad logremos para las políticas públicas de eficacia demostrada a la hora de salvar vidas, y eso es lo que hará esta Comisión, más conseguiremos progresar en todo el mundo”.
La Dra. Sania Nishtar, ex Ministra Federal de Pakistán considera que el establecimiento de la Comisión llega en un momento oportuno, mientras el mundo se prepara para la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las ENT. “Este año, los gobiernos tendrán que rendir cuentas sobre los progresos que han realizado para proteger a sus ciudadanos de las ENT. Aunque ha habido mejoras en algunos países y regiones, el ritmo general de los progresos ha sido inaceptablemente lento, lo cual hace que demasiadas personas sufran y mueran innecesariamente a causa de las ENT y supone un costo humano y económico para las familias, las comunidades y los gobiernos”.
Finalmente, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que “Todos tenemos derecho a una vida saludable. Podemos superar los factores que impulsan la epidemia de ENT, que se encuentran entre los principales obstáculos mundiales a la salud. Espero que la Comisión nos muestre nuevas formas de superar esos obstáculos e identifique medidas innovadoras, audaces y prácticas para mejorar la prevención y el tratamiento de las ENT y proporcionar salud para todos”.
La Comisión estará en funcionamiento hasta octubre de 2019. Hará recomendaciones viables que contribuyan a la Tercera Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las ENT, programada para la segunda mitad de 2018.
¿Qué diremos a la hora de rendir cuentas?
Para los panameños la conformación de esta Comisión es una iniciativa que debemos reproducir invitando a personalidades nacionales de reconocido prestigio y destacadas en la salud pública, la epidemiología y la medicina clínica. No pueden ser improvisados, pues como nos informa la Contraloría General de la República de Panamá, cada año fallece en el territorio alrededor de 9,000 personas por enfermedades circulatorias, tumores y diabetes mellitus y en cada caso la tendencia es al aumento. Estas tres enfermedades crónicas no transmisibles están relacionadas en forma directa con estilos de vida asociados a factores de riesgo para la salud y la vida, y con la insuficiente capacidad de nuestro sistema público de salud para la promoción de la salud, prevención y tratamiento oportuno y apropiado. Muchas de estas muertes pudieron evitarse o postergarse, evitando los factores de peligro asociadas a ellas. Y no perdamos de vista el impacto socioeconómico de las ENT. De hecho, de acuerdo a declaraciones de las autoridades nacionales, el tratamiento de las personas con ENT le cuesta al país alrededor del 3.5% de nuestro PIB, lo que equivaldría a cerca de 3,000 millones de balboas cada año.
No hemos hecho lo suficiente
Para enfrentar esta situación tenemos algunos avances, pero no los suficientes, como lo demuestran los indicadores arriba señalados. Cierto es que tenemos una Política Nacional de Salud, que propone “Vigilar y controlar los factores determinantes de la salud para la reducción de riesgos, amenazas y daños a la salud pública”. También son loables nuestros avances en el terreno legal, como por ejemplo nuestra legislación antitabáquica, pero estamos en deuda en el abordaje sistemático y efectivo de factores de riesgo como el consumo de alcohol y las dietas poco saludables. No menos importante ha sido el desarrollo del Censo de Salud Preventiva, que lleva a cabo intervenciones de detección, y atención para reducir la carga de enfermedades no transmisibles. Pero aún resta mucho por hacer para promover la salud mediante la educación, el mercadeo social y la participación social, incorporando los derechos humanos, el enfoque de género e interculturalidad, como reza el Eje III de la citada Política Nacional.
Conclusión
Como he señalado en varias publicaciones previas: “lo que hemos alcanzado hasta ahora en la prevención de enfermedades no transmisibles aún es inadecuado”. Estamos obligados reforzar el compromiso político, pero igual o más importante debe ser el compromiso de la población por cambiar los hábitos y estilos de vida malsanos que están directamente relacionados con las enfermedades no transmisibles. La de la OMS es una iniciativa que debemos reproducir en Panamá.