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Riesgo de adquirir COVID-19

Comparto resumen de situación nacional complementándolo con traducción libre de publicación de The Conversation que nos ofrece orientaciones sobre cómo determinar el riesgo de adquirir COVID-19 y los invito a la lectura completa del artículo original titulado “It’s impossible to determine your personal COVID-19 risks and frustrating to try – but you can still take action”.

La publicación tiene espacial relevancia para nosotros pues enfrentamos una quinta ola de COVID-19, en la cual hay franca circulación comunitaria probablemente de todas las variantes de ómicron, lo cual se traduce en un aumento sistemático de casos, positividad de las pruebas de laboratorio y hospitalizaciones en salas y cuidados intensivos.

Riesgo de COVID-19 en Panamá: una breve mirada

Por cinco semanas seguidas la epidemia de COVID-19 en Panamá muestra un claro aumento de los casos reportados y ya las hospitalizaciones comenzaron a aumentar. Así, la semana pasada reportamos 11,421 casos, 1,178 hospitalizaciones y 11 defunciones. También es preocupante que, los casos activos mantienen una tendencia al alta y; por 28 días seguidos salimos de la zona de seguridad del 5% de positividad de las pruebas de laboratorio. Si siguen aumentando los casos, van a aumentar las hospitalizaciones y las defunciones. Las siguientes tres graficas evidencian la situación arriba descrita.

Cómo determinar el riesgo de adquirir COVID-19

Riesgo de adquirir COVID-19

Riesgo de adquirir COVID-19

Para ayudarnos a disminuir el riesgo de adquirir COVID-19, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) destacó en su informe del día de ayer 18 de marzo que, en Panamá se han aplicado hasta la fecha 8,174,409 dosis contra la Covid-19. De este total 3,473,940 corresponden a primeras dosis; 3,095,902 segundas dosis, 11,214 terceras, 2,826 cuartas, 1,555,423 refuerzo 1 y 35,104 refuerzos 2. De las dosis pediátricas a la población entre 5 y 11 años se han aplicado 421,598 dosis, según el informe del PAI.

En todo caso, es evidente que, el riesgo para la salud pública sigue siendo muy alto. Hay que hacer un esfuerzo especial por convencer a la población de que se ponga su segunda dosis, su refuerzo y, cuando llegue, el segundo refuerzo.

¿Cómo determinar nuestros riesgos personales de adquirir COVID-19?

De acuerdo con Malia Jones, Científica en Geografía de la Salud, Universidad de Wisconsin-Madison, es frustrante intentarlo y difícil de contestar, pero se pueden tomar medidas y nos expone los siguientes argumentos.

Para comenzar subraya, la evaluación individualizada del riesgo de adquirir COVID-19 no es una pregunta razonable, incluso para alguien que se gana la vida haciendo evaluaciones de riesgos, y mucho menos para el resto de nosotros. Es imposible evaluar nuestro propio riesgo para cualquier situación dada, y la imposibilidad de la tarea puede hacer que nos sintamos con ganas de rendirnos por completo. Entonces, en lugar de hacer eso, sugiero enfocarse en la reducción de riesgos. Reformular de esta manera nos lleva de vuelta al ámbito de lo que podemos controlar y a las estrategias probadas y verdaderas basadas en evidencia: usar máscaras, vacunarse y reforzarse, evitar las multitudes en el interior y mejorar la ventilación.

Una cascada de variables desconocidas 

  • Cuando los epidemiólogos y otros científicos usan la palabra riesgo, están hablando de un problema matemático. El riesgo es la probabilidad de un resultado particular, en una población particular en un momento particular. Para dar un ejemplo simple, las posibilidades de que una moneda al aire sea cara es de 1 en 2.
  • Como investigadores de salud pública, a menudo ofrecemos información sobre riesgos en este formato: La probabilidad de que una persona no vacunada muera de COVID-19 si se contagia es de aproximadamente 1 en 200. Hasta 1 de cada 8 personas con COVID-19 tendrá síntomas persistiendo durante semanas o meses después de la recuperación.
  • Para embarcarse en su evaluación de riesgos personales, como sugirió casualmente Fauci, primero debe decidir de qué resultado está hablando. Las personas a menudo no son muy específicas cuando consideran el riesgo en un sentido cualitativo; tienden a agrupar muchos riesgos diferentes. Pero el riesgo no es un concepto general.
  • Siempre es el riesgo de un resultado específico de diferentes situaciones (por ejemplo: ir a un restaurante o a un evento donde habrá mucha gente; , a una fiesta de cumpleaños de un amigo, familiar, hijo, nieto o; permanecer encerrado en casa privándose de la alegría y la salud mental, afectando además la economía).
  • Cada una de estas probabilidades está influenciada por una cascada de condiciones volubles. Algunos de los factores que dan forma a los riesgos están bajo su control. Por ejemplo, decidí vacunarme y reforzarme. Por lo tanto, es menos probable que termine en el hospital y muera si tengo COVID-19. Pero algunos riesgos de adquirir COVID-19 no están bajo su control: la edad, otras condiciones de salud, el género, la raza y el comportamiento de las personas que lo rodean. Y muchos, muchos de los factores de riesgo son simplemente desconocidos. Nunca seremos capaces de evaluar con precisión todo el panorama volátil de riesgo para una situación en particular y llegar a un número.

Haciéndote cargo de lo que puedas

  • Nunca habrá una situación en la que podamos afirmar, por ejemplo, el riesgo es de 1 en 20. E incluso si existiera, la autora no está segura de que sea útil, pues la mayoría de las personas tienen dificultades para comprender las probabilidades que encuentran todos los días, como la posibilidad de que llueva.
  • El riesgo estadístico de un resultado particular no aborda la gran pregunta subyacente: ¿estamos a salvo?
  • Nada es completamente seguro. Por ejemplo, señala la autora, “si quieres mi opinión profesional sobre si es seguro caminar por la acera, tendré que decir que no. Suceden cosas malas. Conozco a alguien que se desgarró un tendón de la mano mientras ponía una sábana ajustable en la cama la semana pasada”.

Es mucho más práctico preguntar: ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de adquirir COVID-19?

  • Enfocarnos en acciones que reduzcan el riesgo de adquirir COVID-19 nos libera de obsesionarnos con preguntas sin respuesta con respuestas inútiles para que podamos enfocarnos en lo que está bajo nuestro control. Nunca sabremos con precisión qué tan riesgosa es tal situación, pero sabemos cómo reducir los riesgos.
  • Subraya la autora que sospecha que la pregunta que la gente realmente se hace es: ¿Cómo puedo gestionar los riesgos? Me gusta más esta pregunta porque tiene una respuesta: ¡debes hacer lo que puedas!
  • Evaluar y reevaluar constantemente los riesgos ha provocado que muchas personas se sientan fatigadas al tomar decisiones. Yo también siento eso. Pero no necesita recalibrar los riesgos de todo, todos los días, para cada variante, porque las estrategias para reducir el riesgo siguen siendo las mismas. Reducir el riesgo, aunque sea un poco, es mejor que no hacer nada.
  • Si es razonable usar una máscara, úsela. Sí, incluso si no es obligatorio. Si es razonable hacer una prueba de antígeno en casa antes de ver a tus abuelos vulnerables, hazlo. Vacunarse y potenciarse. Dile a tus amigos y familiares que lo hiciste y por qué. Elija reuniones al aire libre. Abre una ventana.

 

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